El presidente Jair Bolsonaro está apoyando abiertamente al congresista de centroderecha Arthur Lira para presidente de la Cámara baja, quien tiene más de la mayoría de 257 votos necesarios, según la consultoría de riesgos Arko.
Brasilia. A pesar de la profunda recesión y del segundo brote de COVID-19 más grave del mundo, se espera que los candidatos respaldados por el presidente derechista de Brasil, Jair Bolsonaro, logren el control del Congreso el próximo mes, dijeron este lunes políticos y analistas.
Bolsonaro está apoyando abiertamente al congresista de centroderecha Arthur Lira para presidente de la Cámara baja contra la centrista Baleia Rossi, quien tiene el respaldo del actual líder del hemiciclo, Rodrigo Maia, y de los legisladores que mantienen su distancia con el mandatario.
Lira, que se presentó como fiscalmente conservador en un intercambio escrito con Reuters, tiene más de la mayoría de 257 votos necesarios, según la consultoría de riesgos Arko. Eso significa una batalla ardua para Rossi y los partidos de izquierda que está cortejando, que favorecen más ayuda para los brasileños de bajos ingresos perjudicados por la pandemia.
Con más de 8,5 millones de casos confirmados de COVID-19 y más de 209.000 muertes -sólo superado por Estados Unidos-, es probable que la segunda ola del brote de Brasil aumente la presión sobre el gobierno para que gaste más, ampliando su enorme déficit presupuestario.
Los hospitales de la ciudad selvática de Manaos están nuevamente saturados, lo que ha provocado protestas en las urbes más grandes de Brasil por el manejo de la pandemia por parte de Bolsonaro, que ha negado repetidamente la gravedad del virus.
En el frente económico, Ford Motor Co anunció la semana pasada que iba a cerrar la producción en Brasil y a recortar unos 5.000 puestos de trabajo, en un golpe simbólico para un país que probablemente sufrió su peor recesión registrada en 2020.
Sin embargo, las encuestas muestran que Bolsonaro ha conservado el apoyo del público en la crisis, con un 37% de los consultados catalogándolo como un "buen" o "gran" presidente en las encuestas de agosto y diciembre de Datafolha.
