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Analistas sostienen que auge de aceite de palma aviva la migración en Guatemala
Domingo, Enero 6, 2019 - 13:22

Muchos aldeanos en el municipio de Raxruhá han vendido tierras a productores del aceite, lo que ha convertido a Guatemala en uno de los mayores exportadores mundiales en solo unos años.

Guatemala.- En la región pobre y montañosa de Guatemala de donde provenía la niña migrante que murió el mes pasado bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, el auge del aceite de palma está poniendo cada vez más presión sobre la población para emigrar.

Muchos aldeanos en el municipio de Raxruhá han vendido tierras a productores del aceite, según residentes y funcionarios locales, lo que ha convertido a Guatemala en uno de los mayores exportadores mundiales en solo unos años.

Al hacerlo, los agricultores han renunciado a tierras que durante mucho tiempo los alimentaron, entrando en un estado de codependencia con compañías de aceite de palma que se han convertido en grandes empleadores, pero que no pagan tanto como para evitar que las personas emigren, dicen críticos.

César Castro, alcalde de Raxruhá, dijo que las ventas de tierras y el dinero que recaudan para pagar a los traficantes de personas son un factor importante en el aumento de familias que se van de Guatemala, donde la pobreza y la violencia son los principales motores de la migración hacia el norte.

"Estas personas obtienen el dinero y se van a los Estados Unidos, y la gran mayoría regresa para encontrar más pobreza y termina empleado como trabajador de su propia tierra", dijo Castro.

Más de 50,000 guatemaltecos fueron detenidos en grupos familiares en la frontera entre Estados Unidos y México el año fiscal 2018, más del doble que durante el período anterior. La mayoría son deportados.

Jakelin Caal, de siete años, quien murió bajo la custodia estadounidense después de sucumbir por una fiebre, dejó Raxruhá con su padre, quien luchaba por ganar lo suficiente para mantener a su familia como agricultor de maíz, dijeron sus familiares.

Los traficantes de personas les dicen a las familias que llevar a sus hijos con ellos puede facilitar el ingreso a Estados Unidos.

Si bien el padre de Jakelin no vendió sus tierras, otros miembros de la familia han trabajado en plantaciones de palma que rodean su aldea.

"El trabajo es matador", dijo a Reuters Dorriam Caal, tío de Jakelin, quien agregó que trabajó para una compañía local de aceite de palma el año pasado. "Tienes que levantarte a las tres de la mañana y regresar a la casa a las 10 de la noche, y con lo poco que pagan, no es suficiente".

Dorriam dijo a Reuters que ganaba 60 quetzales (7.8 dólares) por día trabajando entre las seis de la mañana y las seis de la tarde para Industria Chiquibul, que ha sido catalogado como proveedor por compradores internacionales de productos, incluidos ADM y Cargill.

La paga estaría por debajo de los 90 quetzales estipulados como el salario mínimo diario para el sector agrícola en 2018. El Consejo Nacional de Desplazados de Guatemala, una organización defensora de derechos laborales de los campesinos, presentó una queja ante Cargill por los salarios en 2016.

El agricultor local, José María Ical, dijo que después la compañía acordó aumentar sus salarios a 91 quetzales. Chiquibul no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios sobre este artículo. ADM y Cargill no estuvieron inmediatamente disponibles para atender solicitudes de comentarios.

Pobreza. Utilizado en alimentos, detergentes y combustibles, el aceite de palma se produce principalmente en Indonesia y Malasia. Pero en los últimos años, Guatemala se ha convertido en el mayor exportador de América, según la Gremial de Palmicultores de Guatemala, Grepalma.

Las exportaciones aumentaron casi siete veces en los últimos diez años a 727,000 toneladas en 2017. Más de una séptima parte del área cultivada en Guatemala se encuentra en Alta Verapaz, el departamento donde se encuentra Raxruhá.

Atravesada por calles de tierra sin aceras o desagües, la ciudad está poblada por niños y adultos que a veces caminan descalzos, a menudo viviendo en casas de paja. El granjero Ical relató cómo él y otros le vendieron tierras a Chiquibul en 2010 en el área de Raxruhá cuando la empresa compró parcelas a través de intermediarios que decían que eran ganaderos.

Después, los granjeros tuvieron el acceso bloqueado a otras parcelas cuando quedaron cercados por las tierras de Chiquibul, dijo. "Prácticamente me obligaron a vender", agregó Ical.

La mayoría de los que vendieron, ahora trabajan para la Industria, dijo. Sin embargo, Darlyn Lemus, una maestra de 30 años, sostuvo que las empresas de aceite de palma habían recibido críticas indebidas.

"Ha habido mucha especulación de que la industria de palma los ha obligado a vender, pero no es así. La gente ha tenido sus propias razones", dijo Lemus, cuya familia es una de las pocas en el área que ha mantenido sus tierras.

Otra compañía de aceite de palma en Raxruhá, NaturAceites, dijo a Reuters que la mayor parte de la tierra que opera en Guatemala se había convertido de "ganadería intensiva" e incluía productores asociados y operadores independientes.

Describiendo a la industria como "la única posibilidad de trabajo decente que hay en algunas partes del país", Héctor Herrera, director de Sostenibilidad de NaturAceites, dijo que la firma había creado miles de empleos e invertido en carreteras, escuelas y centros de salud.

NaturAceites administra una finca en Raxruhá que está a nombre de un propietario diferente, agregó, enfatizando en que la compañía cumplía con todas las normas laborales requeridas para el sector agrícola.

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Reuters