"En vez de escuchar nuestras advertencias prefirieron financiar la campaña de Macri y endeudar a todos los argentinos", dijo Fernández, cuya compañera de fórmula a la vicepresidenta es la ex mandataria Cristina Fernández.
Buenos Aires. El candidato a presidente por el peronismo para la votación de octubre en Argentina, Alberto Fernández, criticó el jueves duramente al Fondo Monetario Internacional (FMI) al acusarlo de "financiar la campaña" para la reelección del gobierno actual.
El FMI concedió un programa crediticio de US$57.000 millones a Argentina el año pasado, un acuerdo que ayudó a la administración del presidente Mauricio Macri a frenar un colapso total, aunque la economía sigue muy golpeada.
"En vez de escuchar nuestras advertencias prefirieron financiar la campaña de Macri y endeudar a todos los argentinos", dijo en su cuenta de Twitter Fernández, cuya candidata a vicepresidenta es la exmandataria Cristina Fernández.
Fernández hizo ese comentario luego de que el diario Clarín reportara declaraciones en Washington de la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, diciendo que el organismo "subestimó" las complicaciones del país.
"El 10 de diciembre vamos a tener que sentarnos a discutir muy seriamente con la señora Lagarde acerca de los errores, subestimaciones y sobreestimaciones del FMI", agregó Fernández, aludiendo a la fecha en que debería asumir el próximo gobierno.
Argentina atraviesa una difícil situación económica, con una inflación anual superior al 50%, una recesión arraigada y un aumento de la pobreza. Esto causó un derrumbe en la intención de voto de Macri, quien igualmente buscará renovar su mandato.
El FMI elogia al actual gobierno por aplicar un severo programa de austeridad a cambio de la asistencia financiera. Si bien otros líderes opositores ya habían cuestionado el rol del Fondo, es la primera vez que Fernández se expresa en forma tan contundente.
Muchas encuestas dan ventaja a la boleta Fernández-Fernández (que no tienen relación entre sí). Sin embargo, esa diferencia podría no alcanzar para evitar una segunda vuelta, en la que la intención de voto está más equilibrada.
