Si el máximo tribunal falla a favor de Lula se sellaría un sorprende cambio de suerte para una de las figuras más populares y divisivas de Brasil, cuyas esperanzas políticas parecían diezmadas por los casos de corrupción en su contra en los últimos años.
Brasilia. Un día después de que se anularan en Brasil las condenas por corrupción contra el exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, es posible que la corte suprema desestime las pruebas en su contra el martes, limpiando su nombre antes de una posible carrera presidencial en 2022.
El Supremo Tribunal Federal dijo que el juez Gilmar Mendes había convocado a votación el martes sobre una apelación del equipo legal de Lula alegando que Sergio Moro, el exjuez que lo sentenció, no fue imparcial en la supervisión de las investigaciones del expresidente.
Si el máximo tribunal falla a favor de Lula se sellaría un sorprende cambio de suerte para una de las figuras más populares y divisivas de Brasil, cuyas esperanzas políticas parecían diezmadas por los casos de corrupción en su contra en los últimos años.
Si se postula, el izquierdista se convertiría inmediatamente en el principal rival del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, cuya popularidad se ha visto golpeada por una pandemia devastadora, una inflación creciente y los problemas en las finanzas públicas.
Una condena bloqueó la candidatura de Lula para buscar un tercer mandato en 2018 después de liderar la nación más grande de América Latina entre 2003 y 2011.
Los mercados financieros se tambalearon ante la perspectiva de una carrera electoral más polarizada en 2022. La moneda brasileña caía un 0,5% después del fuerte descenso del lunes y se dirigía hacia su cierre más débil desde mayo del año pasado, cuando alcanzó mínimos históricos.
El juez Edson Fachin anuló el lunes las condenas penales contra Lula al dictaminar que un tribunal de la ciudad sureña de Curitiba, que Moro presidía, carecía de autoridad para juzgarlo por cargos de corrupción.
Esa decisión, si es confirmada por la corte suprema en apelación, desencadenaría el nuevo juicio de Lula en tribunales federales en Brasilia, la capital, dejando abierta la posibilidad de otra condena que bloquee una candidatura para 2022.
Sin embargo, si la corte se pone del lado de Lula el martes en la votación convocada por el juez Mendes, efectivamente se desestimarían los casos contra Lula.
El precedente también podría deshacer gran parte de la investigación de corrupción Lava Jato supervisada por Moro, que llevó a las condenas de decenas de personas de la élite política y empresarial de Brasil.
