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Ecuador: el derecho a criticar a las autoridades sin miedo a represalias
Vie, 08/04/2011 - 10:31

Gabriela Calderón

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Gabriela Calderón

Editora de ElCato.org y columnista del diario El Universo (Ecuador). Se graduó en 2004 con un título de Ciencias Políticas con concentración en Relaciones Internacionales de la York College of Pennsylvania. Sus artículos han sido reproducidos en otros periódicos de Latinoamérica y España como El Tiempo (Colombia), La Prensa Gráfica (El Salvador), Libertad Digital (España), El Deber (Bolivia), El Universal (Venezuela), entre otros. En 2007 obtuvo su maestría en Comercio y Política Internacional de la George Mason University.

Emilio Palacio y los directivos de Diario El Universo (Ecuador) han sido demandados por un editorial titulado "NO a las mentiras". En una cadena nacional1nos dijeron que esto es algo normal, incluso en EE.UU., donde Obama tiene un enfrentamiento con el canal Fox. Pero en ese país, las reglas no son las mismas para las autoridades públicas que para los demás ciudadanos.

En marzo de 1960, el New York Times publicó un comunicado, firmado por 64 personas, que enlistaba abusos cometidos por oficiales de la fuerza pública de varias ciudades del sur de EE.UU. contra afroamericanos. El propósito del comunicado era recaudar fondos para Martin Luther King Jr., para que él se defienda de varias demandas. Luego se descubrió que las descripciones de los abusos cometidos no eran precisas y algo exageradas.

Uno de los comisionados de la policía en Montgomery (Alabama), L.B. Sullivan, no fue nombrado en el comunicado pero se sintió difamado por éste. Le exigió al diario la publicación de una retractación y el Times se negó. Acto seguido, Sullivan demandó al periódico y a cuatro pastores que habían suscrito el comunicado. En una corte de Alabama, Sullivan ganó US$500.000.

El New York Times decidió llevar el caso a la Corte Suprema de EE.UU. y ésta determinó que la decisión de la corte de Alabama era inconstitucional. Uno de los jueces de la Corte, William Brennan Jr. señaló que (1) los asuntos tratados en el comunicado eran de gran interés público -era 1964 y los estadounidenses estaban sumidos en un debate nacional acerca de los derechos civiles de los afroamericanos-; y que (2) cualquier conclusión punitiva prevendría que otros diarios se atrevan a publicar comunicados con contenido similar, eliminando así “un medio importante para la promulgación de información e ideas por parte de personas que… deseen ejercitar su libertad de expresión”.

Otro juez de la Corte, Hugo Black, aseveró que la Primera Enmienda (El Congreso… [no] impondrá obstáculos a la libertad de expresión o de la prensa) “prohíbe totalmente” que el Estado ordene a los críticos de las autoridades públicas a que le otorguen a estas pagos por indemnización. Black lamentó que la Corte haya permitido que se limite el derecho a la libertad de expresión frente a los gobernantes cuando se demuestre “real malicia” diciendo: “Dudo que un país pueda vivir en libertad donde sus habitantes pueden sufrir físicamente o financieramente por criticar su gobierno, sus acciones o sus funcionarios”.

Afortunadamente, en el caso del New York Times contra Sullivan, la Corte no consideró que había “real malicia”, aún cuando el diario nunca chequeó la veracidad de la información del comunicado ni que los firmantes lo hayan suscrito. De no haberse revertido la decisión de la corte de Alabama, el debate nacional seguramente hubiese sufrido de auto-censura. ¿Quiere nuestro gobierno (Ecuador) socavar el debate nacional acerca del 30 de septiembre, así como Sullivan podría haberlo hecho con el debate acerca de los derechos civiles de los afroamericanos?

Por casos como este debe ser que Obama solo se limita a criticar -sin insultos- a Fox News. Tal vez también por esto, alguien convenció a nuestro presidente (Correa) de que, por ejemplo, desista en 2009 de demandar al Wall Street Journal por el hecho de que Mary Anastasia O’Grady lo relacionó con las FARC.

*Esta columna fue publicada con anterioridad en el centro de estudios públicos ElCato.org.

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