Tal y como se esperaba, Juan Manuel Santos es ya el presidente electo de Colombia. Culmina así, con la jornada del domingo 20 de junio, un proceso eleccionario de gran relevancia democrática, en el que todas las fuerzas y agrupaciones políticas tuvieron amplia participación, a través de los nueve candidatos que compitieron en la primera vuelta, y en el que, con el triunfo de Santos, se reafirmó el apoyo mayoritario de los colombianos al Partido de la U., y a las propuestas de gobierno y de acuerdo nacional que fue la bandera enarbolada por Santos en la fase final de su campaña.

Colombia, con el triunfo de Santos, le confirma igualmente un amplio reconocimiento a la gestión del presidente Álvaro Uribe , cuya popularidad se mantiene en 70%, gracias a los logros que en sus dos períodos de gobierno pudo alcanzar, especialmente en la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico. Aunque no arroja un saldo favorable en temas como la corrupción, el manejo de asuntos económicos básicos, la desigualdad social y el desempleo.

Santos asumirá los destinos de Colombia el 7 de agosto próximo con un claro mandato y compromiso de profundizar la obra del gobierno de Uribe, pero igualmente deberá impulsar gestiones fundamentales para resolver importantes problemas que en lo económico y social son nubarrones en el porvenir de ese país.

El nuevo presidente de los colombianos se iniciará con la consigna de realizar el "Gran Acuerdo de Unidad Nacional" y de "Prosperidad Democrática", lo que ha definido como una convocatoria para un encuentro de todo el país alrededor de objetivos fundamentales, a fin de construir una Colombia próspera, productiva, segura, integral y justa.

Juan Manuel Santos, de 58 años de edad, tiene una vasta experiencia pública y sólida formación intelectual. Egresado en Economía y Administración de la Universidad de Kansas (USA), con Maestría en Economía y Desarrollo Económico en la London School of Economics y Maestría en Administración Pública en Harvard, fue igualmente becario Fulbright de la Escuela Fletcher de Leyes y Diplomacia de Tufts University (USA).

Se desempeñó como ministro de Comercio Exterior en el gobierno de Gaviria, ministro de Hacienda y Crédito Público de Andrés Pastrana; y de Defensa por tres años, hasta 2009, en el gobierno de Uribe, durante el período de mayores logros de la Política de Seguridad Democrática y la lucha contra la narcoguerrilla.

Con un sólido respaldo parlamentario, apoyo en todas las regiones del país y de los principales medios de comunicación social, Santos tiene grandes posibilidades para profundizar la política de seguridad democrática y ciudadana, y echar adelante lo que él ha denominado las "5 locomotoras" de su futuro gobierno, que incluyen el impulso a la agricultura, un programa masivo de viviendas, fortalecimiento a la infraestructura y mayores avances en la minería y la innovación en ciencia y tecnología.

Todo ello, entre otros objetivos con la meta de construir 300.000 viviendas al año y de combatir el desempleo, que ubica a Colombia con la más alta tasa de la región, creando durante los cuatro años de su período de gobierno cerca de 2,4 millones de nuevos puestos de trabajo y formalizar 500.000, para reducir la tasa de desempleo a niveles del 9%. Se plantea igualmente una profunda transformación productiva en el campo para duplicar las exportaciones de este sector en los cuatro años siguientes y llevarlas a US$12 mil millones.

Se continuarán los esfuerzos para incrementar la producción petrolera. Ecopetrol ya ha alcanzado una producción que supera los 550 mil b/d y se prevé duplicar la misma durante el próximo gobierno. Por cierto, es interesante destacar que en este campo han tenido importante participación más de 800 ingenieros, geólogos, ejecutivos y otros expertos petroleros de los expulsados de Pdvsa.

En lo social, el presidente Santos se propone "hacer de Colombia una sociedad incluyente", impulsando la cobertura universal en salud, educación, pensiones y atención a la vejez y la niñez, todo ello apuntalado en una reforma fiscal que promueva el equilibrio de las finanzas públicas, en la actualidad con un preocupante déficit fiscal, y en un plan tributario orientado a promover el emprendimiento y el empleo, eliminar progresivamente el gravamen a las transacciones financieras, y llevar el impuesto sobre la renta a niveles competitivos internacionales.

Santos ha insistido en que será equilibrado entre la prudencia y la firmeza para defender los intereses de su país y que profundizará la inserción de Colombia en el mundo, promoviendo estrechas relaciones con los vecinos, fundamentadas en el respeto y la cooperación. Quizás la primera gran prueba de su gobierno será el manejo de las difíciles relaciones con el gobierno venezolano. El tiempo dirá la última palabra.

Esta columna fue publicada originalmente en El Mundo.com.ve.