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Gobierno brasileño enfrenta su primera crisis política por financiación de campañas
Sábado, Febrero 16, 2019 - 15:52

La polémica, que empezó con el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, se ha extendido hasta el responsable de la Secretaría General de la Presidencia y expresidente del PSL, Gustavo Bebianno.

Rio de Janeiro.- El gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, vive su primer grave crisis de carácter político un mes y medio después de haber asumido el poder, debido a supuestas irregularidades en la financiación de candidaturas del Partido Social Liberal (PSL) durante la pasada campaña electoral.

La polémica, que empezó con el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antonio, se ha extendido hasta el responsable de la Secretaría General de la Presidencia y expresidente del PSL, Gustavo Bebianno, a quien el hijo de Bolsonaro, Carlos, acusó públicamente de mentir. La polémica empezó el 4 de febrero cuando el diario Folha de Sao Paulo publicó que el ministro de Turismo patrocinó un esquema de cuatro candidaturas de fachada en el estado de Minas Gerais con dinero público recibido por el PSL.

Antonio era el presidente del PSL en Minas Gerais y tenía el poder de decidir qué candidaturas serían lanzadas. Las cuatro campañas bajo sospecha recibieron 279.000 reales (unos US$75.000) de dinero público, quedando entre las 20 que recibieron más dinero del partido en todo el país.

Del dinero que habrían recibido, al menos 85.000 reales (unos US$23.000) fueron destinados a cuatro empresas que son de asesores, parientes o socios de asesores del hoy ministro, quien niega cualquier irregularidad.

Seis días más tarde, el mismo rotativo publicó que el grupo del actual presidente del PSL, Luciano Bivar, segundo vicepresidente de la Cámara de Diputados, creó una candidatura de fachada en el estado de Pernambuco (noreste) que recibió 400.000 reales (unos US$108.000) de dinero público en las elecciones de 2018.

La candidatura en cuestión es la de una mujer de 68 años, inscrita para completar la cuota femenina exigida por la ley electoral, y que habría gastado el 95% del dinero recibido en una firma de confección, en cuya dirección no hay ninguna empresa ni rastro de que la hubiera habido.

La polémica saltó cuando Bivar aseguró que recibió órdenes del entonces presidente nacional del PSL, Bebianno, de financiar la candidatura fachada, algo negado por el hoy ministro de la Secretaría General de la Presidencia. "Con el presidente Jair Bolsonaro en el hospital, la impresión que hay es que la crisis se ha escapado del control del partido.

Las contradicciones entre los miembros del PSL han dañado la imagen del partido entre la población, después de haber ganado las elecciones con un discurso anticorrupción y de ética, algo que parece que no era así", comentó a Xinhua el analista político Jairo Nicolau, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Bebianno afirmó ante la prensa esta semana que habló tres veces por teléfono con Bolsonaro para negar las acusaciones, a lo que Carlos Bolsonaro, el hijo mayor del presidente, respondió negando y divulgando un audio en el que el mandatario se deshace rápidamente de Bebianno alegando que está en el hospital.

Para Nicolau, "lo que puede colocar a este gobierno en riesgo es él mismo. Es un partido alrededor de Bolsonaro, su gran figura, y con su baja hospitalaria, queda huérfano de una cabeza visible. Esto se ha visto con esta crisis, en la que Bebianno no ha convencido con sus explicaciones y además, se vio atacado por el hijo mayor del presidente".

Las acusaciones de falsa financiación han motivado que la Fiscalía y la Policía Federal anunciaran una investigación sobre el caso. La crisis quedó estancada por ahora con una reunión que mantuvieron este viernes el presidente Bolsonaro, ya con el alta médica, y Bebianno, en la que aparentemente, sellaron la paz.

"Parte del partido pide la dimisión de Bebianno, quien parece haber ganado un balón de oxigeno para permanecer en el gobierno. Al menos este final de semana todo indica que continuará como ministro, pero a partir de la semana que viene, y dependiendo de las novedades que aparezcan en el caso, puede verse forzado a dimitir, en lo que sería la primera dimisión del gobierno de Bolsonaro, con menos de dos meses en el cargo", agregó el analista político.

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Xinhua