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Muerte de Kirchner: Scioli vs. Moyano, delicada herencia
Jue, 28/10/2010 - 16:58

Ezequiel Rudman

Muerte de Kirchner: Scioli vs. Moyano, delicada herencia
Ezequiel Rudman

Periodista de la sección Política del diario Ámbito Financiero (Argentina).

La desaparición de Néstor Kirchner deja al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y al presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, peleando mano a mano por la conducción del Partido Justicialista (PJ), no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino también a nivel nacional.

La última noche del ex presidente tuvo un sabor amargo para el camionero (Moyano pertenece a la Federación de este gremio), quien no logró quórum para sesionar en el Consejo del PJ bonaerense. Kirchner ya estaba en la residencia Los Sauces de El Calafate, con la presidenta y un reducido núcleo familiar, cuando Moyano lo llamó por teléfono para quejarse del vacío generado en su debut como jefe partidario.

Pero la presión de Moyano no era el único problema que acorralaba a Kirchner. El ex presidente ya había sorprendido, rodeado de 14 gobernadores en Río Gallegos, al anunciar su repliegue político a Santa Cruz y su cambio de domicilio, decisión que dejó liberada la provincia de Buenos Aires, principal distrito político del país, a Moyano y a Scioli. Hasta último momento, ese territorio, donde se produjo el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, y el armado político en Santa Fe, fueron una obsesión para Kirchner.

La trama sindical del crimen de Ferreyra, que involucra al gremio de La Fraternidad de José Pedraza, pero también a la CGT de Moyano, y la desconfianza en el operador Juan Carlos Mazzón, inmerso directamente en el armado santafesino, perturbaban al secretario general de la Unasur. Fueron los problemas que desvelaron a Kirchner en El Calafate en su última noche, que pasó acompañado por la presidente Cristina de Kirchner, una sobrina, su pareja y algunos viejos conocidos de Santa Cruz.

Fue también el martes cuando Scioli visitó en San Miguel a uno de los principales intendentes díscolos del conurbano, Joaquín de la Torre. Este jefe comunal integra el denominado G-8 de intendentes que resisten la conducción de Moyano en el PJ de la provincia de Buenos Aires, al igual que Pablo Bruera en La Plata, Sergio Massa en Tigre, Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas y Sandro Guzmán en Escobar.

Apenas un par de horas más tarde el camionero sufría el desaire en la primera reunión del Consejo partidario que sesionó sin quórum. Aún con Kirchner vivo, en su último día, el enfrentamiento Moyano-Scioli escalaba de manera irremediable.

Reflejos. Como vicepresidente del PJ nacional, Scioli quedará ahora a cargo del partido y deberá lidiar con la presidencia del jefe de la CGT en el PJ bonaerense. Rápido de reflejos, el titular de la central obrera reunió este miércoles al consejo directivo y convocó a una movilización de todos los gremios a la Plaza de Mayo. Cristina de Kirchner, una vez que supere el duelo, deberá lidiar con esta interna acéfala y sin un moderador oficial desde la desaparición del diputado y ex presidente.

La dialéctica Moyano-Scioli pasará a dominar todos los estratos de poder en Buenos Aires. El camionero ya había sufrido el vacío de los principales intendentes del conurbano en el acto de asunción junto a Kirchner. Estos barones del PJ se resisten a quedar de rehenes de Moyano y su ejército de recolectores de basura que amenazan con paralizar la gestión en sus municipios y reclamaron, sin éxito, la conformación de una conducción colegiada hasta que se defina la situación del aún convaleciente Alberto Balestrini (ex vicegobernador bonaerense que sufrió un accidente cerebrovascular).

La muerte de Kirchner deja en estado de indefensión no sólo a los intendentes, ahora alineados detrás del gobernador Scioli, sino también a los movimientos piqueteros kirchneristas como el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico.

Administradores de facto de planes sociales y subsidios, las organizaciones sociales chocan también por el reparto de planes con los intendentes, y buscan potenciarse luego del acuerdo sellado con Moyano para encolumnarse detrás de la candidatura presidencial de Kirchner en 2011.

Pero el manto de incertidumbre que surge ahora podría cambiar en los próximos días el mapa del poder bonaerense y nacional. Moyano intentó mostrarse en el estadio de River Plate durante el acto por el Día de la Lealtad como el nuevo jerarca de la provincia de Buenos Aires. Scioli, en cambio, reactiva sus contactos con el Peronismo Federal y se prepara para incluso lanzarse como candidato a presidente. El eventual ascenso de Scioli como candidato a presidente del Frente para la Victoria dejaría vacante la plaza de candidato a gobernador, un botín que se diputan desde Moyano hasta Massa, alejado del kirchnerismo luego de la derrota de Kirchner en las elecciones legislativas de 2009, ante la dupla Francisco de Narváez-Felipe Solá.

*Esta columna fue publicada originalmente por Ámbito.com.

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