Tanto el presidente como la ONU condenaron el hecho. La ONG Programa Somos Defensores señaló que el 2018 fue uno de los años más sangrientos para los defensores de DD.HH. en Colombia.

Colombia.- Al menos dos personas resultaron heridos en un ataque perpetrado este sábado por desconocidos contra líderes sociales y defensores de derechos humanos en el departamento colombiano del Cauca (sur). Tanto desde presidencia como desde la ONU condenaron el atentado.

La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) detalló en un comunicado que el ataque ocurrió a las 17.35 hora local (22.35 GMT) en la zona rural de Santander de Quilichao, municipio del Cauca.

Según la organización, en la reunión se encontraban también los líderes Carlos Rosero, Víctor Moreno, Clemencia Carabalí y Sofía Garzón, todos ellos pertenecientes a la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC) y quienes salieron ilesos.

La líder social Francia Márquez afirmó en su cuenta de Twitter que "como pueblo negro del norte del Cauca estábamos preparando una reunión para los diálogos con el

Gobierno en el marco de los acuerdos con la minga y fuimos atacados con armas y granadas".

Márquez afirmó que en el ataque resultaron heridos dos escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), quienes fueron trasladados a un centro médico.

Repudios. El presidente Iván Duque denunció en Twitter el "acto terrorista" ocurrido en el municipio de Santander de Quilichao, departamento del Cauca, y felicitó a los escoltas de los líderes que repelieron la agresión y evitaron una "tragedia mayor".

En tanto, la ONU condenó el atentado cometido contra líderes de comunidades negras. "Rechazamos y condenamos atentado con armas de fuego y granadas" ocurrido en el municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, indicó en Twitter la oficina local de Derechos Humanos del organismo.

Contexto. El Gobierno colombiano y el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) lograron un acuerdo el pasado 6 de abril para levantar los bloqueos a la Vía Panamericana, que conecta a Colombia con Ecuador y que duraron 27 días, causando grandes pérdidas económicas para esa región del país.

El acuerdo contempla inversiones por 800.000 millones de pesos (unos US$247 millones) para mejorar las necesidades en vivienda, salud, proyectos productivos e infraestructura rural, entre otras.

El pasado 23 de abril la ONG Programa Somos Defensores señaló que el 2018 fue uno de los años más sangrientos para los defensores de derechos humanos en Colombia por el asesinato de 155 de ellos, lo que supone un 46,2 % más que los 106 homicidios de 2017.

Los departamentos en los que hubo más homicidios fueron el Cauca, uno de los que tiene más conflictos sociales del país, con 28 casos, seguido de Antioquia, con 24; Norte de Santander (15), Putumayo (13), Valle del Cauca (10) y Caquetá (10).

De los 155 asesinados, 63 eran líderes comunales, 24 indígenas, 24 defendían derechos comunitarios, 19 eran campesinos y siete dirigentes sindicales.

La ONG internacional Front Line Defenders estima que el 39% de los 321 asesinatos que documentó en todo el mundo en 2018 ocurrieron en Colombia.