Pasar al contenido principal

ES / EN

La economía en la formación educativa de todos
Vie, 12/11/2010 - 08:59

Moisés Bittán

Al fin del día... un acuerdo entre Colombia y Venezuela
Moisés Bittán

Consultor internacional, Magíster en Ciencias Económicas, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Venezolana Peruana (CAVEPERÚ), y presidente de la comisión de Cámaras Binacionales de Fedecámaras.

El estudio de la economía no es privilegio exclusivo del economista o del profesional de las ciencias sociales. Al ser la economía una ciencia que estudia al hombre en su lucha por resolver el problema económico, requiere por tanto que todo ciudadano, medianamente culto, tenga cierto conocimiento de la estructura y funcionamiento del sistema económico en que interactúa.

Todo ciudadano se enfrenta diariamente a problemas y comentarios de orden económico: desempleo, inflación, ahorro, inversión, interés, precios, impuestos, etc., son aspectos que obligan a los ciudadanos a definir cómo deben distribuir sus ingresos en función de sus necesidades más esenciales; cuáles productos y a qué precios debe consumir; qué hacer con el ahorro, cuál actividad económica puede desarrollar.

La economía, como ciencia social, estudia el móvil económico que tiende a la satisfacción de las necesidades materiales, pero que se refiere a su bienestar en el organismo social. Es una ciencia que forma parte de las disciplinas sociales; es decir de aquellas que tienen como objeto de estudio al hombre en sus diversas manifestaciones. Estudia al hombre en su lucha por resolver el problema económico supeditado siempre a la escasez de múltiples recursos y supeditado siempre a restricciones presupuestarias. Lo económico presupone una peculiar relación entre el hombre y los medios que emplea para alcanzar sus fines. Es decir, lo económico implica una vinculación especial del hombre con la naturaleza que lo rodea.

Vivimos en una sociedad en que la ciencia y la tecnología ocupan un lugar fundamental en el sistema productivo y en la vida cotidiana en general. La población necesita de una cultura científica y tecnológica para aproximarse y comprender la complejidad y globalidad de la realidad contemporánea, para adquirir habilidades que le permitan desenvolverse en la vida cotidiana y para relacionarse con su entorno, con el mundo del trabajo, de la producción y del estudio.

La sociedad ha tomado conciencia de la importancia de las ciencias y de su influencia en temas como la salud, los recursos alimenticios y energéticos, la conservación del medio ambiente, el transporte y los medios de comunicación, las condiciones que mejoran la calidad de vida del ser humano. Es necesario que amplios sectores de la población, sin distinciones, accedan al desafío y la satisfacción de entender el universo en que vivimos y que puedan imaginar y construir, colectivamente, un mundo sustentable.

La educación general, y en particular la formación de un economista, debe evolucionar en función de las demandas de una sociedad progresivamente compleja, que requiere para su funcionamiento un desarrollo intensivo de las capacidades individuales que favorezcan la incorporación a procesos productivos complejos y la flexibilidad mental necesaria para asumir distintos roles en una sociedad dinámica. Además, la formación del economista deberá procurar el desarrollo de una capacidad crítica y creativa que permita incidir en la modificación de la realidad social, dentro del campo económico.

El buen diseño e implementación de las políticas económicas requieren de buenos economistas sólidamente formados y socialmente comprometidos con su entorno, no sólo en el manejo de herramientas analíticas, sino también en la comprensión de las realidades económicas, sociales e institucionales de sus países. La formación de este economista, con perfil analítico, observador e inquisitivo, no termina en la universidad, sino que allí comienza con su labor.

El mercado y su funcionamiento se manejan bajo determinadas variables y condiciones, para entenderlas debemos reducir al estudio de la economía y su entorno. Para realizar el estudio económico ha de investigarse y analizarse diferentes conceptos lo que representan las teorías y los modelos y la determinación de los mismos. En Venezuela, están sucediendo una serie de procesos a todos ya que somos partícipes de éstos. Estamos en el deber de entender y analizar esta situación porque como agentes protagónicos nos interesa no sólo estar informados sino ir en la búsqueda de soluciones. Como profesionales es de interés comprender los procesos que en el ámbito económico se desarrollan en Venezuela y una región.

La formación de economistas debe incorporar la visión compleja a la cual contribuyen hoy las distintas escuelas de pensamiento. Formulaciones heterodoxas progresan en el sentido de hallarse con la realidad en cualquier momento, si la política cambia, y con ellas resurge la economía política y otra política económica puede colocarse al mando en la sociedad. Esas formulaciones heterodoxas se corresponden con la escuela evolucionista, la economía experimental, la economía ecológica, el neoestructuralismo y la escuela postkeynesiana.

Habrá que agradecerle al siempre recordado profesor Domingo Felipe Maza Zavala todas sus aportaciones que nos legó en pro del acervo teórico de esta ciencia y para la compresión del ciudadano común de la incidencia de estos fenómenos en su diario trajinar. Probablemente, entre los tributos de mayor trascendencia que podríamos rendirle a su ideario sería hacer accesible a muchos de nuestros conciudadanos esos conocimientos indispensables para el desarrollo de nuestro país en todos sus contextos.

*Esta columna fue publicada originalmente en ElMundo.com.ve.

Países
Autores