Habitantes de varios sectores de Bogotá, incendiaron el pasado jueves llantas y bloquearon con piedras las calles para impedir el tráfico de vehículos, en una protesta para exigir la entrega de ayudas que les permitan sobrevivir en medio del aislamiento.
Bogotá.- Familias pobres de la capital de Colombia comenzaron a recibir donaciones de alimentos entregadas por el Ejército, mientras que decenas de habitantes de la calle se bañaron y se cambiaron de ropa en una jornada de asistencia de la alcaldía en medio de la cuarentena para frenar la expansión del coronavirus.
Habitantes de varios sectores de Bogotá, la capital colombiana de más de siete millones de habitantes, incendiaron el pasado jueves llantas y bloquearon con piedras las calles para impedir el tráfico de vehículos, en una protesta para exigir la entrega de ayudas que les permitan sobrevivir en medio del aislamiento.
La mayoría de habitantes de las zonas pobres de la capital colombiana son trabajadores informales que se ganan la vida como empleados de construcción, recicladores de basuras, vendedores de calle y otras actividades con las que perciben un ingreso diario para pagar su alimentación y vivienda.
Pero con el aislamiento que decretó el Gobierno del presidente Iván Duque desde el 24 de marzo y que se extenderá hasta el 27 de abril, miles de personas quedaron sin ingresos para comprar alimentos, agravando la crisis social en una ciudad, que como en el resto del país, tiene marcadas diferencias entre ricos y pobres.
Soldados con trajes camuflados, guantes y tapabocas caminaron el viernes por las empinadas calles del barrio Egipto, una zona de viviendas antiguas y fachadas coloridas del centro de Bogotá, para entregar casa por casa más de 300 cajas de cartón con arroz, fríjoles, azúcar, sal, un cárnico enlatado, papel higiénico, además de varias botellas de agua.
"Esto es una alegría muy grande, estoy muy agradecida porque hay mucha gente que no se acuerda de uno, ustedes se vinieron a acordar, muchas gracias, esto llegó en un momento en que estamos escasos de mercado", dijo con lágrimas en los ojos Luz María Piraquive, de 61 años, quien vive con su familia en el barrio Egipto, en las laderas de las montañas del centro de Bogotá.
Pero los beneficiados con los mercados en el barrio Egipto son una mínima parte de una ciudad con enormes necesidades. En toda la ciudad el ejército ha entregado más de 7.000 mercados que se suman a otros 7.500 repartidos por la Cruz Roja.
Adicionalmente, la alcaldía de Bogotá ha entregado ayudas monetarias a más de 281.000 familias pobres de unas 500.000 a las que se busca asistir en medio de la cuarentena.
Esfuerzo de mitigación. "Estamos llegando a una comunidad con muchas necesidades, uniendo esfuerzos para tratar de colaborar y mitigar en algo esta emergencia que estamos viviendo", dijo el mayor Johan Alzate, oficial de operaciones del Batallón Guardia Presidencial.
Aunque el Gobierno Nacional dispuso un presupuesto de unos 18 billones de pesos (US$4.430,5 millones) para atender las necesidades de salud y de asistencia humanitaria en medio de la emergencia sanitaria, en Bogotá y otras ciudades del país de 50 millones de habitantes muchos dicen que no han recibido nada.
Los habitantes de la calle también intentan sobrevivir en medio de la cuarentena y la Alcaldía de Bogotá comenzó jornadas de asistencia en las que ofrece duchas, utensilios de aseo, cambio de ropa y alimentación.
"Llevo siete días durmiendo en la calle, comiendo en lugares del gobierno", dijo Hamilton Mosquera, de 42 años, oriundo de la ciudad portuaria de Buenaventura, quien antes de la cuarentena trabajaba como portero de una discoteca.
La Secretaría de Integración social mantiene jornadas de asistencia a los indigentes en un esfuerzo por contener la expansión del coronavirus, que ha dejado alrededor de 3.500 personas contagiadas y más de 150 muertas en todo el país.
Solo en Bogotá se han confirmado casi 1.400 casos y la muerte de 61 personas, por lo que la alcaldía busca evitar que unas 9.500 personas sin hogar se conviertan en un vector de propagación.
"Hemos generado jornadas de auto cuidado, que llamamos, que es un lugar en donde habilitamos duchas, traemos ropa, elementos de bioseguridad como alcohol, gel antibacterial y alimentos", dijo Daniel Mora, funcionario de la Secretaría de Integración Social, quien califica las jornadas de asistencia como una contención del COVID-19.