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AMLO, Trump y la amapola
Mar, 17/07/2018 - 09:30

Yuriria Sierra

Latinoamérica contra el narco
Yuriria Sierra

Yuriria Sierra es conductora de Cadena Tres Noticias y de Imagen Informativa (México), así como columnista habitual de Excélsior.

La reunión cumplió las expectativas. Fotografías, saludos, encuentros en tiempo y forma. La comitiva de Estados Unidos llegó la Ciudad de México. Primero con Enrique Peña Nieto, todavía presidente. Después con Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente electo y con parte de su futuro gabinete: Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Carlos Urzúa, Alfonso Durazo y más integrantes del equipo de transición del próximo gobierno. Cerraron en las oficinas del todavía canciller Luis Videgaray. En ese orden, Mike Pompeo realizó su visita. Pero, para la visita en la colonia Roma se hizo acompañar de Steven Mnuchin, Kirstjen Nielsen y Jared Kushner, como lo informaron días antes. Reunión histórica, dijimos. Y lo reiteró el representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin. Encuentro sin precedentes que muestra la voluntad del gobierno estadunidense para reconstruir una relación con México que, en los últimos años, no logró los acuerdos que se esperaban en materia migratoria, económica y de seguridad. Los temas, los de siempre, pero ahora aderezados por los desafíos que representan a la relación bilateral las decisiones en materia migratoria y comercial por parte del gobierno de Trump.

Pero a ellos (y lo festejo) posiblemente los hayan tomado por sorpresa las declaraciones de los últimos días de Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación. La legalización de la mariguana medicinal (cannabinoides) y recreativa y la amapola medicinal (opioides) están anotados en la lista de agenda de gobierno para la nueva administración. Un paso gigantesco que, de concretarse, quitaría a nuestro país del lugar de sumisión que ha ocupado frente a Estados Unidos durante años. El combate al narcotráfico se atacaría desde un nuevo flanco que dependería únicamente de nuestro país, pero que iría en beneficio bilateral.

“La goma de opio tenía un valor de 18 mil pesos por kilo en la sierra de Guerrero el año pasado, en un mercado global cuyo valor oscila entre los 55 mil y los 65 mil millones de dólares anuales. El incremento de la introducción de fentanilo procedente de China, para producir drogas sintéticas, le restó mercado a los opiáceos, cuyo valor a principio de este año había bajado a ocho mil pesos el kilo en la sierra de Guerrero, donde en contraste con uno de sus principales cultivos, el mango de manila, la caja de 28 kilos vale 14.29 pesos...”, refirió hace un par de días Raymundo Riva Palacio en su columna. El año pasado, el Informe Anual que publica el gobierno de Estados Unidos sobre países productores y distribuidores de droga, ubicó a 22 países en su lista negra: Desde Afganistán hasta Venezuela, pasando por México. Sin embargo, a pesar de lo que ocurre en estos países, de la cantidad de droga y dinero que atraviesan esas fronteras, la legalidad no “se le ha ocurrido” a nadie.

Hace un par de años, la ONU entregó licencias provisionales de cultivo de amapola para contrarrestar los cultivos que operan en la clandestinidad, pero la red del narcotráfico es tan poderosa que ninguno de los 22 países participó para la obtención de estos permisos. Australia, España, Inglaterra, Francia, Hungría, Alemania, Austria, China, Turquí, Eslovaquia, Japón, Macedonia, Nueva Zelanda, Holanda, Ucrania, Polonia y Rumania son los únicos países del mundo que han hecho del cultivo de amapola una actividad legal. Juntos producen 800 toneladas anuales de morfina, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU. ¿Cuánta será la producción ilegal?

Marcelo Ebrard informó que la reunión de este viernes tuvo por objetivo, además de un primer acercamiento, el envió de proyecto de AMLO para la relación con Estados Unidos. No sabremos su contenido hasta que se tenga el acuse de recibo de Trump. Hasta el momento en que se escriben estas líneas, en la vocería favorita de Trump (su cuenta de Twitter), no hay nada que refiera acuse a lo hablado hoy por su avanzada en nuestro país. Pero creo que fue una gran estrategia de López Obrador (de la mano de Sánchez Cordero) anunciar que en México se estudia una posibilidad para reducir el derramamiento de sangre que provoca, por cierto, la compra ilegal de las armas que venden los fabricantes de su país. Porque, en una de ésas, sus hospitales terminan por comprarnos, legalmente, la morfina que produzcamos en este continente. Sobre todo, cuando las enfermedades terminales no han hecho más que incrementarse dramáticamente en todo el mundo, Estados Unidos incluido.

*Esta columna fue publicada en Excélsior.com.mx.

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