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Colombia y su nueva era de emprendimiento
Mié, 19/06/2019 - 10:39

Nacho Mateo

Colombia y su nueva era de emprendimiento
Nacho Mateo

Nacho Mateo es Chief of Investor Relations en IE Entrepreneurship. En los últimos años ha trabajado como COO de South Summit, uno de los mayores eventos de innovación enfocado en los ecosistemas del Sur de Europa y Latinoamérica.

Es indudable que el emprendimiento juega cada vez un papel más importante en la economía de cualquier país. Hemos visto cómo un país del tamaño de Israel (llamada la Startup Nation), con una población de 8,5 millones de habitantes, ha logrado construir un ecosistema emprendedor líder a nivel mundial (con permiso de Silicon Valley), que se ha convertido en uno de los principales motores de su economía.

En la última década, países como Alemania, Reino Unido, Francia y España han experimentado una edad dorada del emprendimiento y, con mayor o menor acierto, han demostrado que un ecosistema emprendedor desarrollado es algo fundamental para ser un país competitivo hoy en día.

Así las cosas, en el panorama latinoamericano no parece que la situación vaya a ser diferente. Si bien es cierto que Europa y Estados Unidos (y ahora China) han ido un paso por delante, también es cierto que se hace cada vez más patente que Latinoamérica comienza a dar sus primeros pasos hacia su propia época dorada del emprendimiento. En este aspecto, países como Brasil, México o Chile llevan años despuntando con políticas enfocadas en el desarrollo emprendedor. Pero al margen de los viejos conocidos han surgido nuevos jugadores sobre el tablero, y concretamente hay uno que merece ser seguido muy de cerca: Colombia.

El escenario colombiano no puede ser más esperanzador. El fin de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2017, el crecimiento económico de los últimos años, el posicionamiento como destino turístico mundial y la estabilidad política del país, han hecho que Colombia se encuentre actualmente en el momento idóneo para construir un gran ecosistema emprendedor. Para llevar a cabo este desarrollo, Colombia debe saber analizar sus virtudes y, sobre todo, analizar sus defectos. Pero ¿cuáles son los ingredientes necesarios para desarrollar correctamente un ecosistema emprendedor? A continuación, trataré de analizar algunos aspectos que han sido claves para el éxito de los distintos ecosistemas internacionales.

El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es la red de investigación en emprendimiento más grande del mundo. Este estudio anual hace seguimiento a la actividad emprendedora de los países que anualmente participan en el mismo, y evalúa los países en función de numerosos criterios. Uno de los indicadores a los que este estudio otorga más importancia es la tasa de actividad emprendedora (TEA por sus siglas en inglés,Total Entrepreneurial Activity), la cual describe la tendencia de la nueva actividad empresarial diferenciando entre nascent entrepreneurs (emprendedores cuyas empresas tienen una vida inferior a los tres meses) y new entrepreneurs (emprendedores cuyas empresas tienen una vida entre tres y 42 meses). En 2018, Colombia obtuvo, según este estudio, una TEA de 21,2%, obteniendo un prestigioso 7º puesto de un total de 48 países encuestados, experimentando un crecimiento de más del 13% con respecto al año anterior, lo cual es un dato muy significativo.

Sin duda alguna, la educación es uno de los pilares fundamentales para construir un ecosistema emprendedor exitoso. Escuelas y universidades deben promover el emprendimiento y formar a la sociedad, no sólo en los aspectos técnicos de la tecnología y la innovación, sino también inculcando valores propios de los emprendedores, como son la ausencia de miedo al fracaso o la capacidad de adaptarse a los constantes cambios. Según el estudio GEM, Colombia es uno de los países que mejor puntuación obtuvo en cuanto a la educación emprendedora en etapas postescolares, con un destacable 5º puesto sobre los 54 países encuestados, quedando por delante de países como Argentina, Chile, Perú o Uruguay. Sin embargo, a la hora de analizar la educación emprendedora en etapa escolar, Colombia baja hasta la posición 18 del ranking, situándose en la zona media.

Otro aspecto fundamental a la hora de desarrollar un ecosistema emprendedor competitivo pasa por establecer una adecuada gestión desde el sector público. El gobierno y el poder Legislativo tienen un rol importantísimo a la hora de establecer un marco regulatorio que incentive la creación de startups en el país, facilitando al emprendedor la supervivencia de la startup. En este aspecto, según las últimas cifras del Banco Mundial, en cuanto a países idóneos para empezar un nuevo negocio, Colombia ostenta la posición nº100 de los 190 países encuestados.

Además, según el GEM, Colombia ocupa la posición 31 de 54 en cuanto a políticas de impuestos y burocracia, por lo que claramente este es uno de los defectos que debe corregir.

El punto positivo para Colombia es el hecho de que el presidente del país, Iván Duque, ha manifestado en reiteradas ocasiones su apoyo a las políticas que incentiven el emprendimiento, por lo que no es de extrañar que estas evaluaciones mejoren si comienzan a implementarse vehículos de inversión pública, incentivos fiscales o políticas de atracción de talento, tales como la creación de un visado para emprendedores extranjeros.

Otro de los aspectos fundamentales en los que Colombia debe centrar sus esfuerzos, si quiere ser competitivo internacionalmente, es en la adopción de políticas de innovación abierta por parte de las grandes empresas privadas. En este aspecto, Colombia está aún muy lejos de los grandes ecosistemas. La adopción por parte del tejido empresarial del país de políticas de innovación abierta, a través de la colaboración con startups tecnológicas, es la herramienta que garantiza el desarrollo a largo plazo de los emprendedores y de las propias corporaciones.

En este sentido, son fundamentales las grandes conferencias de innovación como South Summit, que sirve como puente entre los ecosistemas de Europa y Latinoamérica, y que ha ayudado a unir a los principales actores del ecosistema emprendedor internacional. Este ha sido, sin duda, uno de los grandes factores que ha impulsado el crecimiento de muchos ecosistemas emprendedores en la última década, entre ellos España. Hemos visto cómo empresas de distintos sectores, como Telefónica, BMW, Ferrovial, BBVA, Iberdrola o Cemex han ido creando sus propias aceleradoras e iniciativas emprendedoras con objeto de estar en constante contacto con startups de su sector, fomentando de esta forma la innovación corporativa y convirtiéndose en muchos casos en los primeros clientes de las startups.

Además de la educación, del sector público y el sector empresarial, debemos analizar también otro de los pilares sobre los que debe sustentarse todo buen ecosistema emprendedor: la financiación. Según GEM, Colombia ocupa una de las últimas posiciones en cuanto a la facilidad de sus emprendedores para obtener financiación (ocupa la posición nº47 de 54). Es cierto que Colombia tiene muy poca madurez en cuanto a la existencia de fondos de venture capital y redes de business angels profesionalizadas; y que países como Chile, Brasil o México están mucho más avanzados que el ecosistema colombiano, sin embargo, cada vez más fondos extranjeros comienzan a fijarse en el mercado colombiano. Ya hemos visto cómo fondos como Axon Partners, Mountain Nazca o Dux Capital están empezando a realizar inversiones en startups colombianas. Sin duda alguna, la atracción del venture capital está extremadamente ligado al marco regulatorio del país y a la madurez del sector privado en cuanto a innovación abierta, tal y como hemos mencionado en los párrafos anteriores, y no es de extrañar que, a medida que las startups colombianas sigan desarrollándose y crezcan en métricas y número de clientes, los inversores intensificarán sus operaciones en el país.

Como conclusión, puedo afirmar que Colombia está aún dando sus primeros pasos en el desarrollo del ecosistema, pero no es de extrañar que aceleradoras, inversores y grandes conferencias de innovación estén poniendo sus ojos en la evolución de su ecosistema emprendedor. Si el país sigue tomando las medidas oportunas, muy pronto podemos estar hablando de uno de los países de Latino América líderes en innovación y emprendimiento.

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