Pasar al contenido principal

ES / EN

Creando “biciudades” en América Latina y el Caribe
Mar, 23/07/2013 - 14:41

Horacio Terraza

¿Qué es una ciudad emergente? ¿Cuántas hay en América Latina?
Horacio Terraza

Horacio Terraza se desempeña en la actualidad como coordinador, por parte de la Gerencia de Infraestructura y Medioambiente, de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Al mismo tiempo es Especialista Líder en Agua y Saneamiento de la División de Agua y Saneamiento. Su formación es en ingeniería, con 20 años de experiencia profesional en el campo urbano-ambiental, habiendo trabajado tanto en el sector privado como en organizaciones multilaterales de desarrollo. Anteriormente, Horacio trabajo durante once años para el Banco Mundial como Especialista Ambiental Senior, liderando la agenda urbana ambiental y coordinando las operaciones relacionadas con financiamiento de carbono en el Departamento Regional de América Latina. Terraza es ingeniero mecánico recibido en la Universidad Nacional de La Plata en Argentina y posee un master en Economía Internacional y Relaciones Internacionales de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad de Johns Hopkins.

Aunque la mayoría de ciudades en América Latina y el Caribe aun prefieren ampliamente los vehículos motorizados a las bicicletas, algunas de ellas están capturado la atención de otras ciudades con emprendimientos innovadores que han convertido la suyas en lugares más compatibles con el uso de la bicicleta. Ciudades como Buenos Aires, México y Sao Paulo apuntan a convertirse en líderes implementando programas exitosos de bicicletas públicas como los de París, Barcelona y Hangzhou.

Sin embargo, por cada historia de éxito de la región, hay otras que ponen en evidencia que aún es mucho el trabajo a realizar para lograr que las ciudades den a la bicicleta un rol más significativo como medio de transporte. Por ejemplo, Bogotá organiza el programa de ciclovías con más antigüedad en la región, en el cual las municipalidades cortan la circulación vehicular en determinadas calles y avenidas para abrirlas para el uso de la bicicleta durante los domingos y feriados. Según un informe de 2011 de la BBC, una de cada siete personas en Bogotá participa en el programa.

Pero el informe también indica que sólo el 2% de los usuarios de la ciclovía en el fin de semana usan las ciclovías permanentes durante la semana en Bogotá. Un usuario explicó que el tráfico hace que un viaje en bicicleta tome más tiempo; otros elementos disuasivos son: el índice de criminalidad, la poca conexión entre las rutas y la gente, y los vendedores que bloquean las ciclovías.

La elevada tasa de accidentes también disuade el ciclismo. Las personas que usan bicicletas dicen que no se sienten seguras mientras intentan compartir las calles con los conductores que carecen de educación vial en relación a las reglas de tránsito que conciernen a la presencia de ciclistas en las calles. Quienes usan la bicicleta como medio de transporte también señalan otros asuntos de igual importancia, como la falta de respeto de las reglas de tránsito y la falta de infraestructura.

A pesar de los desafíos para integrar la bicicleta en el transporte urbano, hay un fuerte y creciente activismo por parte de grupos voluntarios e individuos que trabajan para promover la conciencia de la bicicleta. Estos grupos aparecen por toda la región y organizan campañas para que sus ciudades sean lugares más seguros para andar en bicicleta. Los grupos trabajan frecuentemente con las autoridades municipales para desarrollar planes de transporte que consideran el ciclismo como elemento central. El trabajo de estos grupos está capturando la atención del mundo. Cuatro grupos latinoamericanos fueron reconocidos recientemente en el Velo-City 2013 en Viena (una conferencia sobre el ciclismo urbano) como Visionarios Ciclistas por sus nuevas ideas en culturas de ciclismo urbano.

El ciclismo representa una oportunidad importante para las ciudades emergentes crecientes de América Latina y el Caribe. Estas municipalidades tienen una posibilidad de modelar los ejemplos exitosos – y aprender de los desafíos – de las ciudades grandes de la región. Por lo tanto, estamos lanzando la comunidad biciudades para darle visibilidad internacional a las personas en América Latina y el Caribe que usan la bicicleta como medio de transporte diario, y a los esfuerzos por crear condiciones que faciliten el ciclismo urbano.

Biciudades busca crear un espacio para compartir y comparar experiencias y debatir las propuestas de ciudadanos, urbanistas, académicos y autoridades públicas que desean mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades. Aunque entendemos que las bicicletas siempre serán una parte menor de la matriz del transporte urbano, creemos que fomentar “biciudades” es una manera de contribuir a la construcción de ciudades más humanas, saludables y sostenibles.

¿Les interesa el tema de la bicicleta como modo de transporte? Visítenos en Facebook: biciudades para participar en la conversación.

* Esta columna fue publicada originalmente en el blog Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Autores