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El show de Erdogan en el caso Khashoggi
Mié, 24/10/2018 - 10:14

Hülya Schenk

Hülya Schenk
Hülya Schenk

Hülya Schenk es periodista de la redacción turca de Deutsche Welle.

Turquía podría haber investigado a fondo el asesinato de Jamal Khashoggi utilizando todos los medios legales a su disposición y esclarecer al público mundial mucho antes sobre este caso. El presidente turco, Recep Tayip Erdogan, habría logrado dos cosas: en primer lugar, recuperar la confianza de la comunidad internacional en el país, que ha sufrido severamente en los últimos años. Además, el poder judicial turco, que ha estado durante mucho tiempo a la sombra de la política, podría haber recuperado cierto prestigio en la propia Turquía.

Pero Turquía no ha aprovechado la posibilidad que le ha brindado esta crisis. Mientras el mundo entero miraba hacia Turquía por este asesinato, Erdogan ha hecho del tema su propio espectáculo. Su manejo de este caso de asesinato no ha sido política ni legalmente apropiado.

El presidente habla como un juez

La Policía y la Justicia turcas ya habían investigado con éxito. Pero, ¿qué hizo Erdogan? Presentó esta información durante una sesión de la facción parlamentaria de su partido AKP, como si leyera una acusación o una sentencia. Ya era seguro, dijo, que Khashoggi fue asesinado en la embajada de Arabia Saudí. Hay evidencia sólida. Según Erdogan, habría sido posible rastrear cómo los "equipos" que cometieron el asesinato viajaron a Estambul y, luego, abandonaron nuevamente la ciudad. Un ciudadano turco también habría estado involucrado como cómplice. Ahora, Arabia Saudí debe aclarar el trasfondo del caso.

De acuerdo con la ley turca, ni siquiera la oficina del fiscal, sino solo un fallo judicial puede expresarse de tal modo. Además, no es tarea del presidente del Estado divulgar información sobre investigaciones procesales en curso. Así que, una vez más, con su comportamiento, Erdogan ignoró la separación de poderes y la independencia del poder judicial.

Crear las condiciones marco necesarias para una investigación independiente, eso habría sido tarea de Erdogan. Pero Erdogan vio la oportunidad de recuperar la confianza de la comunidad internacional y fortalecer su posición en negociaciones a puerta cerrada. Así que hizo del caso Khashoggi un show.

Entre los Hermanos Musulmanes y la familia real saudí

Detrás del asesinato del periodista crítico del régimen saudí se halla una de las luchas de poder más duras en el mundo árabe. El periodista fue víctima de la guerra entre el mundo islámico sunita y los árabes wahabíes. Khashoggi estaba cerca de los Hermanos Musulmanes, por los que Arabia Saudí se siente amenazada en su existencia. El gobierno turco es también cercano a la Hermandad Musulmana, pero no quiere enfrentamientos con con la familia real saudí. Eso hizo que la investigación fuera tan complicada y, probablemente, esa es la razón por la ha sido tan lenta.

Otro factor decisivo es esta confirmación de los expertos en derecho: de acuerdo con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, en casos de extrema gravedad, como este, es legalmente posible responsabilizar a los representantes de un país, que normalmente están sujetos a la inmunidad diplomática. Pero esta posibilidad legal no fue utilizada. El cónsul general de Arabia Saudí ha podido salir de Turquía sin ningún problema, porque Turquía ha cerrado los ojos. Está claro que Turquía no quería quedar atrapada en un dilema entre el régimen saudí y la Hermandad Musulmana.

Solo los perpetradores serán condenados, no los instigadores

El asesinato fue considerado e investigado solo como un asesinato ordinario. No se siguieron las pistas que podrían haber llevado a implicaciones políticas. Debido a que cualquier rastro que hubiera llevado directamente al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, habría causado solo problemas, ni siquiera se buscó en esa dirección.

Aunque Erdogan sigue señalando a Arabia Saudí con el dedo y pide a Riad que entregue al poder judicial turco a las 18 personas que fueron detenidas por la Policía saudí, el presidente turco le teme a un proceso cuyas consecuencias podrían alcanzar a la familia real saudí.

Por lo tanto, cualquier supuesto esclarecimiento del caso Khashoggi en Turquía no afectará, ciertamente, la dimensión política de este asesinato. Solo los asesinos a sueldo serán procesados, sin tocar a los autores intelectuales de este asesinato. Si la comunidad internacional realmente quiere aclarar a fondo este asesinato, debería tomar la iniciativa y entregar el caso a un tribunal internacional.

Pero incluso eso no puede cambiar ya el hecho de que, en el caso Khashoggi, Erdogan ha tratado al poder judicial turco como un menor de edad sin derecho a intervención.

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