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¿Fin del amor con la Argentina en Wall Street?
Mar, 27/03/2018 - 09:11

Diego Martínez Burzaco

¿Fin del amor con la Argentina en Wall Street?
Diego Martínez Burzaco

Diego Martínez Burzaco es Jefe de Estrategia / MB Inversiones.

Desde hace un par de semanas, en el mercado argentino hay una tensa calma. 

Los operadores de la mesa de dinero están entre aburridos, escépticos y desconcertados con lo que ocurre con las acciones locales. Y no es una situación para soslayar, ya que a la errática tendencia que los mercados de Wall Street comenzaron a manifestar desde febrero se le adiciona el condimento argentino endógeno: la fuerte pérdida del volumen negociado en renta variable local.

En las últimas dos ruedas se negociaron cerca de 30 millones de dólares. Se trata de un volumen peor que en un día feriado en Wall Street.

En los últimos tres meses, el promedio diario operado llegó a los 922 millones de pesos argentinos, pero ese volumen se dio gracias a los montos transaccionados durante enero, ya que a partir de febrero, el mismo cayó de manera estrepitosa.

Y para cualquier mercado, la caída del volumen es un golpe letal, ya que implica ignorancia y desánimo por parte de los inversores, dejando sin sustento real a las subidas o bajadas de las cotizaciones.

¿A qué se debe la caída de volumen?

La conferencia del 28 de diciembre que dio el equipo económico del presidente Mauricio Macri, anunciando el cambio de la meta de inflación, fue un golpe grande para la confianza del rumbo económico de la Argentina y para la batalla contra la inflación.

¿Cuáles son los síntomas que muestran este fin del idilio con el país?

1. La mencionada depresión del volumen negociado en las acciones argentinas.

2. La suba del riesgo país, equivalente a una caída en el precio de los bonos.

3. Las mayores expectativas de inflación y devaluación.

Este cocktail de factores está conspirando con el andar del inversor, que tiene que flexibilizar al máximo su estrategia para poder ganar cobertura ante los flagelos mencionados, que afectan el poder de compra de los ahorros.

El desánimo no sólo se hace sentir en el mercado local, sino también en Wall Street. Y una clara señal de esto tiene que ver con las últimas colocaciones de acciones que hicieron empresas argentinas en la Bolsa de Nueva York.

Sin contar las ampliaciones de capital que hicieron algunos bancos que ya estaban cotizando sus ADRs, en la era del Gobierno de Cambiemos fueron cinco las nuevas compañías que comenzaron a listarse en el país del norte:

Banco Supervielle (SUPV) 

Despegar (DESP) 

Loma Negra (LOMA) 

Corporación América (CAAP) 

Central Puerto (CEPU)

El cambio de humor de Wall Street lo observamos en la evolución de cada uno de estos papeles en sus primeros 20 días de cotización en esos mercados.

La suerte fue realmente dispar: mientras que en el caso de las tres OPIs más antiguas (donde había fuerte expectativa para con el Gobierno de Cambiemos) se vieron resultados de hasta un 25% de ganancias, en los últimos dos casos la performance ha sido realmente pobre:

El gráfico es claro y elocuente. En las últimas colocaciones, como las de Corporación América y Central Puerto, o se colocó en el rango mínimo de precio o se bajó el precio de referencia para encontrar la demanda.

La señal es clara: Argentina necesita recomponer los lazos con el inversor.

Razones para ser optimistas

Cuando las cosas en materia bursátil no lucen realmente atractivas, uno tiene que hacer los esfuerzos para encontrar síntomas positivos de cara a lo que se viene. Por naturaleza, el inversor debe ser siempre positivamente constructivo, ya que en cualquier rincón existen negocios para hacer.

Con el panorama descripto anteriormente, se destacan tres elementos para tener esperanza:

1. Si bien el volumen se recortó significativamente, lo cierto es que no hay una salida masiva de los activos financieros argentinos, al menos en las acciones.

2. Es inminente el tratamiento de la nueva ley de mercado de capitales en el Congreso, lo que sugiere que podríamos tener una aprobación y el camino allanado para la decisión de junio del MSCI en pos derecuperar el estatus de Mercado Emergente.

3. El resultado de los balances corporativos que se presentaron dejaron una sensación positiva: hay sectores donde las empresas están ganando mucho dinero de manera genuina, destacándose los bancos y las energéticas.

Urge recomponer la relación de confianza entre la Argentina y el inversor. Quizás alguno de los tres factores anteriores sirva para acelerar ese proceso.

*Esta columna fue publicada con anterioridad en Sala de Inversión.