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ISO 50001: conozca la nueva norma de gestión de energía
Jue, 28/04/2011 - 11:23

Eric Huang

ISO 50001: conozca la nueva norma de gestión de energía
Eric Huang

Eric Huang es Global Product Manager de SGS para Energía y Sostenibilidad, M.Sc. Ingeniería Civil y Medioambiental de Rutgers (The State University of New Jersey, EE.UU.). Cuenta con más de 22 años de experiencia en ingeniería medioambiental, además de gerencia en auditoría, consultoría, ingeniería y operaciones. Es un profesional certificado en Medición y Verificación (CMVP) por EVO/AEE, cuenta con entrenamiento como Gerente de Energía por AEE y como especialista certificado en Energía, concedido por el Bareau de Energía de Taiwán. Ha conducido numerosas auditorías y consultorías de energía y cambio climático, entre otros temas.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés) asegura que el calentamiento del sistema climático es un hecho inequívoco en las últimas décadas. Así por ejemplo, confirma que se ha registrado un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, tales como olas de calor, heladas, fuertes lluvias, sequías y ciclones tropicales, además de un aumento en el nivel del mar.

El periodo 1995-2006 está en el ránking de los doces años con mayor temperatura desde 1850. Este incremento en la temperatura se ha extendido por todo el mundo, registrándose aumentos en los niveles del mar y disminución de la extensión y consistencia de los hielos.

Las actuales tendencias de energía y CO2 se encauzan directamente a contrarrestar las repetidas advertencias efectuadas por el IPCC, las que concluyen que será necesario alcanzar al 2050 reducciones de al menos 50% en las emisiones globales de CO2, comparadas con los niveles del año 2000 para impedir que en promedio la temperatura global suba en el largo plazo entre 2 y 2,4 °C.

Estudios recientes sugieren que el cambio climático está ocurriendo aún más rápido de lo esperado, y que incluso el objetivo “50% al 2050” podría ser insuficiente para evitar el peligroso cambio climático.

Sin embargo, el mundo necesita incrementar el suministro energético para sustentar el crecimiento económico y desarrollo. Pero los recursos energéticos están bajo presión y las emisiones de CO2 que provienen del uso actual de la energía ya amenazan nuestro clima. ¿Qué opciones tenemos de migrar a energías más limpias y eficientes?, ¿cuánto costaría?, ¿qué políticas necesitaríamos?

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), en “Energy Technology Perspectives (ETP) 2010”, la próxima década es crítica. Si las emisiones no alcanzan su punto máximo alrededor del 2020 y declinan a un ritmo constante a partir de entonces, llegar al necesario 50% de reducción el 2050 será mucho más costoso. Sin el ánimo de hacer pronósticos, sino que para demostrar las oportunidades, la IEA plantea dos escenarios: el ETP2010 Baseline y el ETP2010 BLUE Map

El primero muestra que si no hay nuevas políticas, los combustibles fósiles seguirán siendo la principal fuente para satisfacer las necesidades de energía mundial, entregando energía que provoca emisiones de CO2, casi duplicando los 57 Gigatoneladas (Gt) el 2050. En contraste, el segundo escenario (ETP2010 BLUE Map) traza una senda de menor costo para reducir a la mitad la energía relacionada con las emisiones de CO2 al 2050 (en comparación con los niveles de 2005). También muestra cómo la transición a una economía de bajo carbono aumentará la seguridad energética y apoyará el desarrollo económico.

El incremento en la eficiencia energética llegará a ser el mayor impulso del futuro. “La Eficiencia Energética es el medio más prometedor para reducir los gases de efecto invernadero en el corto plazo”, dijo Yvo de Boer, ex secretario ejecutivo UNFCCC (Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático). Las opciones de bajo costo para reducir el actual consumo -muchas de las cuales estás ya disponibles- ofrecen el mayor potencial para reducir las emisiones de CO2 de aquí al 2050.

La tecnología de conservación de la energía y los equipos/instalaciones son sólo una parte del acercamiento a la mejora en eficiencia energética. La eficiencia energética en la industria se logra mayoritariamente a través de cambios en cómo la energía es gestionada en una aplicación, más que en la instalación de una nueva tecnología. La gestión sistemática y el comportamiento han llegado a ser los esfuerzos claves para la eficiencia energética hoy en día. Un estándar de gestión de la energía entrega un método de integración de la eficiencia energética en sistemas de gestión industriales o comerciales para el mejoramiento continuo.

Al darse cuenta de la importancia de la gestión de la energía, la International Organization for Standardization (ISO) desarrolló en 2008 la ISO 50001 como la futura norma internacional de la gestión de la energía. Estimándose su publicación para agosto de 2011, se espera que afecte a más del 60% del consumo energético mundial y tiene el potencial de llegar a ser un catalizador global para la eficiencia energética industrial, del mismo modo que la ISO 9001 lo ha sido para la calidad. Según la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), el consumo específico de energía en la región podría ser reducido entre 10% y 25% en el corto y mediano plazo a través de la implementación de planes de eficiencia energética.

El propósito de la ISO 50001 es permitir a las organizaciones establecer los sistemas y procesos necesarios para mejorar el desempeño energético, incluyendo eficiencia energética, uso, consumo e intensidad1. La implementación de este estándar debería conducir a una reducción en el costo de la energía, la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero y otros impactos positivos en temas medioambientales, a través de una gestión sistemática de la energía.

La aplicación global de este estándar internacional contribuye al uso más eficiente de las fuentes energéticas disponibles, aumentando la competitividad e impactando positivamente en el cambio climático. La ISO 50001 considera todos los tipos de energía, incluyendo energía renovable, no renovable y alternativa. Requiere la identificación, priorización y registro de oportunidades para mejorar el desempeño energético, incluyendo, donde sea posible, fuentes energéticas potenciales, uso de energías renovables o alternativas.

Sin embargo, la ISO 50001 no establece requisitos absolutos para el desempeño energético más allá del compromiso en la política energética de la organización y su obligación de cumplir con los requisitos legales y de otra índole que sean aplicables. Así, dos organizaciones llevando a cabo similares operaciones, pero teniendo diferente desempeño energético, pueden ambas cumplir con sus requisitos.

La clave para un Sistema de Gestión de la Energía exitoso es que éste sea asumido como propio y sea integrado completamente a los procesos de gestión dentro de la organización, es decir, que las implicaciones de la administración de la energía sean consideradas en todas las etapas del proceso de desarrollo de nuevos proyectos, y que esas implicaciones formen parte de cualquier cambio en el control de procesos.

Un ejemplo concretó es que SGS certificó en febrero de 2011 las instalaciones en Taiwán de AU Optronics Corporation’s (AUO), dedicadas a la producción de LCDs-TFT (Thin Film Transitor), con tecnología 8.5G, bajo la ISO/DIS 50001 (el borrador de la norma). AUO es el primer productor mundial de este tipo de LCDs en obtener esta certificación. Un total de 66 medidas de ahorro energético están siendo establecidas por AUO en 2011, esperándose obtener 10% de ahorro. Se estima que se ahorrarán 55 millones de kWh de electricidad, y se reducirá en 35 mil toneladas las emisiones de carbono, el equivalente al efecto de 9 veces la deforestación del Central Park de la ciudad de Nueva York.

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