La disputa entre los taxistas y Uber deja en evidencia una de las paradojas de la evolución que como sociedad estamos teniendo hacia lo digital. Más allá de lo legal o ilegal, de lo justo o injusto, o de lo que finalmente los chilenos o la legislación decida al respecto, lo cierto es que existe una población cada vez más consciente del impacto y utilidad que las tecnologías de la información pueden aportar para una mejor calidad de vida.

Según el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en Chile se ha superado el 70% de conectividad y con el objetivo de disminuir la brecha digital, está impulsando la iniciativa Wifi ChileGob que implementará una red de más de 1.200 zonas de Wifi público, de aquí al 2017, en todo el país, fomentando la inclusión digital y el acceso a nuevas tecnologías.

En el mundo, son más de 3.200 millones los usuarios que tendrán acceso a Internet este año, según datos de IDC, es decir, casi la mitad de la población mundial. De éstos, más de 2.000 millones accederán a Internet a través de sus smartphones. Chile no está ajeno a esa realidad. Hoy, sobre el 80% de las personas entre 21 y 35 años, que son casi 4,3 millones en el país, de acuerdo al INE, utiliza un teléfono inteligente para comunicarse, navegar por Internet, comprar, estudiar y contratar servicios, por ejemplo, como el que entrega Uber.

Es más, la inversión publicitaria on line en Chile sigue creciendo, pese a las señales de menor dinamismo que ha registrado la economía nacional los últimos 24 meses. De hecho, tuvo un incremento de 24% respecto de 2014, llegando a un total de CL$105.376 millones (más de US$155 millones), según lo evidenció el último informe anual de IAB Chile (Interactive Advertising Bureau).

En ese contexto, hemos visto la transformación de diversos negocios. Algunos han podido superarse con ingenio e innovación, adaptándose a esta nueva sociedad de la información, como se le ha llamado; otros han fracasado en el intento y algunos han muerto de forma inminente. Ejemplos, entre muchos, son Kodak, Nikon, Daewoo, Nokia, Blockbuster. En Chile, están los casos del diario La Nación, que solo sobrevive en formato digital, y la Feria del Disco que no pudo y tuvo que bajar la cortina.

La moraleja es, entonces, cómo nos adaptamos a las necesidades de inmediatez, ubicuidad, movilidad y atención de calidad de los usuarios de hoy, cada vez más tecnologizados, exigentes y conocedores de lo que buscan y quieren. Asimismo, cómo las empresas (o los gremios, como el de los taxistas) puede transformar  los obstáculos en oportunidades. La tecnología existe y está disponible, pero detrás de ella debe haber una visión de largo plazo que permita satisfacer las demandas de un mercado que avanza a pasos agigantados hacia los digital.