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La nueva clase media consumidora del Perú
Lun, 19/12/2011 - 09:24

Jorge Medina Méndez

Innovación: una oportunidad para la nueva Latinoamérica
Jorge Medina Méndez

Es Managing Partner de EY en Perú y miembro de su directorio sudamericano. Asesora a importantes empresas peruanas e internacionales. Cuenta con un MBA de la Adolfo Ibáñez School of Management de Miami. Analista y conferencista en temas de su especialidad, es también presidente y miembro del directorio de diversas instituciones universitarias, profesionales y empresariales.

En momentos en que la mayoría de los países desarrollados luchan por su recuperación económica, mercados de rápido crecimiento como los de África, Europa del Este, Medio Oriente y Latinoamérica continúan expandiéndose y jugando un rol cada vez más dominante en la economía global. Muchas de estas economías se están convirtiendo en hubs de emprendimiento, innovación y comercio, así como de inversión de empresas multinacionales.

Esos mercados son vastos. Solamente en Asia la clase media alcanza a 525 millones de personas, cifra que supera a la población de toda la Unión Europea. Salvando la distancia, un fenómeno similar se da en el Perú cuando uno considera la proporción que existe entre la clase media emergente y la de distritos tradicionalmente más desarrollados. Por ejemplo, los distritos del cono norte de Lima como Independencia, Los Olivos y San Martín de Porres poseen una proporción de clase media similar a la de Miraflores, San Isidro, San Borja, Surco y La Molina, en su conjunto. La diferencia es que los primeros poseen en volumen casi el doble de consumidores de clase media, muchos de ellos surgidos en la última década.

En 2030, la población peruana sumará 36 millones según estimaciones de la Cepal, cifra que podría ser mayor si el Perú no estuviese experimentando un bajo crecimiento poblacional que apenas alcanza 1,1% anual, una tasa muy baja comparada con el crecimiento del PIB peruano. Ello es el resultado de una tendencia iniciada en los años 80 con un promedio del 2,0% -caracterizada por el entorno de violencia y reducidas inversiones-, luego de haber crecido 2,6% en los 70. Si bien ahora estamos económicamente mejor, hacia 2030 nuestra tasa de crecimiento poblacional será de sólo 0,75%. Tomará 20 años hacer crecer nuestra población en seis millones de habitantes/consumidores. La pregunta es ¿cuál será el tamaño de la clase media peruana para entonces?

Hasta hoy nuestro crecimiento ha estado dominado por la inversión en infraestructura y el crecimiento de nuestras exportaciones, pero en la próxima década se espera que este panorama cambie a una economía en que el consumo interno tenga más importancia. Aunque no considerada rica -según el estándar de los países desarrollados-, una enorme clase media que hoy gasta más creará grandes oportunidades para empresas locales e internacionales que ofertan productos y servicios.

En los próximos años veremos cómo las economías desarrolladas terminan de recuperarse, acompañadas de un lento crecimiento de su consumo. Por lo que se hace más crítico hacer crecer el mercado interno -mediante la inversión y generación de empleo-, exportando más y mejor a los mercados emergentes, el de hoy, y ese más de tres mil millones globales que surgirán en los próximos 20 años según un estudio de Ernst & Young.

El Estado y las empresas tienen algunos to-do's por delante. En el contexto actual, de una economía local sólida, deben discutirse e implantarse políticas públicas con verdaderas metas de desarrollo, como las planteadas en la reciente CADE, reducir los riesgos para explotar las oportunidades de inversión -y de empleo e impuestos- de capitales peruanos, regionales y globales, para hacer crecer -de manera sostenible-el tamaño de nuestra clase media y poder afrontar mejor el futuro.

Ello requiere fortalecer los pilares básicos de desarrollo y competitividad. Si bien en los últimos diez años ha habido una importante reducción de la pobreza, hay que recordar que fue posible por una oportunidad única en que el comercio de la región con China se triplicó. Ello no va a repetirse fácilmente; lo más que podemos pedir es que se mantenga. Por el lado de las empresas, estas deben enfatizar en la innovación para satisfacer cada vez mejor a la creciente clase media nacional y global, con productos acordes con sus necesidades, a la vez que poder competir frente a las multinacionales -antiguas y nuevas- que buscan también sobrevivir y crecer con la clase media de los mercados emergentes.