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Las señales de Xi Jinping a Kim Jong-un
Mar, 25/06/2019 - 10:30

Peter Sturm

La estrategia de Kim Jong-un
Peter Sturm

Peter Sturm es redactor del diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung".

Durante su visita a Corea del Norte, el líder chino Xi Jinping envió numerosas señales. En dirección a China, mostró que es a él a quien otros estadistas escuchan. Y es exactamente esta la señal que Xi, al mismo tiempo, le mandó a Donald Trump. Por otro lado, el líder norcoreano Kim Jong-un tuvo que recordar (de nuevo) que puede confiar en China en un sentido: la preservación del Estado de Corea del Norte. No obstante, en paralelo, también está claro que China aún no está dispuesta a tolerar a Corea del Norte como potencia nuclear.

Por el momento, todos los esfuerzos para encontrar una solución al conflicto nuclear corren el riesgo de fracasar debido a este problema fundamental. Kim Jong-un (apoyado por China y Rusia en este sentido) está decidido a buscar que se flexibilicen las sanciones contra su país. A cambio, está dispuesto a dar una compensación más o menos simbólica. Por su parte, Estados Unidos (con el apoyo más que tácito de China y Rusia) quiere poner fin al armamento nuclear de Corea del Norte de una vez por todas. 

Kim, sin embargo, no parece estar preparado aún para eso. Esta actitud ya llevó al fracaso de su reunión con Trump en Hanói. Lo cierto es que si bien el gobierno de Kim ya no se basa tanto en el Ejército como el de su padre, los generales no estarían contentos si les quitaran sus prestigiosas armas nucleares.

Los intereses chinos, por otra parte, seguirían resguardados si entonces se consiguiera llegar a un acuerdo, político y personal, que garantizara la existencia de Corea del Norte como Estado, pero que prescindiera de Kim Jong-un y su familia.

El hecho de que, a pesar de todas las imágenes y gestos amistosos, no todo está despejado en la relación de China con Corea del Norte se observa en un dato: el clima de la reunión fue "serio y abierto". Kim Jong-un tendrá que lidiar con la idea de que, a la larga, no puede tener lo mejor de todos los mundos para sí mismo.

La reunión de Hanói ya expuso su error de cálculo: Kim pensó que podría engañar a Donald Trump. Y falló. Xi Jinping es de otro calibre: tiene una estrategia. Y sobre todo tiene el poder de ayudar a Corea del Norte. O no. Y al final esa es quizás la señal más importante de esta visita. 

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