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¡¿Mandona?!: supéralo, tu jefa tiene opinión
Jue, 27/03/2014 - 22:50

Daniela Arce Valiente

¡¿Mandona?!: supéralo, tu jefa tiene opinión
Daniela Arce Valiente

Daniela Arce Valiente es Sub Editora del sitio MBA & Educación Ejecutiva.

Beyoncé se pone seria frente a la cámara y otras relevantes personalidades como Condoleezza Rice, la actriz Jane Lynch o la CEO de las mujeres scouts de EE.UU, Ana María Chávez le siguen en el mismo rictus severo para recordarles: "¡bossy!, ¡bossy!, ¡bossy!" ("¡mandona!, ¡mandona!, ¡mandona!"), la frase que pareciera que más surge en la mente de los hombres que se enfrentan a una mujer de mayor rango que ellos en la empresa, segura, empoderada.

Se trata de la campaña "Ban Bossy" ("soy la jefa, no mandona"), iniciativa que comienza a tomar fuerza a través de internet y que es encabezada por la COO de Facebook, Sheryl Sandberg -no mandona, de voz calma y apariencia frágil, ¿ok?-, quien se propone erradicar la palabra “mandona” para denominar a una mujer fuerte. Un llamado nada de extraño cuando en la sociedad estadounidense -y qué decir en Latinoamérica- existe una total confusión sobre el nuevo rol que debe jugar la mujer.

La intención de Sandberg no es nueva: publicó el libro "Lean In" en marzo de 2013, ha dado charlas en TED y además ha promovido varios círculos de encuentro en favor del liderazgo femenino gracias a su organización sin fines de lucro LeanIn.Org. O sea, se ha convertido en una vocera de las mujeres y se ha mostrado cada vez más dispuesta a representar a aquéllas que no tienen la actitud/estima/apoyo suficiente para ganar lo que por justicia les pertenece.

Y aunque esta apuesta comunicacional pareciera una más de las varias inciativas para empoderar al sexo femenino que surgen, viniendo de esta gerente mundial de Facebook podemos dejar espacio para la duda, ya que sus quejas y llamados parecen más un canto de guerra que simples palabras motivacionales, tomando en cuenta que cada día cobra más importancia como modelo el management y la gestión interna que están aplicando las nuevas compañías tecnológicas. Tal como ella ha dicho, la idea no es imitar la actitud de los hombres en busca de igualdad laboral, sino que ser capaz de "sentarse en la mesa (de reuniones) y levantar la mano", opinar, defender posiciones, además de trabajar duro para determinar "cuáles son los comportamientos que van a ser más exitosos para nosotras" de aquí en adelante.

Sin embargo, vale la pena preguntarse si son realmente eficaces este tipo de campañas o charlas de mujeres que se encuentran en el pináculo de su carrera, las que son seguidas no por pocas emprendedoras y ejecutivas que asumen que al prestarles un poco de atención, incorporarán por osmosis a sus vidas los axiomas clave del éxito, esos secretos, trucos y tips sobre cómo vencer los obstáculos que se presentan en el mundo laboral.

Piso común. Escuchar un discurso motivacional, lleno de buenas hitorias, puede enardecer las pasiones escondidas de mujeres que no sabían que tenían ganas de levantar un negocio o de otras que jamás se cuestionaron que sus compañeros de trabajo ganaran un mejor salario haciendo igual tarea que ellas. Pero si sólo se trata de esperar que por sí mismas se abran paso, que de la nada creen redes y que destruyan las barreras culturales que les hacen mella en el mercado laboral, puede que esta clase de discursos no se merezcan ni los aplausos de buena educación, porque en concreto, no tendrán ningún efecto.

Instituciones privadas como LeanIn ayudan, son un aporte, pero es importante destacar que ante la marketización de este tipo de 'refuerzos' formativos, la importancia de los apoyos gubernamentales cobra importancia ética para alcanzar un mínimo estándar común y real, sobre todo en los países emergentes.

Porque con astucia ha aprovechado Mattel, con su barbie emprendedora, el rol de la mujer y el boom emprendedor que abraza al mundo y la región, pero ¿realmente creerá la compañía que está ganando dinero y a la vez motivando a miles de niñas a crear una empresa? ¿Mattel pagará igual salario a mujeres y hombres que realizan igual función?

Otro ejemplo: la marca de juguetes GoldieBlox lanzó a fines de 2013 una línea denominada para futuras ingenieras. El anuncio publicitario lo protagonizan tres niñas, quienes con la música de “Girls”, de los Beastie Boys, alegan que a sus padres les gusta comprarles juguetes color rosa, mientras todo lo demás es para niños; que los juguetes para niñas suelen ser siempre iguales y ellas quieren usar el cerebro. La empresa explica en su sitio web: "en un mundo donde los hombres superan en gran medida las mujeres en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas... y las niñas pierden el interés en estos temas a los ocho años de edad, GoldieBlox está decidido a cambiar la ecuación". Pero yo me pregunto: ¿cuántas ingenieras tendrá en su personal GoldiBlox? ¿Cuántas ''mandonas” querrá realmente generar para que lideren el nuevo mundo?