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¿Nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia?
Lun, 23/04/2018 - 10:22

Farid Kahhat

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Farid Kahhat

Peruano, doctor en Relaciones Internacionales, Teoría Política y Política Comparada en la Universidad de Texas, Austin. Fue comentarista en temas internacionales de CNN en español, y actualmente es profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP (Perú) y analista internacional.

Quienes responden con un inequívoco "sí" a la pregunta que da título a este artículo, cometen, en mi opinión, varios errores. Estos derivan de aceptar el anacrónico contenido en la formulación de la pregunta: la Guerra Fría enfrentó a los Estados Unidos con la Unión Soviética, no con Rusia.

Esa no es una diferencia menor, por varias razones. La primera razón es que la soviética era la segunda economía mundial y equivalía a la mitad del PIB estadounidense. Rusia en cambio es la doceava economía del mundo y representa algo más del 7% del PIB de los Estados Unidos. Por eso mientras el gasto en defensa soviético llegó a ser comparable con el estadounidense, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos el gasto en defensa de los Estados Unidos, en 2014, era mayor que la suma de los ocho países que le seguían en nivel de gasto, seis de los cuales eran aliados suyos. Esto último es relevante porque, a diferencia del Pacto de Varsovia que le permitía a la Unión Soviética tener tropas en el territorio de la actual Alemania, Rusia no cuenta con una alianza remotamente comparable a la OTAN. Por eso su proyección de poderío militar se extiende únicamente a Siria, Vietnam y algunos de los Estados desgajados de la antigua Unión Soviética. En cambio, según la revista The Nation, los Estados Unidos poseen bases militares en 80 países del mundo.

Por último, la Guerra Fría no sólo fue un conflicto mundial por el alcance de las alianzas involucradas, sino también porque los Estados Unidos y la Unión Soviética representaban regímenes políticos y sistemas económicos antagónicos, que sus gobiernos promovían como modelo a seguir para el resto del mundo. La ideología legitimadora tras el gobierno de Putin es en cambio el nacionalismo ruso, el cual ejerce un escaso poder de atracción sobre quienes no poseen esa nacionalidad.

Existe, sin embargo, una excepción notable a lo dicho hasta aquí. La "Guerra Fría" obtuvo ese nombre por contraposición a las temperaturas infernales que podría generar una guerra nuclear. El principio básico era que, dada la posible destrucción mutua en una guerra entre Estados que poseían los mayores arsenales nucleares del mundo, estos se avenían a dirimir sus conflictos de interés a través de sus aliados, evitando una confrontación directa. Esa que fue una característica medular de la Guerra Fría, se mantiene vigente hoy. Por suerte, me sentiría tentado a agregar.

Si bien Rusia ya no es siquiera la segunda potencia militar por nivel de gasto en defensa (esa es China), sigue siendo el único país que cuenta con un arsenal de armas nucleares comparable en magnitud con el de los Estados Unidos. Cabe discutir si poseer miles de cabezas nucleares brinda a Rusia una mayor capacidad de disuasión que aquella con la que cuenta China, que posee sólo unas centenas. Cabría argüir, por ejemplo que, aunque no deje de impresionar el número hipotético de veces que esos arsenales podrían destruir todo vestigio de vida humana, sólo se muere una vez. De lo que no cabe duda es que brindan a las partes incentivos para seguir una máxima acuñada durante la crisis de los misiles. A saber, que en la era nuclear los Estados deben hacer la guerra como los puercoespines hacen el amor: con sumo cuidado.

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