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¿Por qué México debería pagar por el muro?
Lun, 29/01/2018 - 10:06

Farid Kahhat

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Farid Kahhat

Peruano, doctor en Relaciones Internacionales, Teoría Política y Política Comparada en la Universidad de Texas, Austin. Fue comentarista en temas internacionales de CNN en español, y actualmente es profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP (Perú) y analista internacional.

El tema vuelve a dar titulares. Primero el jefe de gabinete, John Kelly, sostuvo que el presidente Trump “estuvo mal informado” en campaña cuando postuló que México habría de pagar por el muro fronterizo, y que su posición “ha evolucionado” en temas de migración. Luego el propio Trump le enmendó la plana en público al afirmar en el medio oficial más socorrido de su presidencia (Twitter), que “El muro es el muro y nunca ha cambiado o evolucionado desde que lo concebí y deberá ser pagado, (…), por México”.

Sabemos desde el discurso que lanzó su campaña electoral hacia la presidencia que, según Donald Trump, México debería pagar por el muro fronterizo. Lo que llama la atención es que virtualmente nadie se pregunte por qué. Cuando un gobierno decide realizar una obra de infraestructura dentro de su territorio, paga por ella a través de su presupuesto, no a través del presupuesto de otro gobierno que jamás fue consultado sobre la decisión de construirla. ¿Por qué este caso debería ser distinto?

Aunque una vez en el gobierno Trump ha tenido el buen tino de no repetirlo, el argumento que esgrimió en campaña para responder a esa pregunta fue el siguiente: “Por muchos años, los líderes de México tomaron ventaja de los Estados Unidos al usar la inmigración ilegal con el fin de exportar el crimen y la pobreza en su país”. La cita proviene de la propuesta de campaña titulada “Reforma Migratoria que hará a América Grande Nuevamente” (sic). En su versión original ese documento añadía que esos líderes “incluso publicaron panfletos sobre cómo emigrar ilegalmente a los Estados Unidos”. Si busca en internet, la referencia a ese presunto panfleto oficial desapareció de la versión digital del documento, pero todavía consta en la versión en pdf.

En otras palabras, México debía pagar por el muro porque el propósito de este era contener una inmigración indocumentada que el gobierno mexicano propiciaba en forma deliberada con el fin de exportar crimen y pobreza. Si ya no se menciona ese argumento o el panfleto en cuestión, tal vez sea porque el primero es falso y el segundo nunca existió.

Por lo demás, se trataba de una propuesta migratoria que no resolvía ningún problema acuciante o siquiera real. De un lado, diversos estudios indican que desde 2009 la cifra total de inmigrantes indocumentados que residen en los Estados Unidos se mantuvo estable en alrededor de once millones. Ello debido a que, como señalaba el título de una publicación del Pew Research Center, “La Migración Neta desde México Cae a Cero –y tal vez menos” (producto de restar a quienes ingresan de manera indocumentada cada año desde México los inmigrantes indocumentados que son deportados o regresan voluntariamente).

De cualquier modo, el propósito maligno que atribuía la propuesta de Trump a los líderes mexicanos (es decir, exportar crimen y pobreza), jamás se consumó. Estudios que citamos en artículos anteriores indican que los inmigrantes de primera y segunda generación cometen en promedio menos crímenes que los ciudadanos estadounidenses con un nivel similar de ingreso. Esos estudios indican además que los inmigrantes no presionan a la baja los sueldos y salarios de la población local y, en promedio, aportan más a las distintas instancias de gobierno que lo que obtiene de ellas en servicios públicos.

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