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Procesos para sobrevivir en la nube
Lun, 03/09/2012 - 09:13

Luciano Guerrero

Outsourcers en la economía global, un gran desafío para Chile
Luciano Guerrero

Experto en Gestión de Procesos de Negocios (BPM), especializado en procesos de TI relativos a gobernabilidad, BPO, desarrollo, adquisición, servicio, gestión e ingeniería de software. Es Ingeniero Electrónico de la Universidad Federico Santa María (Valparaíso, Chile), y posee un diplomado en Gestión de Sistemas Informáticos en McGill University (Montreal, Canadá). Ha asesorado a numerosas empresas de Norteamérica, Latinoamérica, Europa y Asia en sus estrategias e iniciativas de mejoramiento de procesos. Es presidente y uno de los socios fundadores de Procesix Inc. (Canadá), así como del chapter ABPMP Chile. Además es instructor de CMMI para Desarrollo y Servicios autorizado por SEI, Carnegie Mellon University.

Estamos presenciando un período de fuertes transformaciones tecnológicas que impactarán significativamente a la sociedad global en las próximas décadas.

Dentro de las múltiples áreas de TIC en la que se está llevando a cabo la revolución tecnológica, se escuchan temas que aún la industria y la sociedad afectada están recién empezando a entender. La generación que sufre los hechos de una revolución se da cuenta mucho tiempo después que vivió un período revolucionario.

¿Se acuerdan cuando emergió el uso de la Internet?
Uno de ellos es la aparición de la Nube (Cloud Computing), en el cual sin darnos cuenta se ha comenzado a manejar datos, comunicaciones personales y negocios.

Desde nuestros Facebooks hasta historia financiera, hay una tendencia creciente a beneficiarse del almacenamiento barato, servicios as-a-service pagados por uso hasta la conveniencia de tener acceso a información desde los dispositivos móviles. Es una tendencia creciente y en el futuro habrá uso mayor, a nivel de corporaciones y Pymes. 

Los ciudadanos privados ya usan la Nube a través de medios sociales, apps y múltiples servicios. Lo esperado es que la masificación de dispositivos móviles, la manufactura aditiva, los sistemas ubicuos y la irrupción de otras tecnologías estimuladas por las transformaciones sociales que trae la crisis económica de los países desarrollados multiplicarán muchas veces el uso y la dependencia que tenemos en la Nube. 

Según estadísticas recientes, más de un 70% de las corporaciones internacionales estarían usando alguna modalidad de computación en la Nube. Algunas fuentes reportan un mercado de más de US$150.000 millones en 2012. Estamos en una era interconectada de Big Data, donde los Exabytes y Zettabytes de información están comenzando a materializarse, con valor económico y social que aún no imaginamos. No creo que se pueda responder cuál es el volumen de negocios la información en la Nube que maneja la economía chilena, pero probablemente es una parte importante del PIB nacional.

Pero las ventajas traen riesgos asociados. Asumimos que los grandes proveedores de servicios en la Nube tienen medidas infalibles para proteger nuestra identidad y seguridad informática.

Recientemente, hemos sufrido incidentes en los sistemas más seguros, desde datos robados a Apple ITunes hasta clonaciones de tarjetas, todo hace esperar que los delincuentes se esforzarán por perpetrar acciones delictivas en el enorme caudal informático residente en la Nube. 

Por eso es importante que las empresas evalúen el riesgo que tiene la información en la que reside su negocio, de tal modo que tomen decisiones informadas al momento de subcontratar servicios en la Nube. Hay que evaluar el impacto que significaría para sus diferentes datos si su confidencialidad, integridad o disponibilidad se viera comprometida. 

Al momento de evaluar al candidato a proveedor de servicios en la Nube se debe hacer preguntas más allá de los términos del Acuerdo de Nivel de Servicios, como los procesos de seguridad que implementan, sus planes de continuidad de servicio, estadísticas de performance y madurez de procesos. Las certificaciones ayudan, pero es fundamental la institucionalización de procesos de seguridad que su proveedor implemente

La responsabilidad final residirá siempre en el dueño de la información, quien debe evaluar lo que significan los datos para su negocio, tomar decisiones informadas al momento de usar la Nube, tener una cultura de buenas prácticas de seguridad en su entorno de trabajo y siempre tener planes adecuados para la continuidad del servicio.