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Pugna EE.UU. vs Rusia por Crimea: recordando al viejo Morgenthau
Lun, 14/04/2014 - 14:14

Patricio Díaz

El accountability que aflora en Chile
Patricio Díaz

Patricio Díaz es Sub Editor de AméricaEconomía.com. y Master en Ciencias Políticas.

Complejo, por decir lo menos, es tratar de esbozar algunas líneas referentes a la constante pugna que existe entre los Estados Unidos y la Unión Europea, en cuanto a la forma en que resuelven sus problemas o diferencias. Visiones encontradas que por cierto tocan temas tan transversales como la política, la economía, la cultura, la educación, etc... y que convergen en cómo utilizar la diplomacia y las relaciones internacionales para suavizarlas esas diferencias o solucionarlas.

Basta analizar lo que está sucediendo en Ucrania, especialmente en Crimea, y toda la batahola que ha significado para el gobierno de Barack Obama y sus pares europeos, una crisis que se activa en noviembre de 2013, cuando Viktor Yanukovich, por ese entonces presidente de Ucrania, anuncia la renuncia a un acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea y el acercamiento a Rusia, una incursión rusa que de inmediato intensificó la tensión entre Moscú y Washington. Y la arremetida estadounidense no se hizo esperar: el mandatario nortamericano impuso en marzo nuevas restricciones de visas a los funcionarios rusos y otros opositores al gobierno de Ucrania en Kiev, y autorizó al mismo tiempo amplias sanciones financieras contra todos los participantes en la intervención militar o en el robo de bienes estatales. Fue así como el 1 de abril el Congreso de EE.UU. le envía al presidente un proyecto de ley que suministraba garantías de préstamos por US$1.000 millones a Ucrania, nación que carecía de liquidez, e imponía sanciones para castigar a Rusia por su descarada anexión a Crimea.

Pero ¿qué es lo que genera esta agresiva diplomacia? ¿Se trata de posiciones antagónicas, irreconciliables? ¿O simplemente es que prima un movedizo concepto sobre el poder?

Europa desde un tiempo a esta parte (Primera y Segunda Guerra Mundial) comienza a alejarse del poder, es decir, se ha trasladando más allá del poder a un mundo autosuficiente, regido por las normas de la negociación y cooperación, al tiempo que se adentra en un paraíso poshistórico de paz y prosperidad, lo que Kant denominó la Paz Perpetua. Estados Unidos, por su parte, se aproxima más a un estado Hobessiano, es decir, que debido a su poderío militar, necesita menos excusas para recurrir a la fuerza. Por ende, carece de la paciencia necesaria para dejar que las gestiones diplomáticas tengan efecto, a la inversa de la UE. En otras palabras, el uso de la coerción se sobrepone al de la persuasión.

Al mismo tiempo, el enfoque estadounidense de la política internacional se orienta por lo general hacia finalidades dadas, en otras palabras, a resolver o eliminar. De lo anterior, entonces, queda claro un aspecto: el enfoque realista de la política exterior norteamericana.

Para explicar, grosso modo, el enfoque realista me remitiré al texto clásico de Hans Morgenthau, "Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz".

“Debemos suponer que los estadistas piensan y actúan movidos por un interés que se traduce en poder, ya que todas las evidencias de la historia confirman esa posición... El concepto de interés definido como poder, impone al observador una disciplina intelectual, confiere un orden racional en materia de política y posibilita la comprensión teórica de la política”, dice el autor. Lo anterior, entonces, se puede “resumir” en seis principios que nos permiten entender el enfoque realista, aunque antes debemos manifestar que esta corriente argumenta que lo más destacable es que el mundo es imperfecto, desde un punto de vista racional, resultado de fuerzas que son inherentes a la naturaleza humana, por ello lo mejor es cooperar con estas fuerzas, no ir en contra de ellas. Se aspira a hacer el menor mal posible, en vez de un bien absoluto.

Sus principios son:

*El primer principio supone que la política, al igual que toda la sociedad, obedece a leyes objetivas que están arraigadas en la naturaleza humana, que son inmutables y que gobiernan la vida de la sociedad. ¿Qué quiere decir esto? Que para el realismo político es posible distinguir una verdad absoluta... Entre lo que es verdadero y racional, y lo que es un juicio subjetivo de la realidad... Separando de esta manera, los hechos tal cual son.

*El segundo principio, supone que la política internacional gira en torno al interés definido en término de poder. “Los estadistas piensan y actúan movidos por un interés que se traduce en poder, ya que todas las evidencias confirman esa posición”. Esto quiere decir que, en primer lugar, el hombre delimita su campo de acción para poder definir entre lo político y lo que no es. Es decir, los estadistas (gobernantes) piensan y actúan dentro de los términos de un interés definido como el acrecentamiento del poder (consiguientemente, seguridad bienestar, etc.) Desde este elemento podemos entender el paso y anticipar los movimientos del estadista en el escenario político. Entonces, según esta escuela, pensando en términos de interés definido en cuanto poder, pensamos como piensa un estadista y entendemos sus pensamientos y acción.

*Tercer principio. El realismo no otorga a su concepto fundamental (interés definido como poder) un uso inmutable. Su uso o aplicación estará determinado por el ambiente político. Los intereses en otras palabras dependerán de las circunstancias, tiempo y lugar.

*Cuarto principio. El realismo político tiene conciencia del significado moral de la acción política. Tiene conciencia también de la inevitable tensión entre la disposición moral y los requisitos para que una acción política tenga éxito. La moral entonces debe ser filtrada de acuerdo a las circunstancias de tiempo y lugar.

*Quinto principio. El realismo político se rehúsa a identificar las aspiraciones morales de una nación, en lo particular, con las leyes morales que gobiernan el Universo. Esto quiere decir que las naciones pueden estar sujetas a una ley moral, lo cual no quiere decir que puedan saber qué es el bien y el mal en las relaciones entre las mismas. Para Morgenthau es el concepto rector de interés, definido en términos de poder, el que nos salva de esos excesos morales y de esa locura política.

Por último, puedo mencionar que el realismo político mantiene la autonomía de su esfera política, pensando en términos de interés y de cómo éste afecta al poder de la nación. Lo anterior no quiere decir que se soslayan otras esferas del pensamiento, tanto moral, económico y legal, sino que entiende al hombre como un ser compuesto por varias esferas de pensamiento. En otras palabras, se funda en una concepción pluralista de la naturaleza humana.