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¿Simples coincidencias o reconfiguración económica global?
Mar, 24/05/2011 - 18:05

Iván Franco

México: mercados de consumo antes y después de la crisis
Iván Franco

Economista del ITAM (México), con estudios de Econometría en la misma institución. Es consultor de negocios para diversas organizaciones en America Latina. @IvanFranco555

Más que coincidentes la serie de eventos que han sucedido en el ámbito económico y político parecen ser el principio de lo que será una reconfiguración económica global. Esta posibilidad representaría un cambio en las relaciones económicas que han dominado desde fines de la segunda guerra mundial hasta el presente. La desregulación financiera, la conformación y estallido de burbujas especulativas, las brechas actuales en el crecimiento económico entre países, la desigualdad en el ingreso, el desempleo, el endeudamiento de gobiernos, la especulación en los mercados y demás fenómenos, nos han llevado a un punto insostenible que tiene a todos los actores de la economía mundial bajo la incertidumbre y la confusión.

En primer lugar, está el nivel de endeudamiento público y privado en las economías desarrolladas y otras no tan desarrolladas de Europa, además de Estados Unidos, Corea del Sur, Reino Unido y Japón. Estas dos últimas con una deuda total que triplica el tamaño de su producto. Al día de hoy no existe solución para un proceso de desendeudamiento de estos países, lo único que hemos visto es el uso de la política monetaria para tratar de mantener a flote el crecimiento, a pesar del riesgo que conlleva esta estrategia en el mediano plazo. La postergación de la restructuración de la deuda de países como España y Portugal, que implicaría que cayeran en crisis, es insostenible y está restando margen de acción a sus gobiernos y a Europa en el corto plazo. Por ejemplo, el incremento en las tasas de interés en la zona deteriorará las condiciones del pago de la deuda de todos los países involucrados.

Por otro lado y sin una relación aparente, está la creciente acumulación de reservas en oro a lo largo de los últimos años por parte de algunas economías emergentes como India, México, Rusia, Tailandia y Vietnam por mencionar algunas. Las compras de oro de estos países se asocian con la fuerte demanda de oro por parte de inversionistas privados. Se piensa que las compras de oro están diversificando el riesgo al que se enfrentan los inversionistas y los bancos centrales al tener grandes activos en dólares y otras monedas; otras tesis afirman que las compras de oro están fungiendo como un instrumento de reserva alternativo ante la debilidad de las monedas líderes. La verdad puede ser un poco distinta y radica en que actualmente ninguna moneda tiene hoy la solvencia y credibilidad suficiente para liderar el sistema monetario internacional. Los niveles de las tasas de interés reales en Estados Unidos y la monetización de su economía parecen afirmar esta circunstancia. Por esta razón, quizá sin saberlo los bancos centrales del mundo están eligiendo acumular oro ante la posibilidad de que bajo nuevas reglas vuelva a tener un papel importante como patrón de reserva, esto quizá, en conjunción con el dólar. Cabe señalar que la mayor proporción de oro comerciable del mundo se encuentra en Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Alemania.

Otro de los hechos coincidentes en apariencia, es la renuncia del director gerente del FMI en Estados Unidos. Inmediatamente después de su detención el secretario del tesoro de este país se pronunció en contra de la continuidad de Dominique Strauss-Kahn al mando del organismo. El FMI y la posición de director gerente son claves en esta etapa de transición económica y reacomodo de estrategias. Lo sucedido sugiere que la visión europea en el seno del FMI y la visión estadounidense en relación con las reformas al sistema monetario mundial son completamente distintas. Más importante que la sucesión es la visión que el nuevo dirigente tenga sobre la solución a la crisis global. Si es europeo, tendría que ser alguien que comulgue con una visión para un rápido ajuste y reestructura de la deuda de los países de la zona.

En América Latina, se espera que el ritmo de crecimiento se aminore durante 2011, además de la existencia de algunas presiones inflacionarias por los precios globales de los commodities. Gracias a que en la región no hay problemas severos de sobreendeudamiento como en Europa, fundamentalmente en la parte privada y externa, el consumo puede seguir activo y la región podrá continuar su ritmo de exportación. A pesar de que la situación global contenga tensiones y riesgos económicos sin precedente, hay regiones que al menos en algunos aspectos se encuentran blindadas ante lo que próximamente pueda venir.

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