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Salario mínimo para 2024 entra al centro de debate
Lunes, Noviembre 6, 2023 - 12:00
Ecuador. Foto: Xinhua.

El jueves 9 de noviembre se desarrollará la primera sesión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) de Ecuador, mientras que el 28 de noviembre está planificado que se reúna el Comité de Concertación en Colombia.

En las próximas semanas en Ecuador se definirá el salario básico que regirá en 2024, de tal modo que trabajadores y empleadores empezarán esta semana las sesiones para llegar a un acuerdo. Algo similar también se dará en Colombia. 

Para el jueves 9 de noviembre está previsto que se desarrolle la primera sesión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) de Ecuador, mientras que el 28 de noviembre está planificado que se reúna el Comité de Concertación, en Colombia, para negociar el nuevo sueldo. El salario vigente en Ecuador es de US$ 450 y en Colombia de US$ 290,80 al cambio actual. 

En 2022, en Ecuador, los trabajadores y los empleadores no llegaron a un acuerdo para fijar el salario básico unificado (SBU), por lo que el Gobierno fue el encargado de definir y de US$ 425 pasó a US$ 450, el incremento fue de US$ 25 y este mismo valor se aplicó en 2021 para 2022, pues uno de los ofrecimientos del presidente Guillermo Lasso durante la campaña electoral fue que subiría el sueldo de US$ 400 a US$ 500, es decir, un alza de US$ 25 cada año. 

Para las negociaciones del salario para 2024, la postura de los trabajadores es que se equipare con la canasta vital de US$ 550, por el lado de los empleadores es que prevalezcan las posiciones técnicas, incluso el Comité Empresarial Ecuatoriano pidió que el tema del SBU se deje en “manos” del gobierno del presidente electo Daniel Noboa si no hay acuerdo entre las partes. Mientras, el Gobierno actual en octubre indicó que si no hay un consenso entre los trabajadores y los empleadores, el salario para 2024 quedará fijado en $ 475.

La experta en derecho laboral Vanessa Velásquez indicó que en estas dos últimas fijaciones del SBU lo que se ha hecho “es un cumplimiento forzado de un ofrecimiento de campaña” y eso preocupa, porque si se considera el índice de inflación que está en un 2% y el incremento que se pretende hacer de US$ 25, se habla del doble del porcentaje que debería darse. “La última vez que se hizo un estudio técnico es el acuerdo ministerial 185 de 2020, ese acuerdo ministerial sí establecía brecha salarial, etc.”, dijo.

El año pasado el salario mínimo en Colombia fue fijado tras un acuerdo entre los trabajadores, empleadores y el Gobierno, el incremento fue del 16%, de US$ 250,69 pasó a US$ 290,80 al cambio actual. 

Para definir el nuevo salario de 2024, la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, indicó que si bien para el 28 de noviembre fue fijada la fecha de instalación del Comité de Concertación, empezarán “antes para ir haciendo con la mesa de concertación los estudios preliminares”.

“Allí tendremos la posibilidad de escuchar la propuesta de los empresarios, sus análisis, lo mismo la de los trabajadores, llevaremos la academia. Desde luego, el Gobierno también hará sus análisis y desde allí esperamos concertar un salario mínimo que nos permita mantener el valor adquisitivo que este año ha sido una muy buena apuesta”, dijo Ramírez, según Infobae.

Velásquez señaló que según las estadísticas, Ecuador se ubica en el cuarto puesto de países con uno de los salarios mínimos altos, después de Costa Rica, Chile y Uruguay. “Eso debería estar relacionado inmediatamente a la posibilidad de generar empleo, con un salario más alto se encarecen ciertas plazas, por ejemplo, el servicio doméstico, porque una familia de clase media ya no va a poder acceder a un salario básico de una empleada doméstica de US$ 475″, explicó. 

La abogada señaló que se debe tener en cuenta que en Ecuador hay componentes salariales importantes, como el decimotercer y decimocuarto sueldos, los fondos de reserva, que si se hace un efecto de competitividad con el mundo son beneficios que “no existen en todos los países”.

Como ejemplo dijo que en Costa Rica sí hay el decimotercer sueldo, pero no hay el decimocuarto, ni jubilación patronal, lo cual son componentes que al final hacen que en Ecuador la mano de obra sea mucho más cara.

“La pregunta es: ¿incrementando el salario permites mayor contratación o no?, esa es la parte importante, y punto dos, desde luego la canasta básica está en alrededor de los US$ 600 y por eso es que los gremios sindicales del país pretenden una subida de hasta US$ 550; el Consejo Nacional de Salarios no podrá llegar a un acuerdo y por eso se tendrá que fijar en un salario ofrecido en campaña y no en una norma técnica”, sostuvo.

PANORAMA INTERNACIONAL 

Mientras se alistan estas reuniones tanto en Ecuador como en Colombia para definir el salario mínimo, hay un conflicto laboral al otro lado del mundo. A casi quince días de que trabajadores textileros iniciaran protestas pidiendo un alza salarial, en Daca, capital de Bangladés, unas 600 fábricas paralizaron sus actividades y las reanudaron el fin de semana. Pero los enfrentamientos continuaron en la ciudad industrial de Ashulia, al oeste de Daca, el sábado 4 de noviembre, cuando unos 10.000 trabajadores intentaron impedir que sus compañeros regresaran a laborar, según AFP. 

La presidenta de la Federación de Trabajadores de la Confección y la Industria de Bangladés, Kalpona Akter, dijo a AFP que entre las factorías cerradas hay “muchas de las fábricas más grandes del país, que confeccionan ropa para casi todas las grandes marcas” occidentales y mencionó a Gap, Walmart, H&M, Zara, Bestseller, Levi’s, Marks and Spencer, Primark y Aldi. 

Los trabajadores piden casi triplicar el salario mínimo mensual, de 8.300 takas (US$ 74) a 23.000 takas (US$ 205), pero la asociación de fabricantes y exportadores de ropa de Bangladés propone solo un aumento del 25%, según AFP.

Bangladés revisó por última vez el salario de los trabajadores textiles en 2018, cuando estableció un salario mínimo de 8.000 takas (US$ 72) mensuales. Los textiles representaron casi el 85% de las exportaciones totales de ese país, de US$ 55.000 millones en el último año fiscal, según EFE.

Bangladés es el segundo mayor exportador de ropa del mundo, por detrás de China, y tiene unas 3.500 fábricas que emplean a cuatro millones de trabajadores, principalmente mujeres.

Para Velásquez, lo que ocurre en Bangladés “es una explotación en la que los derechos de los trabajadores no han tenido las conquistas que históricamente son las que defienden aquí los movimientos sindicales”, sin embargo, -dijo- se debe considerar que precisamente tienen una población que en su mayoría tiene empleo por los bajos salarios, lo cual no quiere decir que es correcto.

“Hay que buscar un equilibrio, no podemos caer en la explotación, tampoco el extremo en el que nos estamos convirtiendo en Ecuador de generar incrementos salariales sin análisis técnico como debería ocurrir”, aseguró.

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