"Es urgente desplegar una fuerza armada internacional especializada (...). Es necesario tomar medidas urgentes para mitigar el impacto desproporcionado de la violencia de las bandas sobre las mujeres y las niñas en Haití", dijo Guterres al Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunirá el 24 de enero para tratar la crisis del país.
La FAO estima que en Latinoamérica y Caribe hay 60 millones de personas con subalimentación. La principal preocupación del organismo está relacionada por las nuevas olas del virus y los niveles de vacunación, que pueden reducir más los ingresos e incrementar el hambre.
Familias enteras comenzaron a caminar los 25 kilómetros que separan Huehuetán de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, cuando las autoridades les dijeron que no serían llevados a otras regiones del país de forma inmediata.
El grupo de inmigrantes ha esperado por meses una respuesta a solicitudes de refugio o visas humanitarias en ciudades fronterizas de México.
Haití es actualmente el segundo país de origen más común para solicitudes de asilo en México y está en camino de superar a Honduras por primera vez en casi una década.
Miles de migrantes, en su mayoría de Haití, fueron desalojados el viernes de un enorme campamento fronterizo entre las ciudades Del Río, en Texas, y Ciudad Acuña, en México. Algunos de los 15.000 migrantes fueron deportados en los primeros vuelos.
El fiscal Bed-Ford Claude sustenta su petición debido a las supuestas llamadas telefónicas que el premier Ariel Henry habría tenido con uno de los principales sospechosos del crimen.
El terremoto de este mes ha exacerbado la crisis: destruyó cultivos y ganado, arrasó mercados, contaminó las vías fluviales usadas como fuentes de agua potable y dañó puentes y carreteras cruciales para llegar a pueblos como Nan Konsey.
El terremoto del 14 de agosto golpeó la infraestructura, destruyó o dañó unas 130.000 viviendas, cortó carreteras y dejó a miles de familias en el país más pobre del hemisferio occidental en un futuro incierto.
La agencia de Protección Civil de Haití, que coordina la respuesta de emergencia, dijo a última hora del miércoles que el número de muertos por el poderoso sismo de magnitud 7,2 del sábado había aumentado a 2.189 y que el número de heridos ascendía a 12.200.
La depresión tropical Grace llegó a las regiones del suroeste de Haití más afectadas por el terremoto de magnitud 7,2 del sábado, azotando pueblos devastados con fuertes vientos y lluvias torrenciales, provocando inundaciones en al menos un área.
El sismo destruyó cientos de casas y edificios en una país que se recupera aún de otro terremoto de hace 11 años y vive agitada tras el asesinato de su presidente el mes pasado. La cifra de fallecidos se acerca a los 1.300.
Dignatarios extranjeros llegaron a Cabo Haitiano desde todos los países de América para presentar sus respetos a Moise, quien fue asesinado a tiros en su casa en Puerto Príncipe. Por segundo día, manifestantes convulsionaron la ciudad natal del líder asesinado.
El anuncio pone fin a una lucha por el poder entre Claude Joseph y Ariel Henry, un neurocirujano de 71 años que fue nombrado primer ministro por Jovenel Moïse dos días antes de su asesinato, aunque todavía debía jurar el cargo.
Se trata del doctor Emmanuel Sanon, considerado uno de los "cerebros" detrás de este magnicidio. Según las investigaciones, el imputado entró en contacto con una empresa venezolana de seguridad con base en Estados Unidos a fin de reclutar a los miembros del comando que supuestamente perpetró el crimen.
El mandatario colombiano acordó con el primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, enviar comisión de apoyo a la investigación por asesinato del presidente Jovenel Moïse, en el que estarían implicados exmilitares colombianos.
Las autoridades rastrearon el miércoles a los presuntos asesinos hasta una casa cerca de la escena del crimen. Un tiroteo se prolongó hasta altas horas de la noche y las autoridades detuvieron este jueves a varios sospechosos.
En un enfrentamiento a última hora del miércoles, la policía mató a cuatro de los "mercenarios" y capturó a otros dos, según confirmó el director general de la fuerza, Leon Charles. Las autoridades del país dijeron que los pistoleros parecían ser extranjeros.
El magnicidio lleva al límite la grave crisis de seguridad que atraviesa Haití y amenaza con provocar un vacío de poder, habida cuenta de que el presidente ya llevaba más de un año gobernando por decreto por la ausencia de un Parlamento electo.
Haití ha sufrido ciclos de violencia, invasión y represión durante la mayor parte de su historia. Este miércoles, su presidente Jovenel Moïse, fue asesinado a tiros en su residencia privada, lo que hace temer una escalada de la violencia.
El mandatario haitiano fue asesinado por hombres armados, en un asalto durante la madrugada de este miércoles a su residencia en Pétion-Ville, confirmó el primer ministro interino, Claude Joseph, quien aseguró que la situación de seguridad está bajo control.
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