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Estados Unidos: acuerdos históricos en la industria automotriz tras meses de tensión laboral
Lunes, Octubre 30, 2023 - 18:00
UAW. Foto: Europa Press.

Ford, General Motors y Stellantis ya alcanzaron acuerdos parciales con los directivos del sindicato United Auto Workers. Un primer gran paso para terminar una huelga histórica.

Recientemente, el Departamento de Trabajo de Estadogs Unidos indicó que unos 25.300 trabajadores de las plantas de ensamblaje de autos aparecen como inactivos en el conteo de nóminas de octubre.

El motivo de su ausencia es una huelga que inició el 15 de septiembre y que convocada por el sindicato United Auto Workers (UAW) contra los tres principales fabricantes de autos de ese país: Ford Motor, General Motors y Stellantis. 

Tras más de un mes de tensiones entre manifestantes y fabricantes, los temores por un “cuello de botella” en la producción nacional de automóviles y las presiones del gobierno de Joe Biden agilizaron las negociaciones, las cuales entraron en su recta final la semana pasada. 

El acuerdo propuesto, similar a los acuerdos alcanzados en los últimos días con Ford y Stellantis, proporcionaría grandes ganancias en salarios y beneficios, además de una mayor seguridad laboral, escribe Joann Muller de Axios. Los términos exactos de cada acuerdo no se conocen completamente. Pero esto es lo que ganó el UAW de los tres fabricantes de automóviles, según AP: 

  • Aumentos salariales del 25% durante el contrato de 4 años y medio.
  • Un aumento inmediato del 11% tras la ratificación.
  • Una restauración de los ajustes del costo de vida que llevaría los aumentos salariales a aproximadamente el 30% para 2028.
  • El acuerdo de Ford incluye un bono de ratificación de 5.000 dólares, mayores contribuciones al plan 401(k) y miles de millones de dólares para renovaciones de plantas y nuevos modelos. 

Según el acuerdo con Stellantis, la empresa mantendría fábricas abiertas en Trenton, Michigan y Toledo, Ohio. Se reabriría una antigua planta en Belvidere, Illinois.

Los acuerdos aún deben ser ratificados por 146.000 miembros del UAW de GM, Ford y Stellantis, la empresa matriz de Jeep, Ram y Chrysler. 

Así empezó la huelga

A la medianoche del jueves 14 de septiembre, los trabajadores adscritos al sindicato United Autoworkers entraron en huelga contra sus empleadores tras no llegar a acuerdos en materia de salarios, beneficios, planes de jubilación y protección laboral. Por primera vez, se presentó una huelga contra los tres gigantes del sector. 

En un primer momento, 13.000 de los 145.000 miembros del sindicato entraron en huelga, quienes salieron de las plantas de producción. A lo largo de este mes y medio de huelga, el paro de trabajadores fue extendiéndose progresivamente hasta afectar las plantas de General Motors en Texas y Tennessee, de Ford en Chicago y Kentucky y de Stellantis en Michigan y Ohio.

El propósito del sindicato siempre fue recuperar los beneficios que los trabajadores perdieron hace más de una década, cuando los ensambladores llegaron a estar al borde de la quiebra. En la actualidad, el presente de los tres fabricantes es muy positivo y, de hecho, varios han reportado cifras récord de ganancias, de ahí que los miembros del UAW busquen mejorar sus condiciones. 

Las negociaciones

Durante el tiempo de la huelga, las negociaciones llegaron a un punto muerto en varias ocasiones. Por ejemplo, el presidente de United Auto Workers, Shawn Fain, señaló en septiembre que las ofertas de los tres fabricantes (General Motors, Ford y Stellantis) no contenían el 80% de las demandas de los miembros del sindicato.

“El 80% de nuestras demandas quedaron fuera de sus propuestas, están muy por debajo de donde debían estar”, dijo Fain, quien agregó que si las empresas no acudían a la negociación aumentarían la presión, tomando más plantas. 

Puntualmente, el UAW buscaba aumentos salariales de hasta un 40%, lo que igualaría los aumentos promedio de los directores generales durante los últimos cuatro años. Así mismo, otros pedidos fueron la eliminación de los escalafones salariales, el restablecimiento de las prestaciones médicas para jubilados y una pensión para los empleados de mayor antigüedad.

Los huelguistas llegaron a conversar con Joe Biden, presidente de Estados Unidos, quien se mostró a favor de su cometido.

Y Bill Ford, bisnieto del fundador de Ford Motor y actual presidente del directorio de la compañía, hizo un llamado a sus “colegas” del Sindicato Unido de Trabajadores del Automóvil para poner fin a una huelga “devastadora” para el sector.

“Hago un llamado a mis fantásticos colegas de la UAW. (...) Debemos unirnos para terminar este amargo ciclo de negociaciones”, dijo Bill Ford.

Ford, el primer acuerdo

El primer fabricante en entenderse con el sindicato fue Ford. El pasado 26 de octubre, UAW anunció un acuerdo preliminar que incluyó un aumento del 25 % en el salario por hora que reciben los trabajadores.

“Este acuerdo nos sitúa en un nuevo camino para hacer las cosas bien en Ford, en las “Tres Grandes” y en toda la industria automovilística”, dijo Shawn Fain.

En las huelgas es usual que los sindicatos no retomen sus funciones hasta no tener un acuerdo en firme (no parcial). Sin embargo, UAW anunció que los trabajadores de Ford volverían a las plantas, esto como una forma de presionar a GM y a Stellantis.

“Se trata de un movimiento estratégico para conseguir el mejor acuerdo posible”, dijo el vicepresidente de la UAW, Chuck Browning.

“Humo blanco” en Stellantis

Tras 44 días de huelga, Stellantis y el sindicato United Auto Workers alcanzaron un acuerdo el pasado sábado 28 de octubre que permitirá el retorno de los trabajadores a las plantas de ensamblaje.

UAW usó las concesiones aceptadas por Ford como el mínimo para llegar a un acuerdo con Stellantis: un aumento salarial del 25% durante cuatro años y medio (hasta 2028). Además, Stellantis se comprometió a reabrir la planta de Belvidere, Illinois, y anunció una nueva planta de baterías que creará más de 1.000 puestos de trabajo, según informó EFE

El acuerdo laboral de la UAW cubrirá a 43.000 trabajadores en las instalaciones de Stellantis. “Este acuerdo recompensa a los trabajadores que sacrificaron tanto para revivir nuestra industria automovilística con aumentos (de salario) récord, mayor seguridad de jubilación y más derechos y respeto en el trabajo”, dijo el presidente Joe Biden.

General Motors cede

Finalmente, este lunes 30 de octubre se conoció que UAW y General Motors acercaron posiciones y habrían llegado a un acuerdo parcial, el cual continúa con los lineamientos de lo pactado con Ford y Stellantis: aumentos salariales del 25% durante los próximos cuatro años, seguridad de empleo permanente para los trabajadores temporales, mejora de las prestaciones para jubilados y sindicación de las nuevas plantas de baterías. 

Los acuerdos con los llamados “Tres Grandes de Detroit” (GM, Ford y Stellantis) ahora tienen que ser ratificados por los trabajadores, que votarán democráticamente cada propuesta de los fabricantes.

No obstante, lo cierto es que los ofrecimientos cuentan con el visto bueno de los representantes de United Auto Workers, un gran paso para poner punto final a la primera huelga simultánea y progresiva de trabajadores en Estados Unidos y una de las más amplias de la historia del sector automotriz en ese país. 

Cabe resaltar que GM tiene unas condiciones particulares que hacen diferente el acuerdo alcanzado con los manifestantes. De acuerdo con Bloomberg, este fabricante tiene 300.000 jubilados, más que cualquiera de sus rivales, lo que encarecerá el pago de las pensiones acordadas con UAW.  

El saldo de la huelga

El impacto de la huelga convocada por United Auto Workers se sentirá en las finanzas de los fabricantes. En declaraciones recogidas por Bloomberg, Ford indicó que la huelga le había costado cerca de US$1.300 millones; mientras que GM dijo que los costes del paro habían alcanzado los US$ 800 millones y que costarían, al menos, US$ 200 millones semanales en el futuro. 

 

*Con información de El Espectador.

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AméricaEconomía.com