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Problemas de infraestructura vial ensombrecen la apertura del Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez de Lima
Lunes, Junio 10, 2024 - 14:30
Nuevo AIJC. Foto: Flickr.

Aunque el avance de la construcción alcanza el 85%, la apertura del terminal aeroportuario peruano se ve desafiada por la necesidad de recurrir a puentes modulares y enfrentar el impacto del cierre de avenidas debido a proyectos gubernamentales. Esta combinación de factores anticipa posibles congestiones de tráfico en la zona.

La primera ciudad aeropuerto de Sudamérica, ubicada en la provincia de Callao, Perú, se encuentra actualmente en un avance del 85% de su construcción y se inaugurará el 18 de diciembre de 2024. Esta ampliación del actual Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJC) de 935 hectáreas demandó la inversión directa de US$ 2.000 millones por parte de la empresa operadora de aeropuertos Lima Airport Partners (LAP), mientras que terceros aportaron US$ 400 millones adicionales. 

“Se ha estimado que la contribución al PIB del país será de US$ 3.121 millones (1,3%) por año desde 2025 hasta 2030”; detalló Paola Loayza, gerenta de Real Estate en LAP. “A partir del próximo año, se recaudará en pagos y transferencias un total de US$ 1.515 millones, equivalente a 3,7 veces la recaudación de impuestos del Callao en 2022, y se generarán 121.000 nuevos puestos de trabajo”.  

El nuevo aeropuerto contará con la capacidad para atender a 40 millones de pasajeros y en la pista aterrizarán 14.000 vuelos comerciales. Entre los nuevos servicios están los hoteles Costa del Sol de tres y cinco estrellas, un parque logístico, una planta de combustible, una zona de carga, y el primer sistema de control de plataforma [para el estacionamiento de aeronaves] direccionado remoto en la región. Sin embargo, se destaca su infraestructura de tres niveles, pues permiten dividir el transporte público del privado, así como contar un circuito solo para taxis, con pick-up cronometrado y vigilado por la comisaría del terminal. 

“A través de un convenio tripartito entre la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), los operadores y LAP, se están coordinando las concesiones y rutas para dar acceso al área dentro del aeropuerto”, explicó Loayza. 

La transferencia del actual al nuevo aeropuerto se hará en seis horas, aseguró Diego Cuesta, director del programa ORAT (Operational Readiness and Transition). 

“Se cerrará operaciones a las 00:00 am y se abrirá a las 6:30 am, horas dentro de las cuales realizaremos movimientos de equipos indispensables y de personal”, continuó Cuesta. “Los vuelos internacionales aterrizan en la noche, por lo que no habrá problemas en la mañana con los vuelos nacionales, que empezarán a salir desde las 06:45 am”, subrayó. 

No obstante, el aeropuerto comenzará a operar utilizando dos puentes modulares de acceso, con dos carriles por lado, en lugar del Puente Santa Rosa, que cuenta con cuatro carriles por lado y debió haberse entregado en 2021.

Y eso no es todo. A esta contingencia se le suma otros dos proyectos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) pendientes a ejecutar: la Vía Expresa Santa Rosa (para vehículos) y la construcción del ramal Línea 4 del Metro de Lima, que no estarán listos hasta 2028 y afectarán, en consecuencia, el tráfico vehicular del terminal y de los vecinos del Callao, según el gerente general de LAP, Juan José Salmón. 

“[Los puentes modulares] son una medida de mitigación imperfecta porque todo lo que está haciendo el Gobierno es poner un tablero sobre un río. No se le ocurrió construir los viales internos que tenían que conectarse”, expuso Salmón. 

El Estado ofreció un préstamo de hasta US$ 10 millones para el mantenimiento de estas vías alternas, el cual deberá ser reembolsado una vez que el Puente Santa Rosa entre en funcionamiento. Aunque para LAP esta cantidad es mínima en comparación con sus gastos diarios de US$ 2 millones en el proyecto, de acuerdo con su gerente general, aceptaron el préstamo debido a que su flujo de caja está ajustado con 10.000 empleados trabajando en la obra actualmente. 

Aún así, el tráfico que se generará por la falta de carriles de circulación hacia el interior del aeropuerto, sumado al cierre de avenidas debido a otros proyectos del MTC en la zona, exigirá la presencia de efectivos policiales las 24 horas del día durante al menos cuatro años más. 

“No tenemos todo bajo control”, sentenció Salmón, debido a que la apertura y operación del aeropuerto dependen de una coordinación eficiente con múltiples partes interesadas, incluyendo entidades municipales y gubernamentales. 

Autores

Dax Canchari