El VP de Global Financial Services en la firma de software open-source estuvo de visita en naciones latinoamericanas, juntándose con los grandes bancos de la región para conocer de primera fuente los avances y los dolores que el sector de servicios financieros muestra en su camino a la digitalización. Una ruta en que la banca debe tecnologizarse y la firma tecnológica debe aprender más del negocio financiero.
El impresionante currículo de Richard Harmon muestra su paso por bancos como Citi, JP Morgan y el Bankers Trust. También trabajó en la Reserva Federal de Nueva York y en la Junta de la Reserva Federal. Además, estuvo seis años en SAP, en las oficinas de Munich y de Londres.
Antes de llegar como líder de servicios financieros a Red Hat, hace tres años, estuvo en la firma de software Cloudera, donde también dirigió el negocio de servicios financieros en el área de big data.
Tiene un doctorado en Economía y dedicó la mayor parte de su carrera a la gestión de riesgos, como analista especializado en econometría. “Al menos, solía llamarse econometría…ahora la gente lo llama data science”, le explica con una sonrisa a AméricaEconomía.
Durante los últimos 12 años se ha enfocado en la tecnología “porque impulsa la innovación. Y no está empujando la innovación solo en una institución. La tecnología es realmente capaz de impulsar todo tipo de innovaciones en todos los aspectos de los servicios financieros”, afirma.
Asumió su nuevo rol en Red Hat en plena pandemia y, como ya se ha hecho común en ciertas líneas de negocios, como el comercio y los mercados de capitales, notó el cambio cultural y tecnológico que trajo la era COVID. “Por el lado del cliente, todo se volvió digital. Y ese tipo de aceleración digital dentro de las instituciones también transformó y apuró la adopción de la nube”, detalla.
En ese panorama visitó Brasil y Chile, para tener de primera mano un vistazo de cómo la banca y su ecosistema están evolucionando en la región. “Dado que cada región tiene sus requerimientos específicos, para evaluar el área de servicios financieros debemos conocer dónde se requiere invertir”, comenta.
Asimismo, debido a que los grandes bancos tienen un desarrollo tecnológico interno, Harmon detalla que existe un proceso muy cuidadoso de cómo implementar nuevas funcionalidades de una forma segura.
“De modo que los debes proteger contra ataques cibernéticos, contra problemas que pueden hacen que un sistema falle. Y con open banking y open finance, todo se reduce al ecosistema, es decir, a todas las instituciones vinculadas que permiten impulsar la innovación sin que los bancos tengan que construirlas por si solos”, enumera el ejecutivo.
Como si se tratase de un director de orquesta, Harmon releva secuencialmente el rol de cada actor y proceso involucrado en esta sinfonía de transformación tecnológica, donde da especial relevancia a la nube híbrida como entorno de seguridad para los datos de la banca.
“Somos la plataforma de infraestructura en la que todas estas empresas pueden abordar sus soluciones, para que puedan ser ejecutadas. Por lo tanto, hace que sea realmente más fácil para los bancos porque el ecosistema está creciendo y tienen soluciones para, por ejemplo, cosas como realidad aumentada, core banking, banca abierta, finanzas abiertas, para que puedan incorporarse e implementarse fácilmente en cualquier lugar” detalla el VP de Red Hat.
En ese ecosistema una institución puede seleccionar muy fácilmente qué proveedor quiere, y si necesita cambiar, es exactamente en el mismo tipo de entorno. Además, Red Hat brinda soporte de ingeniería en algunos casos para socios estratégicos.
“Y sabes, lo que hace me apasiona que (…) se trata de código abierto. Y no es solo la tecnología que es de código abierto, sino también la cultura”, remarca.
EL SECRETO DE LA AUTOMATIZACIÓN
Pero este viaje es cada vez más una calle de dos vías, donde la banca debe tecnologizarse y la firma tecnológica debe aprender más del negocio financiero.
“Lo que estamos tratando de hacer como negocio en FSI (industria de servicios financieros) ahora está más comprometido en diferentes líneas de negocios en bancos, una bolsa [de valores] o un regulador, porque cada vez más la estrategia digital en el banco está impulsada por la línea de negocios. Pero también están impactando e impulsando las decisiones tecnológicas y cada vez más parte de ese presupuesto es propiedad de la línea de negocios”, enfatiza Harmon.
Ya no es más el encargado de IT, digitalizando procesos. Harmon indica que cada compañía tecnológica, no solo Red Hat, debe esforzarse un poco más para comprender la estrategia y la dirección en que la que quiere ir la empresa, ya sea banca minorista, banca comercial, banca de inversión o gestión de patrimonio. “Necesitan ayudar a alinear la tecnología con su línea de negocios sus objetivos. Y el resultado de todo eso es que ahora empezamos a comprometernos mucho más con las diferentes líneas de negocio. Estamos enfocados no solo en los desafíos tecnológicos, sino también en los desafíos comerciales”, enfatiza.
En América Latina, el caso de la incorporación de IA para Banco Galicia, hecho con el apoyo de Red Hat, es un buen ejemplo para Harmon de cómo se puede digitalizar un proceso.
El banco argentino buscaba superar aspectos en los que sus clientes tienen obstáculos, y para la banca corporativa el proceso para incorporar una empresa nueva pasó de vente días a solo pocas horas. Ese proceso digital también fue un proceso de automatización, porque el tiempo que toman leer y digitalizar los documentos, a través del procesamiento del lenguaje natural fue convertido a números y factores, que permite una revisión casi inmediata.
“Y ese es el secreto de la automatización y de la IA: la máquina hace las revisiones básicas, pero luego marca las discrepancias y luego pasa a un humano. Entonces, todo el proceso digital para los clientes se trata de hacer las cosas en tiempo real. Como pasa en Brasil con el sistema PIX, del Banco Central, que es en tiempo real. Eso te permite hacer todo muy rápido. Permite la democratización de las capacidades financieras para realizar pagos y cobrar, en algunos casos. Pero el objetivo de eso realmente es simplificar y facilitar que los seres humanos funcionen en las cosas que necesitan hacer todos los días, de una manera muy segura”, detalla Richard Harmon.
Para el profesional, aparejada a la transformación digital viene el tema de mejorar la seguridad. Ahí es donde Red Hat también se enfoca en ayudar a esos bancos a reestructurar un entorno seguro para ejecutar sus cargas de trabajo.
“Los bancos buscan invertir hasta el 30% del presupuesto de TI en seguridad y prevención de delitos financieros. Eso es lo que estamos analizando, porque es un área de preocupación debido al aumento de la ciberdelincuencia financiera y sobre todo del e-commerce”, explica.
Por lo general, añade Harmon, hoy un banco gasta entre el 60% al 80% de su presupuesto tecnológico “en mantener las luces encendidas”. Es decir, en poder gestionar sistemas heredados, con plataformas que atienden a millones de clientes. “Y algunas de esas plataformas, han existido durante 20 años. Entonces, hay un gran beneficio e incentivo para que modernicen algunas de esas plataformas. Y no significa sacarlos del mainframe”, recalca.
El otro beneficio de la transformación digital es la velocidad, destaca Harmon. “El tiempo real permite velocidad en términos de incorporación de clientes y crea nuevas oportunidades para ofrecer diferentes tipos de servicios, así como capacidades para aprovechar un ecosistema que ayuda a innovar sin tener que construirlo dentro de la empresa. Y eso reduce el costo, porque lo obtienes de un socio del ecosistema”, recalca.
Y ahí es donde también entra en juego el elemento de IA, dice el ejecutivo, porque permite abordar muchos controles en tiempo real. Entonces, aunque el banco tiene un segundo para hacer la transacción, cuando está automatizado con IA, la tecnología protege al banco también en tiempo real.
¿BANCOS O FINTECHS?
Con la incorporación de tecnología en la banca, la línea entre bancos tradicionales y las fintechs se vuelve cada vez más delgada. Al punto que hay quienes consideran que todos los bancos serán fintechs y todas las fintechs, bancos.
Pero Harmon cree que esa línea no se va a difuminar aun.
“Para mí, las fintechs suelen ser empresas muy innovadoras, pequeñas, totalmente digitales, muy rápidas y ágiles. Pero el banco también tiene enormes ventajas sobre una fintech típica, que es que tienen la infraestructura de todos los sistemas de pago, están fuertemente regulados, por lo que son muy seguros. Entonces, algunas de las razones por las que no son tan ágiles [como una fintech] es porque las regulaciones, las restricciones regulatorias sobre ellos, limitan la rapidez con la que pueden moverse”, explica.
Entonces, si un banco usa IA y está vinculada a una misión crítica, como fraude o riesgo, esos modelos deben auditarse y validarse internamente en el banco, por separado de cómo se desarrollan. Y luego el regulador debe aprobarlo. Así que eso no sucede instantáneamente. Entonces, cada vez que un banco quiere cambiar significativamente algo que es de misión crítica, en la mayoría de los casos, el regulador tiene algún proceso para aprobar ese cambio.
“Una fintech, que no es necesariamente de misión crítica, puede hacer muchos de esos cambios, pero es un requisito interno, aún no es un requisito regulatorio en muchos países. Entonces, a medida que las fintechs estén más reguladas, también tendrán responsabilidades similares a las de los bancos”, detalla.
Por ahora, el ejecutivo de Red Hat ve a los bancos como una especie de empresas de telecomunicaciones. “Ellos tienen el sistema de tuberías, que es la red del sistema financiero. La fintech se engancha a eso. Por eso la agilidad, la transformación digital, la innovación, el uso de IA, son réplicas fantásticas y hasta una meta de cómo debería funcionar un banco, pero un banco global en un país tiene otras restricciones a esa agilidad”, dice Harmon.
La preocupación regulatorias siempre será con respecto a cuidar la información que se está recibiendo.
“Para mí, uno de los desafíos críticos para nosotros como sociedad, pero particularmente para los reguladores, es cómo manejar las innovaciones que se avecinan en IA para proteger también a la sociedad y a las instituciones. Porque si lo suelta por completo y está agregando información que la gente puede crear y manipular para un resultado particular, entonces tiene la capacidad de hacer que estos sistemas realmente den resultados muy ineficaces o peligrosos”, añade.
Entonces, ese equilibrio entre lo que la IA es y lo que será a futuro, con los modelos de lenguaje o los modelos generativos, transformarán muchas de las cosas que hacemos, haciéndolas más fáciles.
“Lo más importante para mí, desde la perspectiva de la IA, es usar los datos y la información para ayudar a los tomadores de decisiones (…) ayudarlos a pensar más ampliamente sobre el proceso de decisión más allá de un sí o un no, [indicando] las posibles consecuencias o beneficios. De modo que todos tengamos una visión más equilibrada de los posibles resultados de una decisión que tomemos”, concluye.