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Farid Kahhat: “La posibilidad de que Trump no acepte los resultados si pierde es real”
Martes, Noviembre 3, 2020 - 17:59

Tras fallar en su predicción sobre el Brexit, el analista internacional Farid Kahhat evita anticipar quién será el presidente de Estados Unidos los próximos cuatro años. Su punto de vista, sin embargo, parece decantarse hacia una potencial victoria de Joe Biden, que podría llevar a Trump a denunciar fraude. AméricaEconomía entrevistó al profesor de la PUCP sobre las elecciones y los vínculos de Estados Unidos con la región.

El profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP (Perú) y analista internacional, Farid Kahhat no se atreve a hacer predicciones sobre los resultados de las elecciones de Estados Unidos en marcha, pero asegura que hay razones por las que creer que Joe Biden podría impedir un segundo mandato de Donald Trump. Para América Latina, la opción que representa el candidato demócrata sería “menos mala” que la del magnate estadounidense, según Kahhat. AméricaEconomía entrevistó al experto en política internacional sobre las elecciones y la relación de Estados Unidos y América Latina.  

- ¿En estas elecciones a Trump le juega en contra el factor pandemia?
Hay tres razones por las cuales creo que la pandemia no va a jugar a favor de Trump. Primero, no ha jugado a su favor en la campaña. Él no ha podido evitar que esta estuviera en el centro del debate político, pero, además, está el hecho de que al día de hoy ya han votado más de 60 millones de personas. Es una cifra muy por encima de los antecedentes históricos. Segundo, los indecisos son mucho menos que en 2016 y son más jóvenes y diversos étnicamente que la media. Entonces, si los indecisos a última hora se deciden por un candidato es poco probable que sea Trump. Tercero, las elecciones se dan en plena segunda ola y, entonces, el que cuenta con más gente que acuda a votar el día de apertura de las urnas es Trump. Los votantes demócratas son los que han votado en una gran proporción de manera anticipada. Me es difícil creer que nueve puntos de diferencia bajo esas circunstancias se puedan revertir. 

- ¿Tiene base el miedo de que Trump no acepte los resultados si gana Biden? 
La posibilidad de que lo haga es real. Hay que recordar que Trump dijo que hubo un fraude en su contra incluso cuando ganó, porque no podía soportar la idea de que había ganado por obra y gracia del colegio electoral, habiendo perdido el voto popular. Si no lo aceptó cuando ganó no dudo de que vaya a hacer lo mismo cuando pierda. Su relación con la realidad es bastante frágil. Que él sea capaz de plantear que hubo fraude, no tengo la mayor duda. Creo que juegan en contra dos cosas: la posibilidad de que la ventaja de Biden sea amplia –una posibilidad que me parece real– y la segunda es que pese a todo Estados Unidos tiene instituciones relativamente independientes: prensa, sociedad organizada, y no es como intentar eternizarse en el poder en un país latinoamericano. Entonces, no creo que prevalezca, pero creo que lo podría intentar me parece altamente probable. 

- ¿Cómo diría que ha sido la relación de Donald Trump con América Latina? Se destaca mucho que su posición ha sido sobre todo de indiferencia.
Lo que no terminaron de entender algunos en América Latina fue que el “America First” no se refería al continente, sino que se refería a Estados Unidos única y exclusivamente. Y que en ese sentido los aliados eran secundarios. Una de las primeras cosas que dijo Trump una vez fue electo fue que la OTAN era obsoleta. Entonces, ha tratado a América Latina como ha tratado virtualmente al conjunto del planeta, en el sentido de que prefiere negociaciones bilaterales a acuerdos multilaterales, porque cree, en parte con razón, que a nivel bilateral las amenazas de Estados Unidos surten un mayor efecto. Y en ese sentido no ha tenido ningún problema en aplicar sanciones primero a países que supuestamente se consideran aliados de Estados Unidos, como el Brasil de Bolsonaro, al que se le aplicaron aranceles a su producción de acero y aluminio, igual que a Argentina. O en el caso de los países centroamericanos, que también son países altamente interdependientes de Estados Unidos en lo económico, tienen gobiernos cercanos a este y a quienes también aplicó sanciones. Recortó la ayuda bilateral por temas de inmigración. Entonces, no ha tratado a América Latina ni peor ni mejor que a la media del planeta. Allá los que creían que por cercanías ideológicas iban a recibir un mejor trato de Trump.

- ¿Algún país de América Latina ha ganado en esta apuesta por las relaciones bilaterales de Donald Trump?
A México le ha ido mejor de lo esperado, entre otras cosas, porque Andrés Manuel López Obrador engavetó su discurso de campaña, donde incluso presentó el libro titulado “Oye, Trump”, y prestó oído a Trump. Él logró renegociar el tratado de libre comercio de América del Norte (NAFTA) en términos que no son dramáticamente distintos de los del acuerdo original, salvo en reglas de origen para la industria automotriz. Aun así, Estados Unidos, una vez firmado el acuerdo, amenazó a México con sanciones por el tema migratorio y logró que este se comprometiese a mantener a los migrantes centroamericanos en su lado de la frontera mientras tramitaban su pedido de asilo frente al gobierno de Estados Unidos. Pero, no creo que pueda decirse que algún país de la región haya sido un gran beneficiario de las políticas de Trump. 

- De la administración Obama y su relación con América Latina se destaca especialmente el restablecimiento de vínculos con Cuba. Más allá de eso ¿se puede decir que a la región le fue mejor con él que con Trump?
No. Tampoco fue gran diferencia. En estos casos cito un texto de un académico estadounidense, Lars Shultz, de los 80, basado en una investigación que realizó entrevistas a decenas de funcionarios de política exterior y defensa estadounidense vinculados con la política hacia América Latina. Y su conclusión fue denles a estos funcionarios a elegir entre la continuidad de la presencia física de nuestros vecinos latinoamericanos, por un lado, o la desaparición súbita de América Latina y que Estados Unidos no tenga vecinos al sur y hay una alta probabilidad de que prefieran la segunda opción, porque finalmente –decía– a Estados Unidos de América Latina lo que más le interesa es que no caiga en las garras de la Unión Soviética. Es un poco la tradición de la doctrina Monroe: América para los americanos. En la doctrina de contención en la Guerra Fría. La región era importante por el temor de que cayera en manos de la Unión Soviética. Y ahora es lo mismo, pero con China. 

Según Kahhat, Donald Trump no ha tratado a América Latina ni peor ni mejor que a la media del planeta. "Allá los que creían que por cercanías ideológicas iban a recibir un mejor trato de Trump", acota.

- ¿A Estados Unidos le preocupa la injerencia de América Latina? Se dice que la indiferencia del país norteamericano ha sido aprovechada por el país asiático, que ha aumentado sus inversiones en la región. 
Trump quiere poner coto a eso. De hecho, se da la paradoja de que la administración Obama, cuando John Kerry era secretario de Estado da por defenestrada la doctrina Monroe y dice que esta no era parte de su política exterior. Cuando llega Trump, su primer secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que la doctrina estaba tan vigente como en el siglo XIX. Y cuando este, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, y el secretario de Defensa, James Mattis, mencionan la posible aplicación de la doctrina Monroe se refieren a China. Básicamente es el perro del hortelano, porque lo que les interesa es que sus socios comerciales no tengan acuerdos con China. En general, claramente hay una actitud estadounidense contraria a la presencia china en la región. Ahora, esta presencia no es tan benigna como China la presenta. No es del todo cierto que no tenga una agenda política. Si te pronuncias en contra de sus intereses puedes sufrir consecuencias. Estados Unidos amenaza a Alemania con sanciones si permite que Huawei participe en el tendido de su red 5G y China amenaza al país europeo si no cumple con los compromisos asumidos. El tema se está planteando en Brasil. 

- Se pone a los países contra las cuerdas y tienen que decidir con cuál de las potencias están.
Exacto. China también plantea la posibilidad de sanciones, como Estados Unidos.

- Con el espaldarazo de algunos países europeos a Huawei, la compañía está mirando con atención a América Latina. De hecho, hace años tiene bastante presencia en la región.
Sí, pero en el tema de la tecnología 5G está por verse. Y ya vemos como Estados Unidos amenaza a sus propios aliados europeos y hay amenazas recíprocas de China contra el país que se someta a la presión. China está aprovechando la debilidad de algunos gobiernos de la región, como el ecuatoriano y el venezolano, para extraer condiciones muy favorables a sus intereses en la eventualidad de que entren en default. Estados Unidos tiene un problema obvio. Un diplomático chileno decía que de un tiempo a esta parte cada vez que los estadounidenses visitan a América Latina solo hablan de China, pero cuando los funcionarios chinos visitan la región solo hablan de inversión y comercio, por lo cual son más persuasivos. La región no tiene muchas opciones y menos en un contexto de pandemia, cuando la única economía que va a tener crecimiento positivo es China. 

- ¿La candidatura de Mauricio Claver-Carone como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es un mensaje de que Estados Unidos va a mirar más a América Latina?
En todo caso podría ser para tener un instrumento de presión más. Ya ha ocurrido en los 80, sin que el presidente del BID fuera estadounidense. Estados Unidos utilizaba el poco más del 30% de poder de voto que tiene en el banco para, por ejemplo, vetar préstamos al gobierno sandinista de aquella época. Entonces, no me parece que esté fuera de lo posible que este tipo de prácticas se reediten más aún ahora que controlan la presidencia. Sí creo que va a ser un mecanismo de presión adicional con el que va a contar, por lo menos si se reelige Trump. No es tan obvio si gana Biden.  

- ¿Qué representa Biden para América Latina teniendo en cuenta que no ha hablado mucho de la región? Ha mencionado cosas puntuales respecto al problema migratorio y el medio ambiente, pero no ha sido muy explícito.
Eso es cierto. Cuando habló de migración, además, habló de los lationamericanos que ya están en Estados Unidos. No ha dicho mucho del acuerdo con México, por ejemplo. Y, claro, lo que algunos creen, y yo tiendo a coincidir con ellos, es que si bien Biden no hubiera hecho algunas cosas que hizo Trump, tampoco las va a deshacer unilateralmente porque también se convierten en medios de negociación. Por ejemplo, con China, quieres que reduzca los aranceles que aplicó Trump, ¿qué concesiones podría obtener a cambio? Él sí continuaría con el problema DACA, que para Perú implica que unos 8.000 jóvenes peruanos no serían deportados y ya ha dicho que habría una vía de naturalización para los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Pero en su documento sobre América Latina no cita ni una sola vez a Cuba, porque sabe que su posición respecto al país sería la misma que la de Obama, que es impopular en Florida. Respecto a Venezuela, creo que es más o menos obvio que Biden sí retiraría la amenaza del uso de la fuerza de cualquier eventual política hacia el país y tal vez levantaría las sanciones económicas que no afectan tanto a los líderes o empresas vinculadas a los líderes del régimen o a testaferros, como a la población civil. Pero en materia comercial los proteccionistas, históricamente, han sido los demócratas no los republicanos, eso cambia recién con Trump. 

- Biden sí ha mencionado la problemática medioambiental en Brasil, que está en el ojo del huracán por su manejo del tema forestal. 
Sí. Biden siendo candidato ha hecho cosas que uno nunca esperaría de Trump. Ha criticado la acción de las fuerzas de seguridad nigerianas en contra de manifestantes antigubernamentales y ha hecho críticas al récord en materia de derechos humanos de la República Popular China. Tal vez es también pueda ocurrir con Brasil y, además, en el tema ambiental, mientras que Donald Trump sigue negando en lo esencial el cambio climático y asegura que en la medida de que se produzca no es obra humana, Biden, claramente tiene un programa de US$ 1,7 trillones para afrontar el cambio climático. Es de suponer que si esa va a ser una prioridad en su política interna, que asocie políticas de cambio climáticos asociadas a la recuperación de la economía, probablemente sea un tema en la relación con Brasil, porque es obvio que el gobierno de Bolsonaro oculta la verdad en torno a la verdadera magnitud de la deforestación y de los incendios forestales bajo su gobierno.

- ¿Podría afirmarse que a América Latina le conviene más un candidato que otro?
Para ser perfectamente honesto, nunca consideraría la posibilidad de botar por Trump, ni siquiera ebrio. No hay escenario en el cual me parezca que sería una mejor opción. Mi punto sería que no habría que esperar mucho de Biden, pero sí hay razones para pensar que sería menos malo que Trump. Además, es probable gane con mayoría en las dos cámaras del Congreso. No es tan claro en el senado. Yo ya la desbarré con el Brexit y ya no hago pronósticos electorales para que no me lo enrostren luego. Pero no veo cómo en las circunstancias actuales Trump puede revertir esto. Me sorprendería mucho que gane. Creo que es altamente probable que gane Biden.

*Foto inicial: Reuters 

Autores

Laura Villahermosa