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Cumplimiento social en la cadena de suministros
Lun, 03/02/2014 - 12:46

Jorge Medina Méndez

Innovación: una oportunidad para la nueva Latinoamérica
Jorge Medina Méndez

Es Managing Partner de EY en Perú y miembro de su directorio sudamericano. Asesora a importantes empresas peruanas e internacionales. Cuenta con un MBA de la Adolfo Ibáñez School of Management de Miami. Analista y conferencista en temas de su especialidad, es también presidente y miembro del directorio de diversas instituciones universitarias, profesionales y empresariales.

El colapso de un edificio de ocho pisos en Bangladesh hace cerca de un año, en el que murieron 1.100 trabajadores, desaparecieron 300 más y 2.500 resultaron heridos (se dedicaban a confeccionar prendas de vestir para 15 renombradas marcas internacionales) nos recuerda la responsabilidad que tenemos -no solo empresarial, sino fundamentalmente social y humana- de ver más allá de los meros procesos de compra, facturación y pago.

Luego de la tragedia, varias de las marcas involucradas crearon fondos de compensación y ayuda para los familiares de los trabajadores afectados; inclusive, marcas que un año antes del accidente habían encargado la fabricación de sus prendas en dicho lugar, participaron también en la ayuda.  

Situaciones como esta ponen el foco de atención en la gestión de la cadena de suministros, principalmente en el sector de productos de consumo, pues la globalización, la búsqueda de eficiencia y el ahorro de costos, acrecientan el riesgo de ‘incumplimiento social’ en la tercerización de los procesos de fabricación, al carecer las empresas compradoras del control total en los mismos.

Si bien las empresas suelen contratar servicios de monitoreo para verificar su cumplimiento social, este enfoque no ha sido el mejor en los casos de manufactureras que operan en países con alto grado de informalidad, en los que abunda la emisión de certificados de cumplimiento nada fiables. En estos casos, el riesgo de incumplimiento social crece significativamente, siendo un factor muy relevante como para que un simple check mark  resulte suficiente.  

La verdad es que muchos directivos de empresas desconocen su cadena de suministros en forma completa; incluso, a veces ni siquiera saben cuál es el siguiente nivel en dicha cadena. Mapearla y monitorearla ayudaría a determinar si los estándares del código de conducta de la empresa se reflejan en sus proveedores de servicios. Es fundamental que la empresa entienda los riesgos existentes en cada lugar de abastecimiento a fin de mitigarlos y evitar dañar su capacidad de generación de valor.

Un estudio reciente de EY y GreenBiz muestra cómo la sostenibilidad empresarial puede ser afectada por una mala gestión de riesgos en la cadena de suministros, impactando la reputación, la capacidad de atraer y retener buenos talentos, e incluso el derecho a operar, poniendo en riesgo la continuidad del negocio. Según el citado estudio, si bien el 20% de las medidas de sostenibilidad resultan por iniciativas directas del CEO, el 19% de los casos son consecuencia de los riesgos en la cadena de suministro.

Ciertamente, razones de costos, calidad y disponibilidad de productos influyen en las decisiones de compra y contratación; sin embargo, las consideraciones sociales y ambientales no son menos importantes y no deberían ser dejadas de lado. Es necesario entrenar a los gerentes de compras sobre cómo gestionar los riesgos de incumplimiento social a fin de identificar a los proveedores que no se adhieren a las prácticas de negocios de la empresa.

Pensemos en las marcas locales que consumimos cotidianamente. ¿Qué sucedería si los proveedores utilizaran prácticas inadecuadas que pudieran afectar la provisión continua de los suministros o productos que adquiere la empresa? Peor aún, ¿qué pasaría si se descubre que las condiciones de fabricación de un determinado producto no fueran fiables o estuvieran por debajo de estándares aceptables? La demanda de dicho producto -además de la imagen y reputación- se vería seriamente afectada, creando inclusive dudas sobre los demás productos de la empresa.

Es tal el riesgo de incumplimiento social, que las grandes marcas de consumo global y cadenas de tiendas por departamento han creado el Programa Mundial de Cumplimiento Social (GSCP por sus siglas en inglés) -difundido también por la ONU y la OECD- cuyo objetivo es mejorar las condiciones laborales y ambientales en las cadenas de suministro. 

Creado por y para empresas compradoras que quieren mejorar la sostenibilidad ética, social y medioambiental en sus bases de suministros, GSCP (www.gscpnet.com) busca armonizar esfuerzos para lograr enfoques comunes y sostenibles, y ofrece una plataforma de intercambio de conocimientos que permite la posibilidad de comparar y compartir instrumentos de referencia, procesos y mejores prácticas en temas laborales y medioambientales. Ello permite a su vez  contar con un benchmark común para medidas de remediación.

No está demás preguntarnos si en adición al monitoreo que hacemos para verificar el funcionamiento de nuestros programas de RSE, nuestros Programas de Cumplimiento Social en la cadena de suministros están funcionando eficaz y efectivamente. Será en el mejor interés de nuestros colaboradores y consumidores, y favorecerá nuestra sostenibilidad y trascendencia.