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El gigante asiático, el olimpo griego y la corrupción mais grande
Jue, 29/10/2015 - 09:45

Alfredo Ferrero

El TLC de Perú con la Unión Europea
Alfredo Ferrero

Socio del Estudio Navarro, Ferrero & Pazos. Fue ministro de Comercio Exterior y Turismo durante el gobierno de Alejandro Toledo.

Mientras Estados Unidos publica datos que indican que estaría cerca de lograr pleno empleo, buena parte del mundo muestra un escenario distinto.

La Unión Europea (UE) y Alemania, la economía más poderosa de Europa, están tratando de rescatar a Grecia de la situación de iliquidez y crisis generada por un Estado sobredimensionado por la falta de reformas estructurales sustantivas. El problema griego es anterior a su admisión como miembro de la UE. Para que Grecia sane se le han impuesto condiciones para su rescate. No obstante, su situación seguirá siendo crítica si no adopta medidas de carácter estructural y permanente.

China, la economía proyectada como la más grande en el futuro, viene ajustando sus cifras de crecimiento año tras año. Las tasas anuales de 10% son parte del pasado y tenemos que acostumbrarnos a tasas que rondan el 6%, y proyectar la economía peruana y mundial ajustándola de acuerdo a los nuevos parámetros de crecimiento.

El precio de los metales y del petróleo está en un ciclo a la baja, lo que afecta a los países productores como el Perú y Chile para el oro y cobre (en su mínimo de seis años), y Colombia, Ecuador y Venezuela, que sufren con el petróleo en niveles de US$40 y US$50. Si bien el escenario de precios es incierto,  no se espera una recuperación en el corto plazo.

Brasil está en crisis económica y de corrupción. La economía más grande de América del Sur sigue siendo una esperanza de futuro que nunca llega a consolidarse, un país proteccionista con una economía que viene decreciendo. Los resultados de crecimiento eran modestos aun antes de explotar el escenario de corrupción de Lava Jato y Dilma Rousseff fue reelegida (2014) no por su performance económica o de desarrollo sino por el voto de los beneficiarios de los programas sociales que temían perderlos. Hace ya varios periodos que la izquierda (desde Lula elegido y reelegido 2003 y 2006) gobierna en Brasil y los resultados están a la vista: crecimiento modesto y mucha corrupción.

A pesar de Shinzō Abe, en Japón la economía se encuentra estancada luego de haber estado recuperándose levemente, mientras que los emergentes Sudáfrica, Turquía y Tailandia están creciendo menos de lo proyectado. Por su parte, África no ha podido desarrollar industria propia a pesar de tener recursos, como petróleo, diamantes, oro, cobalto, manganeso, hierro y uranio. Actualmente la pobreza extrema africana alcanza al 48% de su población, que vive con menos de US$ 1,25 diario.

En la otra acera, Estados Unidos muestra desde hace unos años una economía sólida y en expansión consolidando un crecimiento interesante que ha fortalecido el dólar y está en carpeta la probable subida de las tasas de interés. Asimismo ha logrado autonomía energética y ha enfrentado exitosamente temas políticamente sensibles tanto en su política interna, como es el caso de los inmigrantes, como en su política internacional, específicamente en sus relaciones con Cuba e Irán, tomando decisiones consideradas históricas. En su segundo gobierno, Barack Obama ha enfrentado con valentía temas altamente sensibles con decisiones fundamentales que tendrán impacto en el futuro. En ese contexto vienen las elecciones de 2016, en que los republicanos tratarán de retomar la Casa Blanca tras dos periodos de gobierno demócrata, uno mediocre y el segundo notable.

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