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La reforma en educación técnica de Corea: tres claves para emular al tigre
Dom, 18/05/2014 - 14:23

Carmen Pagés

Países exitosos: la formación no acaba al salir de la escuela
Carmen Pagés

Carmen Pagés-Serra es la Jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En forma previa a esta labor, Carmen se desempeñó como economista principal en el Departamento de Investigación del BID, donde lideró importantes publicaciones tales como La Era de la Productividad: Cómo transformar las economías desde sus cimientos, las últimas ediciones de la publicación insignia anual del Banco, el Desarrollo en las Americas (DIA). Carmen es también autora del libro Ley y Empleo: Lecciones de América Latina y el Caribe, escrito conjuntamente con el Premio Nobel Prof. James Heckman, así como de dos libros adicionales (Se Buscan Buenos Empleos: Los mercados laborales en América Latina y La Creación de Empleos en América Latina y el Caribe: Tendencias recientes y los retos políticos). Carmen ha publicado extensamente en revistas académicas y de política líderes en las áreas de mercados laborales, seguridad social y productividad. Antes de formar parte del BID, Carmen se desempeñó desde el 2004 hasta el 2006 como economista senior en temas laborales en el Banco Mundial. Carmen cuenta con una Maestría en Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona y un Doctorado en Economía de la Universidad de Boston.

Se mire como se mire, Corea es un milagro económico. De ese país, el premio Nobel Robert Lucas Jr. dijo que “nunca antes las vidas de tanta gente habían experimentado una mejora tan rápida en una sola generación”. Basta recordar que en 1960 el PIB per cápita de Corea era la mitad que el de México (alrededor de US$1.000) y que hoy en día supera los US$30.000 per cápita, casi el doble que el de este país norteamericano. 

¿Qué permitió a Corea realizar este salto tan importante? Si bien no se conoce la fórmula mágica, no hay duda de que los rápidos avances en educación constituyen un elemento clave de la explicación. Además, una buena parte de la inversión en capital humano fue en educación técnica y capacitación para los trabajadores, algo que, por contra, ha sido profundamente relegado en la región de América Latina y el Caribe. Esa apuesta por la formación técnica tuvo las siguientes características:

1.- Se alineó con las prioridades de desarrollo establecidas por el gobierno: desde el principio la educación técnica y vocacional estuvo orientada a generar fuerza laboral calificada en las habilidades requeridas por las industrias nacientes. A medida que iba cambiando la composición de las industrias (de productos manufacturados de baja sofisticación, a industria pesada, y de ahí a industrias de la comunicación y la información) la estrategia de formación fue cambiando también para acoplarse a los cambios en la demanda.

2.- Fue realizada por las empresas: una característica importante de la formación técnica y vocacional en Corea es que se puso un enorme énfasis en que la formación fuera dirigida por las propias empresas. Para ello, el estado proveyó y todavía provee importantes incentivos a las empresas para que formen a sus trabajadores. En América Latina y el Caribe también se destinan cuantiosos recursos públicos a la capacitación, pero éstos se otorgan a institutos nacionales de capacitación que suelen formar a trabajadores en oficios de baja productividad.

3.- Tuvo en cuenta las características particulares de las pymes: otra característica del modelo coreano de formación es que se generaron incentivos especiales para que las pymes formaran a sus trabajadores. Hace ya bastantes años, los coreanos se dieron cuenta de que, por problemas de escala y otras razones, a las pymes les cuesta formar a sus trabajadores. Para aumentar la inversión de éstas experimentaron con distintos modelos (por ejemplo otorgando subsidios a la formación más generosos a las pymes) hasta dar con un modelo ganador. El modelo consiste en agrupar a pymes de la misma industria y área bajo comités autónomos dirigidos por gerentes de capacitación. Estos gerentes trabajan en un plan para identificar las necesidades de formación de las empresas y los posibles proveedores de tal formación. Los estudios indican que  los trabajadores participantes se benefician de ganancias salariales mayores.

¿Y qué experiencias puede aprender la región? Este énfasis en aumentar la productividad del trabajo en Corea contrasta con la baja prioridad que recibe la formación de los trabajadores activos en nuestra región. Aunque hay pocas estadísticas sobre el tema, parece que muy pocos trabajadores reciben formación (por ejemplo solo el 3% de los trabajadores han recibido algún tipo de formación en Colombia durante su vida laboral). Por ello, quizá no es sorprendente que en la región la productividad del trabajo y los salarios crezcan a paso de tortuga y no de tigre. Es hora de cambiar de marcha: para emular a los tigres asiáticos y dar el salto se requiere una TransFormación de las habilidades de la fuerza laboral. ¿Estamos dispuestos a invertir en ello?

*Esta columna fue publicada originalmente en en el blog Factor Trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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