Pasar al contenido principal

ES / EN

Los errores que todo trader debe evitar
Jue, 15/01/2015 - 09:00

Gustavo Neffa

La importancia de la educación financiera en los niños
Gustavo Neffa

Gustavo Neffa es Socio-Director de Research For Traders.

Los inversores institucionales lideran en materia de volúmenes negociados en todos los mercados. No obstante, el trading realizado por inversores individuales (minoristas) cada vez es mayor en países desarrollados o vías de desarrollo y pasa por plataformas online y operan con plataformas y sistemas de compra/venta de activos financieros con cotización de mercado.

Pero las debilidades de operar en solitario por nuestra cuenta son muchas. Al igual que en una tienda de electrodomésticos, ante la falta de conocimientos específicos muchas veces uno termina comprando el modelo que nos sugiere el vendedor, pero dicho consejo suele estar sesgado por marcas o modelos que él necesita vender por orden de sus superiores y que no necesariamente son el más adaptado para nosotros. Puede darse también que haya tenido malas experiencias con distintos activos financieros por desconocimiento del tema o por no estar bien asesorado y actuar en soledad desde una cuenta de inversión desde su casa.

Las decisiones que tomamos están influenciadas además por nuestra personalidad, lo que define nuestro grado de aversión al riesgo, por nuestro conocimiento sobre la materia (no es lo mismo un inversor novato que un operador profesional) y por nuestra experiencia anterior (ya sea positiva o bien negativa que va forjando nuestro nivel de absorción de riesgos). La personalidad es un concepto que es definido como un rasgo característico y distintivo de cada individuo que sirve para predecir su comportamiento en los mercados en este caso. La personalidad explica diferencias entre individuos, más que sus semejanzas, y sirven para identificar actitudes de constancia en sus decisiones.

¿Cuáles son las actitudes que todo trader debe evitar? Propongo que analicemos aquello que un inversor nunca debe hacer cuando opera por su cuenta.

Vencer los miedos sobre la base de incorporar habilidades: El trading, a simple vista, parece sencillo y va asociado a la realización de grandes sumas de dinero en un período muy breve. Pero un trader generalmente no se da cuenta que el ambiente para invertir es diferente entre uno y otro. El inversor magnifica así sus expectativas de éxito. Si uno se apega a esas falsas creencias sin las habilidades apropiadas, desembocará inevitablemente en el fracaso, dolor, daño psicológico y, finalmente, en miedo. Los miedos reducen siempre la habilidad de un trader de ser objetivo, ejecutar sus apuestas, aprender de los errores o aprender más acerca de la naturaleza de los mercados en los cuales opera.

Claro está, es posible ganar dinero sin las habilidades apropiadas, pero sin las mismas uno inevitablemente perderá lo ganando cuando regrese a efectuar otra operación, e incluso todavía más.

Las personas generalmente no saben cómo liberarse de esos miedos y, para compensar, se aprenden maneras muy sofisticadas de cubrirse frente a los mismos.

Es muy fácil en la sociedad moderna seguir adelante y ser incluso exitoso con una fachada de confianza porque la gente generalmente apoya la ilusión de los demás acerca de ellos mismos. Pero al mercado le importa poco y nada apoyar las ilusiones de los demás acerca de ellos mismos. Si un trader siente miedo, puede salir a cubrirse, pero los resultados del trading mandan y demuestran sus verdaderos sentimientos, así como los partidos ganados definen la suerte de un técnico en el ambiente futbolístico. Y la velocidad del mundo moderno es cada vez más tirana y empuja a que los tiempos sean cada vez más cortos: por eso se ven traders desanimados en muy poco tiempo.

Eliminar las creencias que nos limitan: La gente posee una serie de creencias que van en contra del éxito como traders, los limitan. Uno puede ser consciente de algunas de ellas, pero otras se desconocen. En cualquiera de los dos casos es imposible negar su importancia en cómo afectarán nuestro comportamiento como traders. Algunos tratarán de confrontar estas creencias limitadas volviéndose expertos en análisis de mercados. Pero no importa que tan expertos seamos en la materia: de nada sirve ser un gurú si no podemos ganar plata negociando esas ideas o acertar en el pronóstico con las manos vacías cuando ese escenario se materializa. Esa es la diferencia entre un gurú y un trader. Hay que liberarse de las creencias que uno tiene y que le limitan, ser permeable a los cambios y a una nueva ruta luego de asumir que existen cambios en la coyuntura o un desvío en nuestro planteamiento inicial.

Conocer el contenido vs. conocer el proceso: Supongamos que no sabemos jugar al ajedrez y nos encontramos en un cuarto con un tablero y todas sus fichas que nunca había visto en su vida, como si aterrizara un día en otro planeta y se encontrara con un set de piezas de un juego nuevo. Analizaremos cada una de las piezas, observaremos que son diferentes en formas, tamaño, así como su disposición inicial desplegadas en el tablero, cómo pueden moverse, es decir que seremos expertos en el CONTENIDO. Pero a menos que comprendamos el PROCESO del juego de ajedrez, nunca entenderemos el juego y su relevancia, ya que no entenderemos los mecanismos por los que unas fichas se protegen a otras, o jugadas que desembocan muchas veces en las mismas situaciones ganadoras o perdedoras, o el sentido de cómo defenderse, o atacar agresivamente en medio de la partida. El proceso no se opone al contenido sino que es condición necesaria saber del contenido. Pero nunca se llegará a nada con el contenido solamente, si no se entiende el proceso del juego o haber probado en los mercados y entender su dinámica.

La diferencia entre ganadores y perdedores reside en entender el proceso. Cuánto uno ganó en un mes, si uno estuvo comprado (long) o vendido (short) en determinada acción, analizar la composición de una cartera como una foto en un momento determinado del tiempo, que nos digan quién aplica el mismo método o si creemos que un mercado es alcista o bajista son preguntas necesarias de responder, pero irrelevantes a la hora de entender los procesos y la dinámica de los mercados.

Siempre digo que hay que aprender a “bailar con el mercado”, es decir conocer con quién uno está y aprender de él, como en el tango que la improvisación manda pero sobre la base de estructuras que van encajándose a medida que la música va surgiendo, como una improvisación de jazz en la que una secuencia se define en determinado remate o continuación, siempre analizando el momento específico y lo más adecuado para ese momento.

Falta de disciplina: hay que incorporarla día a día: Si el ambiente existente va más allá de nuestras habilidades o conocimientos, tendremos que aplicar reglas estrictas y limitaciones para guiar nuestros comportamientos hasta que aprendamos a actuar para beneficio propio. A semejanza de cuando éramos pequeños y nuestros padres nos impedían cruzar la calle solos imponiéndonos una limitación hasta que supiéramos y fuéramos conscientes del riesgo en el que estábamos incurriendo de poder ser atroplellados por un auto.

El trading se volvió además más sofisticado, por eso si operamos por nuestra cuenta es necesario saber cómo colocar órdenes, ya que hay al menos 12 órdenes para poder ejecutar las distintas estrategias, tales como Market Orders, Limit Orders y Stop Order (y su variante Stop Limit Orders) como las más comunes. Pero también existen las órdenes All-or-None Orders, Selling Short y su inversa para cerrar la posición Buy to Cover Orders. Es necesario tener disciplina en la colocación de órdenes, así como en otros aspectos del trading.

Para ayudar a los inversores a ser más profesionales, además de informarse y atender los consejos de los líderes de opinión que reúnan las características descritas más arriba, se recomienda ser metódico con algunas recomendaciones básicas que imponen un marco, un corsé del cual se impide salir para evitar cometer las equivocaciones más básicas. Ser ordenados en nuestras inversiones es un tema más completo que implica contar con las siguientes herramientas y cumplirlas en forma objetiva para evitar los sesgos personales a la hora de invertir:

1) Confeccionar un plan y respetarlo. Si los resultados no son los deseados al cabo de un tiempo prudencial, cambiarlo.

2) Respetar las tendencias. Valerse para eso de gráficos.

3) Utilizar Stop-Loss. Nunca perder más allá de lo que uno puede impedir en forma predeterminada.

4) En caso de duda no operar. No siempre la plata que nos “quema en las manos” tiene que ser invertida.

5) Dejar correr las ganancias, cortar las pérdidas.

*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.es.

Autores