Pasar al contenido principal

ES / EN

Qué hay en común entre los "genios" emprendedores de A. Latina
Vie, 03/07/2015 - 14:53

Héctor Cancino Salas

El camino hacia una Colombia digital
Héctor Cancino Salas

Héctor Cancino Salas es periodista del sitio web de AméricaEconomía, AETecno.com.

¿Abundan los casos de emprendimiento tecnológico exitoso en Latinoamérica?

Difícil que podamos considerarlo así por estos días. Sin embargo, sí reconocer la conformación de un ecosistema que está propiciando este objetivo, a través de las startups y las iniciativas gubernamentales.

No sería inesperado que en unos pocos años a nadie le extrañen las historias de éxito tecnológico local; que ninguno se sorprenda de la gran cantidad de empresas latinoamericanas que sean capaces de brindar servicios tan efectivos como el de las grandes trasnacionales del sector o incluso ir más allá, al idear soluciones inéditas.

Pero volvamos a pisar terreno firme. Hasta ahora, seguimos admirando y aprendiendo de los grandes casos de innovación que ocurren en nuestros países. En particular, hago referencia a aquellos donde los jóvenes son los protagonistas: la generación que ha crecido en un mundo en que internet y lo digital son un lenguaje más.

Un aspecto en común que ha llamado mi atención de estas historias es la capacidad que han tenido los emprendedores de ver las grandes dificultades, vacíos o la escasez como una oportunidad para dar el gran salto. Aunque luego venga algo no menos importante: cómo dar el salto, con qué herramientas hacerlo cuando se presente esa situación. Porque ahí es cuando se necesita de un componente especial: la osadía personal y silenciosa, esa gasolina permite aprender, investigar, experimentar, fallar, equivocarte y descubrir. En la mayoría de los casos, apelando a la autodeterminación, incluso si no se tuvo la mejor educación, ambiente o herramientas de aprendizaje.

Esta semana tuve la oportunidad de conocer dos casos especiales. Uno es el de Brayan Salazar, un joven hondureño que apenas tuvo educación básica y no pudo concretar su deseo de estudiar Ingeniería Electrónica en la universidad, por falta de dinero. Sin embargo, un viejo computador de segunda mano que su madre le envió desde Estados Unidos fue el punto de inflexión en su historia. Gracias al regalo, Brayan acunó la pasión por desmontar aparatos, arreglarlos, estudiar su interior y combinar distintas piezas y productos.

De forma autodidacta aprendió a arreglar de todo lo relacionado con electricidad y mecánica, al punto de que cuando se le presentó una oportunidad, desarrolló una gran solución: utilizar energía eólica para cargar los móviles en zonas donde no hay electricidad.

Otro caso destacable es el de Michael Sayman, un chico que aún siendo menor de edad supo triunfar en el mundo del desarrollo de aplicaciones, nada más ni nada menos que en Facebook. Este joven, hijo de padre boliviano y madre peruana, confesó que en la escuela no tenía clase de computación y sólo internet le sirvió para aprender informática. En resumen, internet fue para él una biblioteca permanente y una universidad para desarrollar sus conocimientos. La educación formal o los programas académicos no fueron la clave para su ascenso.

Así en más, encontramos historias similares, como la del ya reconocido innovador colombiano Andrés Barreto, fundador de varias compañías tecnológicas, quien comentó que "todo lo que necesitaba para emprender lo aprendí de Wikipedia y blogs".

En esta misma línea, la consultora Latin Trade Group analizó casos exitosos de emprendimientos en América Latina. El factor común en ellos resultó ser la capacidad para superar todo tipo de obstáculos, ya sea falta de capital inicial, dificultad para acceder a financiamiento, o climas económicos y políticos desafiantes en sus países de origen.

Seguro que para ser un innovador y emprendedor no hay un manual que todos podamos seguir, paso por paso. Pero sí me atrevería a decir que en América Latina sí tenemos al alcance ideas e historias inspiradoras que pueden provocar un efecto dominó en quienes sueñan con seguir este camino. El repaso del caso de estos jóvenes puede indicarnos un sendero.