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¿Qué podemos aprender de las mujeres latinas en puestos de liderazgo?
Lun, 12/12/2016 - 09:04

Marcela Arbeláez

"¡Eso no fue lo que yo dije!": no pierdas un caso por falta de traducción
Marcela Arbeláez

Marcela Arbeláez es Fundadora y CEO de Lingua Franca Translations. Estudió traducción en Munich, Alemania, con una especialización en Biología, Sistemática y Genética. Es licenciada en Administración de Medios y Comunicación Visual de la Universidad de Miami.

En los últimos años, las mujeres latinas han dado grandes pasos en su búsqueda para lograr ocupar cargos de liderazgo. Es cierto que aún no cuentan con una representación justa en las oficinas panorámicas reservadas para los gerentes ejecutivos y directivos corporativos. Sin embargo, estos cargos tan codiciados están al alcance de muchas mujeres latinas que cumplen con ciertas características clave que he visto en muchas mujeres que han hecho este ascenso tan ambicioso.  

Las mujeres latinas deben contar con una inmensa determinación para lograr sus objetivos de liderazgo, además de la tenacidad para perseverar ante los obstáculos más abrumadores y, quizás lo más importante, tener acceso a una educación de calidad que las prepare para tomar los cargos de liderazgo que se merecen.

Según mis impresiones, en muchos casos, cuando las mujeres tienen esta determinación, la misma proviene de fuentes emocionales.  Puede surgir de un deseo por cuidar a sus hijos o a familiares, de las ansias de sentirse realizadas o de una mezcla de estos dos aspectos.

La tenacidad para afrontar y superar obstáculos es igual de importante. A fin de cuentas, vencer a la competencia encarnizada por estos empleos amerita de grandes fuentes de ímpetu y fuerza de voluntad.

Ya que el conocimiento es poder, las mujeres latinas se deben beneficiar de las oportunidades académicas que las pueden impulsar hasta la cima de las compañías y organizaciones globales. Sólo con el acceso a la educación que los hombres y los grupos privilegiados pueden costear, las mujeres latinas pueden ostentar las habilidades necesarias para liderar compañías tanto grandes como pequeñas.

La mujer latina y otras mujeres de grupos minoritarios necesitarán todas estas ventajas para superar las barreras que desde hace mucho tiempo han aparentado ser invencibles. La principal de todas ellas es el techo de cristal que evitó que muchas generaciones de mujeres ascendieran hasta cargos superiores a la gerencia intermedia. Hoy en día, sigue existiendo una mentalidad de exclusividad masculina entre los gerentes ejecutivos reacios a entregar las riendas de una compañía a una mujer. Pero, a medida que se construye un mercado propio de mujeres ejecutivas con poder, las mujeres están empezando a beneficiarse de las amplias relaciones profesionales que, históricamente, sólo han beneficiado a sus homólogos masculinos.

La esperanza está a la vista

Está claro que la cultura está en proceso de cambio. A veces, puede parecer que el cambio se mueve a paso de tortuga. Pero, aun así, cambio es cambio. La feminización del liderazgo se está haciendo sentir en muchos lugares. Contamos con dos Primeras Ministras en Europa, una Jefa del Fondo Monetario Internacional, Juezas de la Corte Suprema y campañas para la presidencia de EE.UU. con mujeres de ambos bandos disputándose el primer lugar y ahora, nuestra primera abanderada femenina.
Cada vez más, las mujeres están asumiendo y teniendo éxito en el desempeño de papeles empresariales, dirigiendo grandes universidades, liderando grupos industriales y ocupando el cargo de gerente ejecutiva en agencias de todos los tamaños. En cualquier caso, las mujeres han probado que son extraordinariamente capaces de formar coaliciones cuyos instintos de consolidación, comunicación y protección han elevado la cultura y tradición de organizaciones a nuevas alturas.

Históricamente, ser hispana ha resultado ser una desventaja para aquellas mujeres que aspiran ocupar cargos de liderazgo. Y ha hecho que la ya ardua escalada hasta las oficinas corporativas sea el doble de difícil para las mujeres hispanas. Sin embargo, hoy en día, creo que hay mayores situaciones adversas asociadas a la identidad hispana que a la identidad femenina en el ámbito global y especificamente hablando de Estados Unidos. 

Muchas industrias, tales como la de la traducción, en la cual he forjado mi carrera, se han compenetrado más de cerca con las mujeres que con los hombres. En la industria de la traducción, las mujeres siempre han sido más conocedoras que los hombres en las compañías tecnológicas líderes. Pero, en EE.UU., ser hispano aún significa ser un extranjero. Muchas personas exhiben un recelo tangible basado en el prejuicio ante los hispanos a cargo de las comunicaciones corporativas en el mundo anglosajón. Tales personas pasan por alto las ventajas obvias que ofrece el conocimiento bicultural que hacen de estas personas un recurso invaluable. Por ejemplo, la destreza innata de la mujer latina para acortar las grandes distancias globales más allá de EE.UU. puede impulsar la expansión global de una compañía.

La comunicación y el profesionalismo son clave para contrarrestar barreras interpersonales basadas en el prejuicio. La comunicación fomenta la construcción de relaciones, y el profesionalismo genera resultados que, a su vez, labran respeto y confianza.  Si la comunicación y el profesionalismo no logran derrumbar barreras, mi recomendación es buscar un ambiente menos hostil.

El análisis de la diversidad

La palabra "diversidad" se usa por lo general para describir los beneficios de recibir a novatos con los brazos abiertos. Sin embargo, muy a menudo pasa desapercibido el simple hecho de que la diversidad resulta beneficiosas para todos. La diversidad ayuda a estimular mi curiosidad intelectual y ha avanzado mi carrera. A lo largo de un capítulo que abarcó 11 años de mi vida en los cuales viví en Europa, aprendí alemán, perfeccioné mi francés y viajé desde Dinamarca hasta Italia y desde España hasta Grecia. 

A su fin, después de haber conocido y trabajado con una gran variedad de personas al otro lado del océano, regresé a Estados Unidos con innumerables experiencias laborales y de vida que me destinaron a posicionarme en puestos privilegiados por el resto de mis días.
La diversidad ha impulsado el crecimiento de mi empresa mientras promueve amistades personales y profesionales con expertos de trayectoria (muchos de los cuales trabajan como traductores en sus países natales como China, México, India, Brasil, Afganistán y Noruega). 

Estamos destinados a presenciar una afluencia de mujeres latinas ocupando cargos de liderazgo en los próximos años, lo que es tan sólo otra propiedad más de la diversidad, sin embargo, brindará una cantidad inconmensurable de beneficios para todos.