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Los estadounidenses opinan sobre Kennedy y el medio siglo de duda
Jue, 21/11/2013 - 07:32

Hernán Ramos

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Hernán Ramos

Hernán Ramos es economista, editor, escritor, docente universitario, consultor internacional en economía y medios latinoamericanos. Fue editor general del Diario El Comercio de Quito, Editor-Fundador del Semanario Económico Líderes. Colabora habitualmente con medios de Colombia, Argentina, México. Escribe sobre temas económicos, sociales, políticos que interesan a la región.

Ha pasado medio siglo. El magnicidio que terminó con la vida del presidente de EE.UU., Johm F. Kennedy, no se ha clarificado.

Teorías variopinto van y vienen sobre todos y sobre los verdaderos autores intelectuales y materiales del histórico crimen. Con cierta frecuencia, Hollywood ha entrado y ha salido del tema con películas y documentales que han abonado la duda y han mantenido el asesinato en el imaginario colectivo del estadounidense de a pie.

Cientos -quizá miles- de libros se han escrito y sus páginas tampoco han despejado las grandes incógnitas. Los archivos secretos del Estado norteamericano, que se han desclasificado por goteo y en función del entorno enrarecido de un hecho tan espinoso, en general, mantienen latentes las preguntas de fondo: detrás de la bala asesina de Lee Harvey Oswald (foto inferior), ¿quienes estimularon realmente al (los) asesino (s) para tirar del gatillo? ¿Qué razones verdaderas hubo para acabar con la vida del presidente de EE.UU., quien en ese momento se encontraba en la cúspide de su poder?...

La prestigiosa agencia de encuestas Gallup se interesó nuevamente en este tema y durante estos días (inicios de noviembre 2013) se acercó a los estadounidenses para conocer sus opiniones. Los datos que aparecen arriba son reveladores de una tendencia aunque francamente resultan poco novedosos en el contexto general. Para empezar, se ratifica que pocos creen que Oswald fue un asesino que actuó en solitario (30%), mientras la mayoría (61%) se inclina por pensar que hubo más involucrados en el magnicidio.

En segundo lugar, ante la pregunta-tesis de que hubo una conspiración para matar a John Kennedy, los estadounidenses colocan al tope de la lista de posibilidades (13%), tanto a la mafia y al crimen organizado de EE.UU., como a los poderes ocultos ligados al Gobierno Federal de aquella época; seguidos a cierta distancia (7%) por la inefable y gelatinosa Agencia Central de Inteligencia (CIA).

En tercer lugar se puede colegir, de la lectura que hacen los estadounidenses sobre este punto, que existe un segundo pelotón de sospechosos de haber conspirado contra Kennedy (5%), cuya lista es liderada por la Cuba de Fidel Castro y por los grupos políticos y de intereses no especificados dentro de EEUU. Y así para abajo...

Lo cierto es que, a este paso, quizá transcurra otro medio siglo antes de que el mundo sepa exactamente qué pasó en la ciudad de Dallas, Texas, aquel fatídico 22 de noviembre de 1963...

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Rienda Suelta, apuntes de Hernán Ramos.

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