Para no quedarse sin baterías
En junio de 2009, el gobierno argentino le prestó algo más de US$ 66 millones a la filial local de General Motors, cuya empresa madre, en ese momento, estaba quebrada. En noviembre de 2010, la compañía devolvió el préstamo y en junio de este año, en una mezcla feliz de publicidad y agradecimiento personalizado, le llevó a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, un flamante Chevrolet Volt. Se trataba de un visita de cortesía para decirle que así se convertía en la primera mandataria de la región en conducir ese vehículo eléctrico.





