Emprender es invertir, por eso es fundamental que los emprendedores tengan un presupuesto establecido al momento de iniciar un proyecto. Muchas veces las personas (en especial los jóvenes) no consideran el gasto que pueda implicar emprender.
Esto lleva a que generalmente decidan hacerlo sin invertir dinero o sin establecer un presupuesto inicial, lo que indudablemente lleva al fracaso del proyecto. Así mismo, la mala gestión en el proceso y el desorden financiero que se genera a raíz de estas decisiones erróneas también influyen en el cierre definitivo.