Cáncer por arsénico: el silencioso enemigo que se expande en la ciudad del candidato Alejandro Guillier
-Usted comenzó su carrera en el psiquiátrico, ¿cierto?
-Así es, en el que está ubicado en la comuna de Recoleta (Santiago-Chile). Año 75, por ahí. Era ayudante de una eminencia de ese tiempo, el doctor Agustín Téllez, que usaba como vestimenta habitual una capa azul hasta el suelo.
-¿Cómo fue comenzar en ese lugar?
-Fue muy duro, una experiencia muy extrema, casi como de terror. Desde doctores que llegaban en estado alcohólico y una falta de recursos terrible en la institución.
-Locura total.





