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Los festivales gastronómicos se masifican para acercar la alta cocina
Vie, 29/05/2015 - 14:59

Loreto Oda Marín

Botar o no botar, esa es ahora la cuestión
Loreto Oda Marín

Loreto Oda es periodista de AméricaEconomía.com

No termina uno y ya comienza el otro. Sus nombres se parecen, por lo que la gente puede confundirse. Lo común: comer en restaurantes de alta cocina a un precio más accesible que si fuera un día normal.

Con el boom de la gastronomía, estos eventos que son típicos en las grandes capitales del mundo, se han masificado en la región. Por ejemplo, de la mano de Atrápalo, llegó el año pasado a Colombia, Perú y Chile, "Restaurant Week", un evento que se creó en New York en 1992.

Algo similar pasó con "Dining Week", el cual se realiza desde hace 19 años en ciudades como Nueva York, Berlín y Miami, mientras que Argentina va en su cuarta versión y Chile estrenó este año su primera edición, de la mano de Restorando.

Por estos días, se está realizando por primera vez "Santiago Food Week", el cual se llevó a cabo hace poco en Bogotá, y pronto se realizará en Sao Paulo (Brasil), para luego ejecutarse en Lima (Perú) y Buenos Aires (Argentina).

Si bien, todos tienen formatos y precios diferentes, la idea suele ser la misma: un menú de tres pasos con opciones a elegir. Lo que sí, un plus tanto en "Restaurant Week" como en "Food Week" es el componente social, dado que parte de las ganancias van a una institución solidaria.

Sin embargo, dejando de lado los términos económicos, estas iniciativas son de gran ayuda al rubro, pues hacen que el comensal pueda acercarse a la alta cocina, mientras que los chefs y restaurantes pueden mostrar sus propuestas y darse a conocer. Ambos elementos van construyendo a consumidores más informados y exigentes, lo que potencia, en definitiva, a toda la industria.

Gracias a estos festivales, he tenido la oportunidad de ir a restaurantes que hace tiempo quería conocer. Unos han sido una gran sorpresa; otros han sido una invitación para volver y otros merecen una segunda oportunidad, porque si bien no lograron menús redondos, sí algunos platos puntuales destacaron por sobre otros.

Lo cierto, es que estas instancias son un punto a favor para conocer una cocina nueva, sabores y propuestas estéticas diferentes y pasar un momento de lujo sin un precio tan descabellado.

Mientras escribo estas líneas suena mi teléfono. Es de un restaurante para confirmar mi visita de hoy en el contexto del recién estrenado "Santiago Food Week". Digo que sí y cuelgo, sabiendo que este viernes tendrá un sabroso final.