Pasar al contenido principal

ES / EN

Sin dinero ni perspectivas, migrantes brasileños enviados a México desde EE.UU. evalúan volver a casa
Sábado, Febrero 1, 2020 - 09:58

México recibió esta semana a las primeras familias brasileñas, cuatro niños y seis adultos, dentro del programa Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés), en un acuerdo con Washington que inició en 2019.

Ciudad de Juárez.- Desesperados y a miles de kilómetros de casa, migrantes brasileños enviados a México a esperar una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos se preguntan cómo terminaron en un tercer país en vez de ser enviados al suyo.

México recibió esta semana a las primeras familias brasileñas, cuatro niños y seis adultos, dentro del programa Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés), en un acuerdo con Washington que inició en 2019.

"Nos estamos yendo de Brasil porque hay mucha inseguridad y desempleo", dijo desconcertada Tania Costa, una migrante brasileña que tendrá que esperar tres meses en México, al igual que el resto de solicitantes, su primera cita ante un juez migratorio en Estados Unidos.

"Me pregunto por qué me mandaron a México y no a Brasil, me siento muy triste, muy cansada", agregó desesperada tras admitir que la decisión le sorprendió pues nunca les informaron que serían enviados a Ciudad Juárez, una fronteriza ciudad con altos niveles de violencia e inseguridad.

Costa no habla español ni cuenta con recursos suficientes para permanecer en México o volver a Brasil, al igual que el resto del grupo con el que fue enviada al sur de la frontera estadounidense.

Desde que inició el programa MPP, esta es la primera vez que la nación recibe a migrantes no hispanoparlantes, lo que los pone en mayor riesgo de sufrir abusos, de acuerdo a observadores.

Miles de migrantes centroamericanos enviados desde 2019 a México bajo el MPP siguen varados tanto en la frontera con Estados Unidos como en la de Guatemala, sin certeza de que autoridades estadounidenses les otorgarán el asilo.

"No sabemos qué vamos a hacer", dijo Adimar Clavarlho cuando se le preguntó si regresaría a su país. La difícil decisión incluiría a su hija y su esposa, quienes viajan con él.

Los brasileños lucían cabizbajos e incluso algunos lloraban cuando salieron al patio de la casa para migrantes a la que fueron llevados. Algunos de los entrevistados por Reuters narraron las precarias condiciones en que vivieron los últimos días que estuvieron bajo custodia estadounidense.

"Dormíamos en el piso, con los niños", dijo un migrante que decidió no dar su nombre y añadió que les daban comida fría.

Un funcionario de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo a Reuters que esta semana llegó un grupo de trabajo del organismo para auxiliar a los brasileños y ofrecerles la posibilidad de retorno voluntario a quienes lo soliciten.

"Cualquier migrante que no habla la lengua del país es más vulnerable, pues tendrá más dificultades en acceder a información y por lo tanto a tomar decisiones correctas", dijo el funcionario, quien pidió anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa y agregó que al menos dos brasileños fueron hospitalizados porque presentaban problemas de salud.

Autores

Reuters