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¿Cómo invertir con un enfoque de género?
Mar, 12/03/2019 - 08:40

Stephanie Oueda

Stephanie Oueda
Stephanie Oueda

Stephanie Oueda es jefa de Género y Diversidad en BID Invest. Cuenta con dos maestrías, una en Economía y otra en Ciencias Políticas, de la Universidad de Montreal y la Universidad de la Sorbona, respectivamente.

Realizar inversiones incorporando un enfoque de género no solo contribuye a la tarea pendiente de reducir brechas entre hombres y mujeres, sino que también es una manera de realizar negocios de una manera productiva y ejemplar. Y existe abundante evidencia al respecto.

Para entender qué significa “invertir con enfoque de género”, tomaremos las palabras de Suzanne Biegel, pionera en esta idea: “una forma de definirlo es pensar cómo puedes integrar el análisis de género en el análisis financiero para obtener un mejor resultado en cualquier tipo de inversión. Otra forma de verlo es pensar cómo usamos el capital con la intención de alcanzar impactos positivos en mujeres y niñas”.

En un sentido práctico, Biegel propone “pensar (…) dónde surgen las mujeres en la cadena de valor de un negocio, un gobierno, una posición de liderazgo, en cadenas de abastecimiento y canales de distribución hasta llegar al usuario final”.

Instrumentos como el IndexAmericas ‒una herramienta que usa datos provistos por Thomson Reuters y que fue creado por el Grupo BID‒ ayudan en esta tarea. IndexAmericas emplea más de 400 indicadores para evaluar a las compañías comprometidas con este enfoque, e incluye un subíndice que reconoce a las 10 compañías más comprometidas con la igualdad de género que cotizan en bolsa con operaciones en la región.

Otro indicador, el Índice de Igualdad de Género en los Servicios Financieros, fue lanzado en 2016 por Bloomberg y, para 2019, las empresas de la región participantes incluyen a Banco Bradesco, Coca-Cola FEMSA, Itaú Unibanco, Telefónica y Walmart México y Centroamérica.

Tres ejes de inversión

La inversión con enfoque de género implica un proceso de cambio cultural. Para conseguirlo, consideremos tres ejes concretos:

*Invertir en empresas lideradas por mujeres

*Invertir en empresas que practican la equidad de género

*Invertir en empresas que desarrollan productos o servicios que benefician especialmente a las mujeres.

Si hablamos de invertir en empresas lideradas por mujeres, el estudio de la consultora McKinsey “Why Diversity Matters”, indica que “las empresas que se ubican en los primeros lugares del ranking de diversidad de género son 15 % más proclives a recibir retornos financieros por encima de la media nacional de sus respectivas industrias”.

Asimismo, está demostrado que las empresas que incluyen y empoderan a las mujeres tienen un desempeño más favorable que aquellas que no lo hacen. En un análisis a 345 empresas de América Latina, la misma McKinsey concluyó que aquellas con una mayor representación femenina obtienen mayores rendimientos de las inversiones y márgenes de ganancia ‒un 44 % y 47 % respectivamente.

En base a resultados de este tipo, la inversión con enfoque de género se está convirtiendo en una tendencia cada vez más extendida entre las empresas socialmente comprometidas y que asimilan los avances en inclusión y competitividad.

Practicando la equidad de género

Si hablamos de invertir en empresas que practican la equidad de género, podríamos revisar rankings como el elaborado por Equileap, una de las organizaciones más importantes en la promoción de las prácticas relacionadas con la igualdad de género. En el más reciente reporte publicado en febrero de 2019 , General Motors es la empresa que lidera en prácticas de equidad de género en los Estados Unidos, de entre 3 mil empresas estudiadas.

El camino es largo, ya que solo cuatro de estas empresas tienen un directorio con balance de género: General Motors, Starbucks, Wells Fargo y ConocoPhillips.

Pero hay otros líderes en equidad de género como L’Oréal que nos dan idea de por dónde va el camino.. Entre algunas de las ideas puestas en práctica figuran programas de mentoría, programas de empoderamiento de las mujeres, certificaciones en equidad de género, guarderías dentro de la compañía, diagnóstico de la brecha salarial, acompañamiento total durante la licencia de maternidad, etc.

¿Vale la pena este esfuerzo? En el caso de L’Oreal, los resultados hablan por sí solos: 31 % de mujeres integran la alta gerencia, 50 % trabajando en operaciones, 66 % liderando marcas globales, y 48 % en posiciones claves del grupo. El resultado es la retención y atracción de talento, más seguridad en las plantas de producción y, por supuesto, mayor innovación.

Invertir buscando el bienestar femenino

El tercer y último punto ‒aquel referido a invertir en empresas que desarrollen productos o servicios que benefician a las mujeres‒, involucra a los actores sociales, sea como inversionistas o como consumidores. Todos podemos contribuir con la igualdad de género en nuestras decisiones de compra; contamos con más información que antes para saber, entre otras muchas cosas, quién está al mando de la empresa cuyo producto nos atrae, si su publicidad es respetuosa con las mujeres o si aplica la equidad salarial entre sus trabajadores.

Es tan sencillo como hacerse preguntas, por ejemplo, a la hora de elegir una u otra marca de café, sobre de dónde proviene el producto y de qué forma han participado las mujeres en la cadena productiva.

Beleza Natural es un salón de belleza brasileño surgido en Rio de Janeiro que aplica  productos para mujeres que tienen el cabello rizado. Casi el 70 % de las mujeres de Brasil tienen el pelo crespo y, mientras las peluquerías convencionales carecen de tratamientos especializados en estos tipos de cabellos, Beleza Natural está satisfaciendo una necesidad subatendida. A fines de 2013, GP Investments compró el 33% de la participación en esta iniciativa por US$32 millones. Beleza Natural ha crecido 142% desde la inversión original, con ingresos proyectados a US$680 millones en 2020.

Muchas cosas están sucediendo en el terreno de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Ellas son una fuerza en alza como consumidoras, inversoras y empresarias. Este es el momento perfecto para impulsar el círculo virtuoso que genera la inversión con un enfoque de género como parte de un camino seguro hacia un mundo más igualitario, diverso y justo.

*Esta columna fue publicada originalmente en el blog BID Invest.

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