“Silos” o barreras a la colaboración al interior de las empresas
Cuando observamos la evolución de los humanos, un aspecto que resalta es nuestra tendencia a construir grupos compactos, cerrados y claramente diferenciados de otros grupos. Cooperamos al interior de estos para protegernos y competir mejor con los rivales. Configuramos familias y clanes porque necesitamos protección y requerimos un sentido de identidad y pertenencia. Pero cuando este agrupamiento natural ocurre al interior de una organización, entonces surgen paredes o divisiones que suelen conspirar contra el alcance de los objetivos organizacionales.





