¿Cómo el transporte eléctrico se acerca cada vez más al consumidor en Uruguay?
Montevideo. Silencioso. Sin embrague, ni marcha de velocidades. Adaptarse al manejo de un automóvil eléctrico no parece ser nada del otro mundo para aquellos usuarios que hoy tienen la opción de evaluar esa tecnología para su uso personal o de trabajo. Si bien quedan algunas barreras por derribar –como un precio aún elevado respecto a los motores a combustión, la autonomía máxima de las baterías y los puntos de recarga–, esos obstáculos están camino a diluirse en el mediano plazo.





