Tres de cada cuatro abortos en América Latina son inseguros
En los 90, feministas brasileñas se dieron cuenta de que el misoprostol, la pastilla que recetaban los doctores para tratar la gastritis, también inducía el aborto. Desde entonces se ha popularizado como uno de los métodos menos invasivos y en cierto modo, caseros, para inducir el procedimiento.
A medida que el acceso al Misoprostol aumenta, las mujeres están más enteradas de sus derechos sexuales y reproductivos, cada vez menos mujeres se someten a métodos invasivos o “pasados de moda” para practicarse un aborto, de manera relativamente segura y fuera de los sistemas de salud.