¿Qué ve el bebé cuando mira la cara de su madre?
La vida es un juego de espejos y miradas. Somos vistos y en función de lo que nos devuelve esa mirada, nos descubrimos y asumimos. Y solo a partir de cómo somos vistos, aprendemos a ver y a dar un lugar con nuestra mirada. Así jugamos todos a ser espejo y reflejo en esta inmensa y complejísima red humana de miradas. Por eso hay miradas que matan, caricaturizan, deshumanizan, alienan, quitan sentido y enferman; mientras que otras humanizan, dignifican, liberan, empoderan y acogen. Y siempre, óigase bien, siempre, en la base de cada proceso humano hay una mirada.