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Cómo integrar las nuevas TI en los procesos educativos
Vie, 15/03/2019 - 10:35

Claudio Torres

Cómo integrar las nuevas tecnologías en los procesos educativos
Claudio Torres

Claudio Torres es gerente general de D-Link en Chile.

Uno de los principales desafíos de hoy es integrar las tecnologías, que son parte de la vida diaria de las personas, en los procesos educativos de una manera simple, segura y a un costo accesible.

Actualmente, la posibilidad de acceder a contenido en línea, de una manera rápida y clara, supone un reto a las instituciones educacionales para encontrar la mejor manera de que estudiantes y profesores colaboren entre sí. Para lo que es necesario una rápida inversión. Postergarla, sólo profundizará la brecha educacional hoy existente.

En las salas de clases, los estudiantes, profesores y funcionarios llevan sus dispositivos móviles como smartphones, tablets o notebooks a todas partes, por lo que resulta natural que las aulas se digitalicen. Es por eso que el primer paso para esta implementación es contar con una infraestructura de red WiFi acorde a la cantidad de usuarios, consumo de banda ancha necesaria y seguridad, que garantice el trabajo colaborativo e ininterrumpido entre profesores y alumnos.

La gran mayoría de las instituciones en Chile se han planteado este desafío como algo urgente. Un ejemplo de ello es la integración de soluciones inalámbricas en los colegios, como el proyecto "Iluminación WIFI a establecimientos educacionales", impulsado por el Ministerio de Educación desde hace tres años, con el objetivo de iluminar con WiFi diferentes centros educativos, dando prioridad a laboratorios, bibliotecas y salas de clases.

La propuesta se centra en la integración de las computadoras al aula como parte del proceso de aprendizaje de los niños, promoviendo su utilización en grupos pequeños y/o individualmente, con o sin la participación del docente. El aprendizaje con nuevas tecnologías en educación potencia el desarrollo de los niños y las niñas, abriendo las puertas a nuevas maneras de aprender, más cercanas al descubrimiento, invención, autonomía, construcción conjunta y a la libertad.

Para concluir, las expectativas de los establecimientos educacionales están aumentando, y poco a poco, esas demandas han sido cumplidas. Afortunadamente, la mayoría ya cuenta con las herramientas que necesitan para implementarlas y que los ayude a lograr este desafío, adaptándose a los cambios.

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